Adiós al mal olor en la ropa deportiva: el truco casero para combatir este problema

La ropa deportiva está diseñada específicamente para facilitar la práctica de ejercicio físico. Generalmente, estas prendas se confeccionan con materiales técnicos que permiten una mejor transpiración y ayudan a regular la temperatura corporal. Además, su diseño ergonómico favorece la comodidad y el rendimiento durante la actividad. De hecho, según el tipo de deporte que practiques, es recomendable elegir una ropa adecuada para obtener los mejores resultados.

A pesar de todas sus ventajas, si haces ejercicio con frecuencia, seguramente hayas notado que, incluso después de lavarla, la ropa deportiva puede conservar un olor desagradable a sudor, especialmente tras entrenamientos intensos. Esto ocurre porque las fibras técnicas pueden retener restos de sudor y bacterias si no se lavan adecuadamente. Por ello, es fundamental lavar la ropa deportiva después de cada uso. Así, evitarás que se acumulen los malos olores, prolongarás la vida útil de las prendas y mantendrás una mejor higiene.

También es importante prestar especial atención a ciertas zonas del cuerpo que son más propensas a la acumulación de sudor y bacterias, como las ingles o la parte inferior del pecho. En estos puntos, la humedad puede quedar atrapada fácilmente, sobre todo si se usa ropa ajustada, lo que favorece la aparición de olores persistentes.

Aunque tengas en cuenta todos estos cuidados, hay ocasiones en las que un lavado convencional no es suficiente. Por suerte, Begoña Pérez, más conocida en redes sociales como La Ordenatriz, ofrece una solución muy efectiva, sencilla y sin complicaciones para eliminar el mal olor de la ropa deportiva. Lo mejor es que no necesitas productos difíciles de conseguir.

Solo vas a necesitar tres cosas: bicarbonato de sodio, detergente suave y un pulverizador con agua. El bicarbonato es un gran aliado en la limpieza del hogar gracias a sus propiedades desodorizantes, mientras que el detergente suave cuidará los tejidos técnicos de tus prendas.

El procedimiento es muy fácil. Primero, llena un pulverizador con agua y humedece las zonas donde se haya acumulado el sudor. Luego, espolvorea bicarbonato de sodio sobre esas áreas más afectadas. Deja que actúe unos minutos para que el producto absorba los olores y neutralice las bacterias. A continuación, mete la ropa en la lavadora con el detergente suave. Si lo deseas, puedes añadir una cucharada extra de bicarbonato en el tambor. Una vez finalizado el lavado, notarás que ese olor desagradable ha desaparecido por completo.

Ahora bien, además del lavado, el secado también es un paso clave para mantener la ropa deportiva en buen estado y libre de olores. Siempre que sea posible, seca las prendas al aire libre. Esto tiene varios beneficios:

-Eliminación de olores: La ventilación natural ayuda a que la ropa se seque más rápidamente y evita la acumulación de humedad.

-Reducción de bacterias: La luz solar tiene propiedades antibacterianas que ayudan a mantener la ropa más fresca y libre de microorganismos.

En cuanto al secado, hay algunos errores comunes que conviene evitar. Por ejemplo, no seques la ropa en lugares cerrados o húmedos, ya que esto favorece la proliferación de moho y malos olores. Tampoco uses la secadora a altas temperaturas, porque el calor intenso puede fijar los olores en las fibras y dañar los tejidos técnicos.