María Dolores Muñoz: «En los plenos, yo me he entendido mucho mejor con el PP que con Podemos»
Estío a la murciana ·
«Escuchas cosas como 'está con nosotros la alcaldesa, que es muy joven y muy guapa'. ¿Perdona? Esas tonterías están muy de más», afirma la alcaldesa de BullasMaría Dolores Muñoz es la alcaldesa socialista de Bullas, donde nació en 1976. También preside la Federación de Municipios de la Región de Murcia (FMRM). ... Casada, madre de una hija adolescente. En su casa tiene una copia de 'Almuerzo sobre un rascacielos', la famosa fotografía en blanco y negro tomada en 1932 durante la construcción del Edificio RCA en el Rockefeller Center de Nueva York, en la que once trabajadores de la construcción almuerzan, con los pies colgando, sentados en una viga a unos 260 metros de altura.
-¿Cuántos hermanos son?
-Tres, yo soy la de en medio. Mi madre me dice que mis hermanos nunca discutían las decisiones de mis padres y luego hacían lo que querían; no era mi caso: yo siempre hacía lo que se supone que debía hacer, pero antes pedía todo tipo de explicaciones y justificaciones. Nada es porque sí, las cosas hay que explicarlas.
-¿Qué ha querido siempre?
-Desde muy pequeña, hacerlo todo muy bien, estar a la altura, no decepcionar. Y eso me ha marcado: no me gusta fallar, no me perdono un error fácilmente.
-¿Qué es importante?
-Estar bien con la gente que me rodea. Y ha sido importante entender que no todo el mundo que te quiere tiene que aprobar todo lo que haces.
-¿Por qué estudió Ciencias Políticas?
-Porque me encantan la política y la historia, y pensaba que iba a pasar menos hambre haciendo Políticas que haciendo Historia, ya ve qué tontería. Además, en su día me atrajo la idea de irme a estudiar fuera, a Granada, aunque mi estancia allí durante esos años no fue lo mejor del mundo, ni mucho menos.
-¿Por qué?
-Tuve una sensación de soledad atronadora, y hasta entonces no me había sentido tan triste. Me fui allí sin conocer a nadie, y por mi nivel de exigencia y porque necesitaba la beca, me encerré a estudiar.
-¿Con qué llegó a fantasear?
-Con ser bailarina; siempre he sido muy delgada y muy ágil, y me imaginaba muchas veces bailando con mi tutú y mis puntas. Pero no me podía permitir dar clases de ballet, que se consideraban un lujo.
-¿Era enamoradiza?
-Los chicos que me gustaban me dejaban de gustar muy pronto. Me enamoré de verdad con 22 años. Solo he tenido dos grandes amores en mi vida: el primer amor y después, ya, mi marido, del que sigo muy enamorada. Mi primer amor era muy cariñoso y se notaba perfectamente que me quería. Yo le deseo a mi hija, que tiene 13 años, un primer amor así.
-¿Qué pasó?
-Se acabó. Yo soy muy independiente y necesito sentir que soy muy dueña de mi espacio, algo que todo el mundo no entiende. Nuestra historia de amor acabó, pero seguimos siendo amigos y, como amigo, lo voy a querer toda mi vida. Las historias de amor no las podemos borrar. Después de él tuve muchos novios, pero no me acuerdo de ellos.
En tragos cortos
-
Un sitio para tomar una cerveza. A la orilla del mar.
-
Una canción. 'Mediterráneo', de Joan Manuel Serrat.
-
Un libro para el verano. 'Inés del alma mía', de Isabel Allende.
-
¿Qué consejo daría? [No me gusta dar consejos ni que me los den].
-
¿Le gustaría ser invisible? A veces sí.
-
Su héroe o heroína de ficción. Anne Shirley Cuthbert.
-
Un epitafio. «Intentó hacer realidad sus sueños».
-
¿Qué le gustaría ser de mayor? Investigadora de temas sociológicos y políticos.
-
¿Tiene enemigos? Seguro.
-
Su copa preferida. Vino de Bullas.
-
Un baño ideal. En la Fuente Mula, en Bullas.
-¿Cómo es su compañero?
-Muy buena persona: generoso, buen corazón, muy sensible a las injusticias que pasan a su alrededor, y tiene una positividad innata, tremenda; por más cosas que pasen, él siempre ve la parte buena y siempre tiene muchas ganas de continuar. Y no le tiene miedo a nada y es un compañero extraordinario; jamas, cuando yo he tomado una decisión, ha puesto ni un solo pero, siempre ha dicho 'vamos'. Cuando, por ejemplo, decidí presentarme a alcaldesa [en 2015], convencida de que iba a perder, mi hija tenía 6 años. Él ha estado mucho tiempo con ella, en el AMPA ha sido el papá, porque la mamá nunca ha estado, y ha organizado la casa y coordinado nuestra vida. Yo hubiera hecho lo mismo por él: me apoyó en una decisión que ha cambiado la vida de los tres.
-Lleva siete años de alcaldesa; también gano unas segundas elecciones, con mayoría absoluta, y dice que no se esperaba llegar a la Alcaldía.
-De 2011 a 2015 el PP gobernó con mayoría absoluta, yo gané esas elecciones de 2015 y goberné en minoría. No me lo esperaba para nada. Justo antes, yo estaba preparando unas oposiciones para asistente en la Unión Europea; tenía pendiente la prueba de idiomas, que iba a hacerla en francés. Hablamos con la academia de idiomas, que ya estaba pagada, para que pudiese volver a las clases tras los dos meses de la campaña, porque ya le digo que pensaba que no ganaría. Pero les llamé para decirles: 'Voy a perder el dinero, pero es que soy alcaldesa' [sonríe].
-¿Qué tiene claro?
-Mi intención no es estar viviendo de la política toda la vida.
-¿Se quiere?
-Menos de lo que debería, me merezco quererme más, pero soy muy dura conmigo misma.
-El paso del tiempo.
-Creo que tengo una genética buena, lo cual no es mérito mío para nada. Sin embargo, tengo 46 años y empiezo a notar cambios en mi cuerpo. Pero eso no me preocupa especialmente, para nada. Yo quiero vivir mucho tiempo, en condiciones dignas; quiero hacerme muy vieja. Mi madre se mete conmigo por mi delgadez, y yo le digo: '¡Mamá, déjame, que yo lo que quiero ser es una vieja seca; con muchos años, arrugada como una pasa y seca'.
-¿Qué hace mucho?
-Leo y releo a Isabel Allende. Me encantan esas mujeres con tanta experiencia de vida y que derrochan vitalidad.
-¿De qué tiene la sensación?
-A veces, de que hay gente a mi alrededor que me miente, y no me gusta para nada la mentira.
Dignidad
-¿Por qué de izquierdas?
-Podría dejar de ser del PSOE, aunque me sigue convenciendo mi partido, pero no de izquierdas; me moriré siéndolo. Para mí, es tremendamente importante que la gente nazca en unas circunstancias absolutamente dignas; creo que estamos marcados por las injusticias sociales, que pueden marcar el resto de nuestra vida, y eso no es justo. Con respecto a los menores, desde que fui madre son mi prioridad, ningún niño es culpable de las circunstancias tan lamentables en las que a veces nacen, marcados ya y sin oportunidades, abocados muchas veces a ser carne de cañón.
-¿Qué no entiende?
-Soy de izquierdas y soy creyente, pero no voy a entender nunca que alguien se empeñe en que un niño tiene que venir al mundo porque sí. ¿Cómo te puedes empeñar en que el aborto de ninguna de las maneras?, ¿estamos tontos? Tú no puedes obligar a alguien a traer a su hijo al mundo en situaciones paupérrimas porque lo estás condenando.
-¿Creyente?
-No sigo las directrices de la Iglesia Católica, pero las monjas de mi colegio, Amor de Dios, me enseñaron a creer en un Dios generoso, padre, comprensivo con los errores humanos, un Dios que reconforta; otros enseñaban a un Dios castigador.
-¿Se dirige a él?
-Sí.
-¿Y se siente escuchada?
-Sí.
-¿Una gozada qué fue?
-Estudiar a fondo la historia del movimiento obrero.
-¿Qué coincidencia le marcó?
-Mis dos abuelos estuvieron presos en campos de trabajo franquistas.
-¿Qué no le gusta nada?
-No me gusta nada que me quieran dar lecciones de ser de izquierdas; yo he sido y sigo siendo muy beligerante con la gente de Podemos, no me gusta que se dediquen a darnos lecciones, a decirte que ellos son más de izquierdas que tú, ¿perdona? ¡Pero si no has coincidido conmigo nunca en ningún sitio de los que había que agachar el lomo de verdad! Se creen que todo empieza con ellos, con esa superioridad moral que no sé a qué viene. En los plenos, yo me he entendido mucho mejor con el PP que con Podemos.
-¿A qué se niega?
-A caer en el insulto. No haré política a base de insultos. En política las formas son imprescindibles, los políticos somos responsables de lo que hacemos sentir a la gente que nos ve, y no me parece de recibo que les hagamos sentir enfado por nuestra actitud conflictiva. Estoy absolutamente convencida de que todo en este mundo se puede solucionar hablando. Yo no he insultado jamás a nadie. El desprestigio que tenemos, especialmente los dos grandes partidos, se debe a nosotros. Nos hemos encargado de que sea así, nos hemos descalificado hasta decir basta de cualquier manera, y ahora es muy difícil que la gente se crea que la mayoría de políticos somos buena gente. Cuando pienso en los 45 alcaldes de la Región, por ejemplo, creo que todos se esfuerzan un montón y que tienen buena intención. No le podemos trasladar a la gente, de ninguna de las formas, que la manera de arreglar los problemas es diciéndonos las barbaridades que a veces nos decimos.
-¿Ha ido usted este verano a algún sitio?
-Estuvimos unos días con nuestras familiar, la alcaldesa de Beniel, María del Carmen [Morales] y yo, en una casa en Mojácar que nos dejó una amiga común, Gloria Alarcón [vicepresidenta segunda de la Asamblea Regional], que es muy generosa con sus amigos.
-¿A qué se ha apuntado?
-Voy al gimnasio, y me viene muy bien.
-Sus ciudades.
-Lisboa, Roma, Viena... y siempre París.
-¿De qué no podría prescindir?
-Del sol, me siento absolutamente mediterránea.
-¿Percibe el machismo?
-Sí, claro, especialmente en la condescendencia con la que nos tratan. Escuchas cosas como 'está con nosotros la alcaldesa, que es muy joven y muy guapa'. ¿Perdona? Esas tonterías están muy de más. Ni ya soy tan joven, ni nunca he sido tan guapa. Y todo eso se queda en anécdotas si hablamos de la violencia física y psicológica contra las mujeres.
Términos medios
-¿Qué no hay que hacer?
-Las cosas 'a las bravas'. Mejor ir avanzando situándonos en los términos medios, poco a poco. Tú no puedes meterle por los ojos a la gente, por ejemplo, un feminismo radical.
-El Gobierno de López Miras.
-No se trata de que un Gobierno del PP sea lo peor por antonomasia y de que uno del PSOE sea lo mejor; no se trata de eso, se trata de tener un Gobierno responsable y eficaz, un Gobierno serio. Cuando entré como alcaldesa, el presidente regional era Pedro Antonio Sánchez [del PP]; coincidimos los dos estudiando en Granada. Entonces, había un presidente que atendía a todos los alcaldes, y los consejeros eran gente sería, unos interlocutores válidos. Nada de eso sucede ya en absoluto con López Miras; no te escuchan, cada uno hace lo que quiere, no sabes nunca a qué atenerte, ni con quién hablar.
-¿Qué ha sido para usted lo más importante?
-Ser madre.
-¿Núñez Feijóo mejor que Pablo Casado?
-Sí, pero por el momento está resultando decepcionante. Esperaba más puestas en común con el Gobierno en temas importantes; lo del CGPJ ya es agónico. Pero, también, mucho mejor Feijóo que Isabel Díaz Ayuso.
-¿Por qué?
-Es muy peligrosa. Ella se debe a ella, y no le importa actuar irresponsablemente. No se le lleva la contra al Gobierno porque sí en plena pandemia, aunque te premien después. No es responsable, no vale todo para conseguir votos.
-¿Monárquica?
-No, sin embargo el Rey que tenemos no me estorba. No me pondría a luchar para quitarlo. Felipe [de Borbón] me cae bien y Letizia [Ortiz] muy bien.
-¿Y el emérito?
-¡Qué decepción! Me parece una tomadura de pelo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.