Álvaro García Ruano: «Me he rodeado de gente con carácter que me ha enseñado a no dorarle la píldora al cliente»
Estío a la murciana ·
«En Murcia hay una aspiración a tener un nivel cultural alto, y eso es muy guay»Alberto Alcázar
Miércoles, 6 de agosto 2025, 00:10
El diseñador gráfico Álvaro García Ruano (Socovos, Albacete, 2002) forjó su carácter y disciplina en «las horas absurdas» de los entrenamientos de fútbol sala, como ... portero, desde los cinco años en Socovos, su pueblo natal; y después en Caravaca de la Cruz y en Murcia, con ElPozo. «Fueron años chulos que me han ayudado en la vida real. En el deporte es todo muy sencillo: si estás para jugar, juegas, y si no, no. La vida es muy parecida; si no das la talla, sin explicación, ¡al banquillo!». Mientras lo relata, conserva ese temple de los cancerberos antes del balonazo y la seguridad en los movimientos que ahora traslada a las palabras durante la conversación en el Mercado de Correos de Murcia, donde suele recibir a su cartera propia de clientes que compatibiliza con otra media jornada en la agencia creativa F33. También el lugar para sostener su conversación ideal con amigos, hablando sobre el diseño gráfico, ya fuera del horario laboral.
Esa competitividad es la necesaria para conseguir tantos premios en el sector del diseño como los que ha cosechado Álvaro en una carrera profesional todavía incipiente pero con cimientos sólidos: 8 Clap Platinum en 2024; 1 oro y 3 platas en los ADC Europe, 2 platas y 1 bronce en los ADC One Show de Nueva York, 3 oros en el Anuaria Spain, nuevo talento en Selected Bilbao Bizkaia y primero en el Creamurcia. Todos ellos este año. Lo último, 4 oros en los prestigiosos premios LAUS de 2025 en las categorías de proyecto final de estudios, diseño gráfico, digital y publicidad por Zebra, un sistema identitario para el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB).
-¿Qué pasa en Murcia con el diseño gráfico?
-Hay un ecosistema del diseño gráfico muy potente. No sé el motivo, porque en Murcia somos menos en comparación con Barcelona, por ejemplo, donde hay muchos estudios y agencias. Y durante mucho tiempo llevamos ganando un montón de premios de todo tipo, tanto nacionales como internacionales, que es un curro que ya viene de atrás. En Barcelona, por ejemplo, cuando yo voy a algunos premios, les llama mucho la atención que aquí, con el poco volumen de diseñadores por kilómetro cuadrado, haya casi más premiados que allí, en proporción.
-¿Es atribuible a la Escuela Superior de Diseño de Murcia (EDI)?
-He estado estudiando cuatro años en la Escuela y me llevo profesores que me han marcado y que me han ayudado muchísimo en este proceso de descubrirme a mí mismo como diseñador. La Escuela cuenta con profesores que tienen muy buena visión o que, al menos, a mí me han sabido conducir.
-¿Cuándo empezó a interesarse por el diseño?
-Aunque estaba estudiando el bachillerato de Artes, no tenía muy claro que me iba a dedicar al diseño gráfico. Tiraba más hacia la ilustración y las artes. Pero fue en una visita que nos hicieron a la Escuela cuando vi a gente que estaba confeccionando carteles para el Ayuntamiento de Murcia y otras instituciones. En ese momento pensé: «La creatividad tiene una salida económica y artística». No es que el arte no la tenga, pero sí que es cierto que lo veía un poco alejado para mí. Así que, cuando vi que la creatividad tenía una aplicación directa con el mercado, aprecié muchas posibilidades.
En tragos cortos
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Un sitio para tomar algo No bebo. El Mercado de Correos.
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Una canción 'Navajas de Albacete', de Joseluis.
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Un libro para el verano 'Señora de Rojo sobre fondo gris', de Miguel Delibes.
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¿Qué consejo daría? No lo daría.
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Un aroma El de la canela.
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Un color Complicado para un diseñador [risas]. Ahora estoy bastante puesto con el rojo.
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¿Con quién no cenaría jamás? Con alguien muy malo, con un político horrible.
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¿Quién dejó de caerle mal? No me justa prejuiciar; es inevitable, pero intento fluir.
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¿Le gustaría ser invisible? Yo creo que no.
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¿Qué le gustaría ser de mayor? Un gran padre, una buena persona y un gran creativo.
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¿Tiene enemigos? Que yo sepa, no.
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¿Qué es lo que más detesta? La falta de coherencia.
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Un baño ideal En La Azohía, cien por cien.
-Tengo entendido que es de una zona rural de Albacete.
-Sí, soy de Socovos, un pueblo muy pequeño. Cuando llegué a Murcia encontré una liberación en el sentido creativo. Aquí hay más gente, variedad de perfiles y de formas de pensar. Llegué y me sentí más libre para expresarme de otra manera, ser más creativo. Tal vez hubiera acabado en Albacete, pero en ese momento no ofertaban mis estudios. Me alegro de estar aquí porque hay más cultura del diseño, más cultura creativa. En Murcia hay una aspiración a tener un nivel cultural alto, y eso es muy guay.
-Pero va mucho a Socovos.
-¡Claro! Y mi familia me ha apoyado siempre con lo del diseño. Lo habitual, a lo mejor, es que animen a estudiar ciencias, que tiene más salidas... Mis padres me dijeron que estudiara lo que yo quisiera y lo que creía que se me iba a dar bien.
-Los tendrá muy presentes...
-La llamada diaria siempre está. Y para mí son un apoyo. Yo creo que es muy importante que se parta con eso de casa, que no sea ahí donde repriman, porque si no, hay que romper barreras desde el inicio, estar luchando, convencer a la gente del entorno.
-¿Cómo se define en su trabajo?
-La mejor definición creo que es la de creativo, a secas. Una persona creativa. Lo demás, director de arte, diseñador gráfico, son perfiles profesionales muy cerrados. Un creativo es una persona que tiene ideas y que, por diferentes medios (por el diseño, la dirección de arte, la fotografía, la ilustración), intenta llegar a un resultado comunicativo, visual y estético.
-¿Se prepara mucho para saber lo que quiere el cliente?
-A mí, si me viene un cliente que necesita algo de su comunicación, es esencial tener una conversación e intentar conocer qué es lo que necesita, cuál es su visión sobre quién quiere ser, cómo lo puedo ayudar, si necesita una marca... se trata de identificar sus necesidades para saber en qué parte puedes ayudarlo.
-¿Y qué le diferencia?
-Creo que la intención. La intención en buscar la manera de ayudar y de aportar de manera real. No me gusta dorarle la píldora al cliente. Si tengo que decirle que lo que está haciendo no me gusta, yo lo digo, pero porque mi intención es ayudar, por eso me pagan. Eso creo que sí es un punto a favor mío. Me he rodeado de gente que tiene mucho carácter y mucha personalidad de los que lo he aprendido.
-¿Qué tiene el diseño gráfico que no tengan otras disciplinas?
-A mí, lo que más me llamó es la aplicación directa en la sociedad. El arte es más abstracto, te permite interpretarlo de diferentes maneras. El diseño busca cumplir una función y ayudar de una forma concreta al usuario. Eso es algo que el arte no tiene, no busca ayudar, sino comunicar y expresar y que la persona reciba esa expresión. El diseño busca siempre ayudar a las personas. Con lo visual, tú puedes ayudar a la gente. En la calle uno se encuentra señalizaciones: eso es diseño, y ayuda a que la circulación siga fluyendo. Está en todo lo que puedas ver: el diseño de producto, de interiores, gráfico, de moda...
-A veces también se utiliza para atraer a consumidores que no necesitan ese producto.
-A mí lo que me interesa es ayudar. Si yo intento vender algo, canta. Eso es vieja escuela, caspa. No mola. Se trata de buscar lo que necesita una persona y no intentar crear necesidades que no existen. Simplemente ver en qué puedes ayudar al cliente, qué es lo que necesita su marca, que comunique mejor o que alcance mejores objetivos. A mí me gusta entrar ahí, en vez de dedicarme a vender cosas sin que realmente se necesiten.
-¿Le ha tirado la caña algún partido político para sus campañas?
-Pues no. Pero mira, es un tipo de cliente que no rechazaría. Es cierto que no estoy muy puesto en política, y tendría que ver qué valores promueve ese partido y sopesar si estoy acorde. Si veo que sí, no me importaría. No hay que tenerle miedo a las cosas polémicas.
Función social
-¿Cuál es el proyecto del que se siente más orgulloso?
-Hace poco hice uno que se llama 'Zebra', que además fue mi Trabajo Fin de Grado (TFG). Se trata de un proyecto de comunicación e identidad de marca para un grupo del IMIB que se dedica a investigar enfermedades raras con el pez cebra. Es un pez que se parece en un 70% al ser humano y a los investigadores les viene muy bien para analizar enfermedades, desarrollar fármacos especializados... Su problema fue que no tenían financiación suficiente para investigar con fuerza, así que como TFG se me ocurrió el proyecto. Primero los encontré, trabajé con ellos, analicé sus necesidades y descubrí que les vendría muy bien tener una campaña de captación de inversores. Me gustó también porque ganó un montón de premios nacionales e internacionales, que me han ayudado mucho personalmente.
-¿Lo último que ha ganado?
-Los premios LAUS. Son unos galardones que se celebran en Barcelona y que llevan muchísimo tiempo aquí en España, con una reputación muy sólida. Los LAUS premian la calidad y la excelencia del diseño gráfico dentro del panorama nacional y este año para mí ha sido muy tocho, porque me han dado cuatro oros. Es una auténtica burrada, creo que no ha ganado nadie cuatro oros este año; ningún estudio o agencia.
-¿Qué piensa que es el talento?
-Saber trabajar cada día. Saber tener la mente tranquila y el foco puesto en lo que quieres: adónde quieres llegar, qué quieres hacer, quién quieres ser. A mí nunca me han regalado nada, me lo he tenido que currar y cuando no estaba tan espabilado, me he llevado un palo. Creo que la forma más rápida de avanzar es rodearte de gente que te aporte, que sea mejor que tú y que quiera ayudarte a crecer.
-¿Los premios han llegado demasiado pronto?
-Pues justo el otro día me lo planteé. Pero, si no, ¿cuándo iba a ser? Si ha llegado ahora es porque tenía que llegar y porque lo he luchado y lo he buscado. Y me ha ayudado a tener un buen nivel profesional.
-Y todo desde Murcia.
-No he sentido que me hiciera falta salir al extranjero. Como está todo tan internacionalizado, si sabes moverte por los canales apropiados, yo he trabajado con gente de Arabia Saudí, Miami... y todo eso desde Socovos, incluso. Aunque sí viene muy bien salir.
-Con 23 años, por las tardes, es su propio jefe.
-Trabajar solo no lo recomiendo, sobre todo cuando eres creativo. En el proceso creativo es muy fácil desviarse a lo que le gusta personalmente a uno o perder el foco, por eso me rodeo siempre de gente, y se enriquecen los proyectos. Estoy en la agencia F33 por las mañanas y la colectividad en el trabajo es muy beneficiosa.
-Un joven emprendedor, ¿le ha costado mucho?
-Pensaba que iba a ser más difícil. Ha supuesto trabajo crear la marca personal, la reputación. Eso sí que es complicado. Pero yo empecé en primero de carrera a crearme la marca personal porque desde el principio tenía muy claro que no quería ir mendigando trabajo. A mí, o me han llamado o no he ido. Y como tenía eso claro, he invertido mucho dinero y mucho tiempo en mi marca personal. Claro, al salir de la carrera, me encontré con muchas puertas abiertas.
-¿Recomienda seguir sus pasos?
-No, porque yo vengo de un contexto y cada uno tiene el suyo. No me considero nadie para aconsejar a otra persona. Francisco Jarauta, un filósofo de aquí de Murcia, vino a dar una charla a la escuela y dijo: «No te fíes de la gente que da consejos».
-Y las vacaciones, ¿cuándo?
-Cuando he estado en equipo, me pillaba un mes y medio de vacaciones. Yo creo que el descanso es muy importante, sobre todo para lo creativo. Aunque no siga en la oficina, estoy en mi casa y continúo generando ideas. A lo mejor estoy en medio de la cena y me quedo mirando a la pared pensando en los proyectos. Por eso son importantes las vacaciones, para no quemarse.
-¿Dónde se refresca?
-Me gusta mucho veranear en La Azohía, pero mi zona está aún vacía y me da miedo que vaya la gente, así que no diré más [ríe]. Y me encanta viajar por España.
-¿Qué busca en esos viajes?
-Inspiración cultural; entornos culturales y desconectar.
-¿Alguno que le haya inspirado especialmente?
-De vacaciones, Galicia. Sí que es verdad que por trabajo Barcelona me inspira mucho porque reciben toda la influencia de fuera y son los primeros a los que les llega una tendencia.
-¿Cuál es su sueño?
-Ganar el Premio Nacional de Diseño. La categoría que más cerca me cae es la de Jóvenes Profesionales, así que en cuanto pueda, voy a lucharlo. Ese sería el que cerraría esta primera etapa.
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