Las almohadas que sí pueden meterse en la lavadora: la OCU explica cómo diferenciarlas
La OCU explica como debes lavarlas para que no sufran ningún daño
Ana de Dios
Miércoles, 8 de noviembre 2023, 17:05
No hay nada más placentero que meterte en la cama y arroparte con las sábanas. Sin embargo, con el paso de los días es normal que estas prendas terminen ensuciándose e, incluso, lleguen a oler mal. Una problemática que también pasa con las almohadas. La solución parece muy sencilla: meterlas en la lavadora, pero hay que tener en cuenta que hay algunos materiales que no son aptos para este electrodoméstico y necesitan de otros procesos para limpieza.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) avisa de que hay diferentes tipos de almohadas: de fibra hueca, de látex, con relleno de plumas y viscoelásticas y que dependiendo de qué tipo se trate deberás utilizar un método u otro para lavarlas. Por ello lo fundamental es distinguir qué materiales pueden meterse en la lavadora y cuáles no.
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Qué almohadas se pueden meter en la lavadora
Las almohadas de plumas y las de fibra hueca, incluidas las de fibra hueca siliconada, sí se pueden lavar en la lavadora. Sin embargo, aunque ambas son aptas cada tipo requiere de programas o tiempo diferentes.
Cómo lavar almohadas de fibra
Las almohadas de fibra dejan circular muy bien el aire por su interior y la humedad se evapora rápidamente, así que no importa si se mojan porque secan bien.
Lo recomendable es escoger un programa a 40 ºC, que es suficiente y ahorrarás energía aunque algunos fabricantes indican que pueden lavarse incluso a 60 ºC para acabar con los ácaros. También es fundamental no pasarse con en centrifugado, con uno suave de 800 rpm y evitará que la almohada se deforme o sufra algún daño.
En lo que respecta al detergente, mejor si es líquido, ya que el polvo podría quedar atrapado dentro y no disolverse bien. Además solo será necesario que utilices menos de la mitad de la cantidad de producto que usas de manera habitual.
Algunas pueden meterse en la secadora con un programa delicado a baja temperatura. Ten cuidado si el tejido exterior es de algodón, podría encoger. En este caso un programa para prendas de lana puede ser adecuado. Lo que sí que debes evitar es el uso de lejía y la limpieza en seco. Pero para evitar cualquier problema lo ideal es que consultes la etiqueta de lavado que recomienda el fabricante.
Cómo lavar almohadas de plumas
Con las almohadas de plumas o plumón lo fundamental es optar por un programa para prendas delicadas que normalmente incluye baja temperatura y centrifugado suave. Un truco habitual para evitar que el relleno de la almohada se apelmace, es meter una pelota de tenis en el tambor de la lavadora junto con la almohada.
Al igual que ocurre con las almohadas de fibra también se recomienda emplear ⅓ de detergente y en formato líquido. En este caso deja que se seque al aire en una superficie plana, aunque algunos fabricantes indican el uso de secadora hasta 80 ºC. Si optas por la secadora, usa mejor un programa para tejidos delicados.
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Qué almohadas no se pueden meter en la lavadora
Las almohadas viscoelásticas, al igual que las de látex, son delicadas y, por lo general, no deben mojarse, ya que son materiales que absorven la humedas y no secan bien. Por este motivo los fabricantes las venden con un protector para evitar que el sudor y la manchas puedan penetrar en ella.
Cómo lavar almohadas de látex y viscoelásticas
Lo mejor es seguir las indicaciones del fabricante de la almohada. Si no las conservas, aquí tienes unas recomendaciones generales para mantener tu almohada viscoelástica o látex en buenas condiciones.
Usa un paño húmedo con jabón suave y agua templada. Evita los paños de colores fuertes que puedan desteñir y frota con suavidad la superficie superior de la almohada. Tambíen es recomendable inclinarla para que el agua no penetre demasido. También debes enjuagar y escurrir el paño con asiduidad para evitar que el agua se filtre.
Una vez finalizado este paso, elimina el exceso de humedad con un paño o toalla secos y déjala secar en una superficie plana y aireada. Una vez seca, ya puedes darle la vuelta a la almohada y limpiar el otro lado.
Lo que sí debes lavar es la funda protectora para evitar que se acumule el sudor. En general, conviene lavar la funda protectora cada seis meses y en ese momento puedes comprobar si el sudor ha penetrado hacia el núcleo o también si la almohada ha cogido algún olor que conviene eliminar.