No tires el hueso del aguacate: el uso desconocido que puede salvar a tus plantas

El aguacate se ha consolidado como un alimento versátil y muy apreciado en la dieta diaria: en tostadas para desayunar, en ensaladas para comer o en tartas para merendar. Además de su sabor, destaca por su gran perfil nutricional. Es una fruta rica en grasas saludables y con un alto contenido en fibra, lo que la convierte en un aliado para la salud digestiva y el control del apetito.

Entre sus múltiples beneficios, despunta por ser una excelente fuente de magnesio y potasio, unos minerales que favorecen el funcionamiento del sistema muscular y nervioso. A esto se suma su contenido en vitaminas C y E, que resultan un buen antioxidante, y en vitaminas de los grupos A, B, D y K, que son buenas para el sistema neurológico y ayudan a mantener los huesos en buen estado.

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No solo sobresale en la cocina, sino que también es un buen aliado en otros campos, como en las rutinas de belleza, ya que ayuda a mantener la piel hidratada y suaviza las arrugas. Sus propiedades se extrapolan a la jardinería, donde se ha descubierto que una de sus partes tiene un uso muy valioso.

La influencer Ale Pez, conocida en Instagram por sus remedios caseros y consejos, ha compartido en su perfil un truco que muy pocos conocen empleando el aguacate. Uno de los secretos mejores guardados es que tiene una gran capacidad para actuar como un fertilizante natural y un repelente de plagas. Para ello, tan solo hay que utilizar el hueso de este fruto, que normalmente se acaba desechando.

El método para elaborar el fertilizante consiste en rallar el hueso para conseguir una especie de virutas, que tiene un alto contenido en calcio, fósforo y potasio. A continuación, hay que esparcir estas tiras por toda la tierra de la maceta. De este modo, se mezclan con el sustrato y liberan lentamente sus nutrientes a medida que se van descomponiendo.

Para el repelente, se debe realizar un paso extra. Una vez que se han obtenido las virutas, hay que introducirlas en una olla con agua hirviendo durante 10 minutos. Posteriormente, se cuelan los restos y se deja enfriar el líquido. Finalmente, se introduce en un pulverizador para rociar la fórmula por toda la planta. Así, se consigue un remedio natural para disuadir a cualquier tipo de insecto.