Retenía a su madre de 84 años en un caserío de Bilbao entre basura y gatos muertos
La Ertzaintza rescata a la anciana, que se encontraba encerrada por su hijo de 60 años en una habitación con la puerta atada con cuerdas
Ainhoa de las Heras
Viernes, 17 de octubre 2025, 07:37
Una anciana de 84 años ha ingresado en el hospital de Basurto con un grave deterioro físico y psíquico después de encontrarla encerrada en una ... habitación de su caserío en Bilbao, entre basura y animales muertos, según ha podido saber este periódico en fuentes cercanas al caso. Su hijo, I.A.A., de 60 años y con antecedentes policiales, con el que supuestamente convivía y que permanece en paradero desconocido para la Policía, está siendo investigado por los delitos de detención ilegal, ya que la puerta del dormitorio de la mujer estaba atada con cuerda para que no pudiera salir, además de abandono de familiar y maltrato animal. Mantenía en la casa a media docena de perros en pésimas condiciones.
Se da la circunstancia de que este individuo mantiene atemorizados a sus convecinos. Llegó a ser juzgado por el homicidio de un joven en el monte Pagasarri en enero de 1996, aunque quedó absuelto. También le han acusado de intento de homicidio por cortar de un hachazo el dedo a un joven en enero de 2021, entre otros episodios violentos.
La Ertzaintza recibió un aviso inquietante el pasado martes, día 14 de octubre, por parte de un vecino de la anciana, que vive en la subida al monte Pagasarri, uno de los principales pulmones de la capital vizcaína. Llevaban varios meses sin verla y la persiana de su habitación no se movía, por lo que temían que pudiera haberle pasado algo y estaban preocupados.
Hedor
Agentes de la comisaría de la Policía autonómica en Bilbao se desplazaron hasta el lugar de inmediato y rodearon la vivienda. Cuando tocaban al timbre, nadie contestaba ni abría la puerta. Por la parte trasera del caserón comenzaron a escuchar unos gritos. Al acercarse a la ventana, oyeron cómo una mujer mayor pedía auxilio. «¡No puedo levantarme!», decía intentando elevar la voz. También repetía frases inconexas. Parecía que sufriera algún tipo de demencia senil. Ante la posibilidad de que pudiera estar corriendo peligro su vida, los policías decidieron entrar en la vivienda, que contaba también con una cuadra. El exterior estaba cubierto por una capa de varios centímetros de excrementos de vaca, pero también de gatos y pájaros muertos y en estado de putrefacción.
A través de las ventanas, comprobaron que el interior parecía propio de un caso de síndrome de Diógenes, de quienes acumulan objetos en casa. Una vez que tiraron la puerta abajo, los patrulleros se encontraron con una escena estremecedora. El hedor les impedía respirar. La anciana vivía entre basura, heces y orines. En la casa había también media docena de perros en condiciones lamentables. Los canes tenían heridas y desgarrones en el pelaje y ladraban por miedo.
Al fondo de la vivienda vieron que había una cuerda atada desde un pomo a otro como para impedir que quien estuviera dentro pudiera salir. Una vez que la cortaron y entraron, descubrieron a la anciana y la rescataron. De no haber intervenido, la mujer podría haber muerto en cuestión de días. Estaba hundida en un colchón, con muebles tirados por el suelo que le impedían moverse y rodeada de desechos, heces y orines.
Servicios sociales
Para entonces, los ertzainas ya habían pedido la intervención de una ambulancia de la red de Osakidetza. Los policías tuvieron que ayudar a los sanitarios a acceder hasta la mujer, que presentaba úlceras por todo el cuerpo, probablemente de haber permanecido encamada, y estaba enferma. Dedujeron que probablemente también sufría algún tipo de demencia.
La Ertzaintza comunicó el caso también a los servicios sociales del Ayuntamiento de Bilbao, que tenían abierto un expediente y estaba pendiente de una próxima cita. Técnicas municipales se trasladaron hasta el caserío para iniciar los trámites y ofrecer asistencia a la mujer. La anciana fue trasladada en ambulancia hasta el hospital de Basurto, donde quedó ingresada. Una vez que se recupere de las lesiones físicas y reciba el alta médica, será derivada a una residencia de ancianos.
La Policía buscó sin éxito al hijo de la mujer, sobre el que se ha abierto una investigación por los delitos de detención ilegal, abandono de familiar y maltrato animal. Sospechan que pudo huir al ver llegar a la Policía. Varios de los canes fueron trasladados a la perrera municipal.
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