Sito Alonso: «En Nochebuena y en Nochevieja hacía imitaciones de Miguel Bosé, que siempre me ha gustado»
Estío a la murciana ·
No es que Sito Alonso (Madrid, 1975) tenga «superpoderes», esos de los que en 'Carreteras infinitas' habla Sidonie, uno de sus grupos musicales preferidos, pero ... se defiende bien, y con elegancia, en la vida, a la que trata con mimo para ser correspondido. Está logrando que el equipo que entrena, el UCAM Murcia Club de Baloncesto, saboree la gloria.
–La infancia.
–Tengo muy buenos recuerdos de mi infancia, que fue muy feliz gracias, en buena parte, a mis padres, que hicieron todos los esfuerzos posibles para que mi vida fuese lo más agradable posible.
–Los padres.
–Dos personas muy, muy trabajadoras, que siempre estuvieron atentos a lo que a mí me gustaba para facilitarme las cosas.
–¿Por ejemplo?
–Me gustaban todos los deportes, y empecé a practicar, desde muy temprana edad, judo, natación y baloncesto.
–¿Por qué se decantó por el baloncesto?
–En judo era peor de lo que me hubiese gustado [ríe], y cuando llegó el momento de decidirme entre ir a entrenar a natación o a baloncesto, antes de ir al colegio, con mi padre [histórico entrenador aragonés] podía entrenar a baloncesto a las siete de la mañana, y a natación tendría que haber ido a las seis y media de la mañana. Y elegí el baloncesto.
–Vaya, una diferencia de media hora eligió su destino.
–[Sonríe] Y no me ha ido nada mal. Acerté.
–Los primeros años.
–Rodeado de cariño, del de mis padres y de las muchas hermanas de mi madre [sonríe]. Una casa con un ambiente muy familiar, de mucha unión, con alegría, con besos...
–Los consejos recibidos.
–Mi padre era la rectitud, y mi madre una persona muy abierta, la sonrisa constante. Ella me decía siempre que fuese educado y que no perdiera la sonrisa ante cualquier circunstancia; mi madre tuvo bastantes problemas de salud desde muy joven, que fue superando paulatinamente hasta hace un año, y siempre hubo en su cara una sonrisa. También me inculcó que me preocupase de la gente, pero sobre todo que cuidará a mis amigos más cercanos.
–Los primeros amigos.
–Se los debo a mi madre, que estaba pendiente de que me relacionara y de que no me faltasen buenos amigos; de los primeros que tuve, Víctor Lapeña [actual entrenador de la selección femenina de baloncesto de Canadá], que era mi vecino. Mi madre le daba mucha importancia a ser sociable y a tener gente que te quiera.
–¿Le enseñó a cocinar?
–Algunas cosas [ríe]. Enseguida me fui a vivir solo, y sabía hacer lo más básico para no pasar hambre, hacer una compra económica y estar bien alimentado.
–La disciplina.
–Soy hijo único. Mi padre me marcaba unas reglas muy severas, que me han venido muy bien para ser quien soy. Me exigía muchísimo, tenía que ser muy disciplinado, y mi madre me daba ese cariño que necesitaba para poder cumplir las expectativas. Mi padre me decía, por ejemplo, 'hay que acabar lo que se empieza', 'ten tu propia personalidad, en la vida y como entrenador', y 'trabaja incansablemente para, dentro de lo que tú puedas dominar, no dejarte nada fuera del control'. Esta claro que tú no lo puedes dominar todo, que hay cosas que no dependen de ti, pero si algo no sale que no sea porque tú no has hecho bien todo el trabajo.
–La pérdida.
–Ha sido un año muy duro, todavía no me acostumbro a que mi madre no esté, a no poder llamarla en cualquier momento de mi vida. Los cinco primeros meses, todavía marcaba su teléfono de vez en cuando para contarle lo que me había pasado...; no pasa un solo día sin que no piense en ella, y sin olvidarme de ese positivismo suyo tan increíble. Cuando me pongo triste, su sonrisa me viene a la cabeza. Lo que sí tengo claro es que ella está bastante feliz de lo que ha pasado este año con el UCAM Murcia, y orgullosa y contenta de lo que hacen su hijo, su nieta [Inés] y también la hija [Berta] de mi pareja [Sandra]. Eso me anima, estar seguro de que ella ha empujado para conseguir los logros del equipo, porque la mayor fanática de los equipos de su hijo siempre ha sido mi madre.
En tragos cortos
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Un sitio para tomar una cerveza OXOX 131, en Ojós
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Una canción 'Te amaré', de Miguel Bosé
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Un libro para el verano 'La sombra del viento', de Ruiz Zafón
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¿Qué consejo daría? ¡Vive!
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Un aroma Vainilla
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¿Le gustaría ser invisible? No
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¿Tiene enmigos? Seguro
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¿Qué es lo que más detesta? La vagancia
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Un viaje pendiente Australia
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Un lugar al que volver Costa Rica
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Una copa entre amigos Limonchelo
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Un héroe o heroína de ficción Batman
–A favor.
–Soy una persona muy positiva, y es difícil tumbarme en ese aspecto. Si las cosas están saliendo mal, no caigo en pensar que no voy a poder solucionar el problema, lo que hago es buscar soluciones.
–¿Qué tiene claro?
–Lo que quiero, y que no me voy a andar con rodeos, y que no busco como sea el quedar bien, y que no quiero decir cosas que no sienta, ni seguirle la corriente a alguien por interés.
–Una petición.
–Que me respeten como yo respeto a todo el mundo. Que nos respeten a los míos y a mí. Con el UCAM Murcia lo hemos conseguido y estamos muy orgullosos.
–Algunas veces...
–... me gusta estar solo, busco voluntariamente la soledad para reflexionar sobre todas las cosas que estoy haciendo y que tengo que hacer, o que estoy haciendo mal o que estoy haciendo bien.
–Frente al espejo.
–No es que me quiera mucho, pero sí que me gustan muchas cosas de mi forma de ser, aunque reconozco que otras debería cambiarlas. Pero, para sacar un rendimiento de todo lo que haces es importante tener una autoconfianza grande, tenerte respeto y quererte por como eres y por quien eres. Creo que castigarte a ti mismo te resta potencia para poder mejorar, ¿no? Tienes que ganarte el confiar en ti, y quererte como eres sabiendo que hay matices que, por supuesto, hay que cambiar; pero si das un giro completo dejarías de ser tú.
–La coquetería.
–Creo lo mío con la coquetería es genético por parte de madre [sonríe]. Mi madre estaba en el hospital y se pintaba los labios. A mí me gusta creerme que voy bien vestido, que tengo buen aspecto, que huelo bien... Y hago todo lo posible para que así sea.
–¿Recibió calabazas?
–Pues... no [ríe], porque creo que he sabido, también en ese aspecto, poner límite a mis expectativas. No me gusta llevarme disgustos, ni en mi vida personal ni en el deporte. He ido seleccionando lo que creía que podía conseguir.
Ilusión
–Ejercicio.
–Durante la temporada, lo hago durante tres días a la semana, con un preparador físico que se llama Fran Oribe y que ya es mi amigo. Ha sido jugador de baloncesto y sabe muy bien lo que necesito sólo con verme. Me cuida muy bien física y mentalmente.
–Los excesos.
–No son lo mío en ningún aspecto; ni a la hora de comer, ni con la bebida... Me cuido bastante y no tengo achaques; bueno, ahora tengo que operarme de una hernia inguinal, pero eso es que voy haciéndome mayor y alguna cosa me tiene que ir saliendo.
–¿En qué le gusta invertir el tiempo?
–En lo que más, en mi hija porque, como no la tengo conmigo en Murcia, lo que más me gusta hacer en cuanto puedo es disfrutar de ella. Lo que más feliz me hace es estar con los míos, con mi padre, mi pareja y con su hija, y con los amigos; tengo un grupo de amigos [entre ellos el cineasta Joaquín Mazón] muy selecto [sonríe], con el que el tiempo vuela cuando estoy con ellos.
–El verano.
–Desde hace muchos años, pasó diez días muy felices dedicado al Campus Sito Alonso, compartiendo el día a día con 210 niños [de 6 a 17 años]. Lo puso en marcha mi padre hace 38 años y se mantiene hasta el día de hoy. Cuando yo me hice cargo de él, por decisión de mi padre, él se empeñó en que llevase mi nombre. Ahora lo celebramos en Bellver de la Cerdanya, acabo de regresar a Vilanova i la Geltrú, mi lugar de residencia en verano, y la experiencia ha sido, otro año más, fantástica. Me encanta compartir mi pasión por el baloncesto con gente tan joven.
–¿Barco tenemos?
–No. Ni manejándolo, ni cuidándolo, sería yo muy bueno, y tampoco me gusta pasar días en alta mar. Lo que sí me gusta mucho es bañarme, tanto en el mar como en el río. Tener un barco no me llama la atención. Una vez lo hablamos los amigos, comprar un barco entre todos, pero esa idea nunca llegó a buen puerto [ríe].
–Una fruta.
–El plátano.
–Arguméntelo.
–[Sonríe] Yo es que para las frutas soy algo especial, porque necesito que sean fáciles de pelar. Y el plátano es ideal.
–¿Y de vez en cuando?
–No están nada mal unas fresitas con nata.
–¿Baila?
–Lo hago a mi estilo [risas], pero me gusta más cantar que bailar. El karaoke es una de mis diversiones favoritas.
–Miguel Bosé.
–Siempre me ha gustado, también a mi madre. En Nochebuena y en Nochevieja hacía imitaciones de Miguel Bosé, cantando 'Bandido', 'Sevilla'... Antes de los partidos me gusta escuchar algunas canciones, y este año no han faltado algunas de Bosé: 'Don Diablo', 'Super Superman'...
–¿No se ha convertido Bosé en una caricatura de sí mismo?
–Bueno, yo procuro diferenciar la vida personal de los artistas de sus creaciones. Todos cometemos errores, y no sé si Miguel Bosé los está cometiendo o no, pero a mí como cantante me pareció un 'show' desde el primer día.
–Su actriz preferida.
–Una de ellas es, sin duda, Maribel Verdú. Tuvimos la suerte en el instituto de asistir a una charla con ella y con Trueba, y la verdad es que me dejó embobado [sonríe]. Me firmo un autógrafo en una carpeta que lo tengo guardado como un tesoro, yo tenía 18 años; me puso 'nunca se me olvidará que tú estuviste en primera fila'. Ya sé que eso se lo pondría a muchos [risas].
–José Luis Mendoza.
–¡Nadie te daba los chutes de energía que él te daba! [Sonríe] Teníamos una relación muy buena, aunque no tanto como la que tenían Alejandro Gómez [director general del UCAM Murcia] y él, que parecían hermanos. Teníamos y tenemos muy claro que no somos inferiores a nadie, aunque tengamos menos medios para poder conseguir grandes objetivos. José Luis fue una persona que me marcó mucho, y toda su familia es para mí muy especial; además, supo crear otra familia sorprendente que está dando muy buenos frutos: la UCAM.
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