El producto 'mágico' que deja el mármol reluciente: el truco para devolver el brillo a tus encimeras y suelos

El mármol, un material que ha sido símbolo de lujo y elegancia a lo largo de la historia, es apreciado por su belleza y durabilidad. Sin embargo, a pesar de su reputación como un material de alta gama, muchas encimeras y suelos de mármol terminan perdiendo su brillo con el tiempo.

Uno de los principales factores que contribuyen a que deje de verse tan reluciente es el desgaste natural. Con el uso diario, el mármol está expuesto a una variedad de elementos que pueden causar abrasión, desde el roce de objetos y muebles hasta la acumulación de polvo y suciedad. Esto genera pequeñas marcas, que provocan un aspecto opaco. Sin embargo, este no es el único motivo.

Otro factor importante es la limpieza inadecuada. Muchas personas utilizan productos de limpieza abrasivos o ácidos, que pueden dañar la superficie del mármol. Los detergentes convencionales, que pueden parecer inofensivos, pueden erosionar la capa superior del mármol, dejando el material vulnerable a manchas y pérdida de brillo. La acumulación de productos químicos, como el cal o el jabón, junto con el contacto constante con la humedad y el agua, también pueden tener un efecto similar.

Para evitar que la exposición a todos estos elementos estropee tus suelos o encimeras de mármol, se recomienda limpiarlos de manera diaria. Al ser un material con cierta porosidad, puede absorber las manchas, por lo que es importante utilizar productos no abrasivos, así como paños o cepillos suaves, entre otros consejos. Sin embargo, si ya has notado que estas superficies han perdido su brillo y no se ven como antes, hay un truco casero que puede recuperar su aspecto de manera muy rápida.

Begoña Pérez, más conocida en redes sociales como La Ordenatriz, donde comparte trucos caseros de limpieza, ha desvelado el producto 'milagroso' con el que puedes hacer que tus encimeras y suelos de mármol vuelvan a brillar como si fueran nuevos. Para ello, solo necesitarás bálsamo de Carnaúba. Según explica, esta cera «es mejor» que otras para este cometido.

El motivo es que este producto se obtiene de una palmera, que lo segrega para protegerse de la sequía. «Lo curioso es que la propia planta genera ese bálsamo junto con un alcohol y un compuesto similar al petróleo. Es como si mezclásemos los tres elementos, y eso hace que limpie y abrillante mucho más, además de evitar que se raye al endurecerse. Los restauradores y anticuarios la llaman la reina de las ceras», explica Begoña Pérez. Además, señala que esta cera se puede utilizar en terrazo, baldosas hidráulicas antiguas, granito o piedras pulidas, pero lo desaconseja en silestone, corian o resinas.

Lo primero que debes hacer es limpiar muy bien la superficie con alcohol sanitario para eliminar cualquier resto de suciedad. Luego, con un producto que contenga cera de Carnaúba —en este caso, ella ha utilizado un reparador de mármol, pero insiste en que el producto contenga este componente—, y con un paño de microfibra, frotaremos en círculos por toda la superficie y dejaremos secar durante cinco minutos. Para finalizar, con un trapo de lana o algodón haremos un 'pulido' de la zona y notaremos cómo ha recuperado su brillo.