La respuesta racista de un cliente a una camarera tras llamarle 'cariño': «Vete a tu puto país»

Las reseñas de Google se han convertido en la principal fuente de información y recomendación para encontrar nuevos bares y restaurantes. Son la mejor opción para descubrir establecimientos susceptibles o descartar locales poco apetecibles, tanto en la propia ciudad como haciendo turismo. Eso sí, siempre que las críticas se expresen con criterio y de forma razonada.

No son pocas las ocasiones en las que los supuestos clientes aprovechan este espacio virtual para volcar su odio o frustraciones e intentar castigar a los establecimientos. O, a veces, a los propios camareros del bar. Así ocurrió en uno de los últimos tuits virales de la cuenta de X (antes Twitter) @soycamarero, referencia en redes sociales que denuncia las malas prácticas de los clientes.

La reseña compartida es un ejemplo de cómo los mensajes de odio se están instalando en todos los ámbitos de la sociedad. El cliente critica el trato de una trabajadora de una pastelería. En concreto, en un mensaje que empieza subrayando que «no es española», se critica que la empleada se dirige a los clientes con las palabras «cariño» o «mi amor». «Como muchas dependientas latinas tienen la mala costumbre de decir a un cliente», se queja.

El cliente, que insta a la dirección a tomar represalias, también la acusa de ser «una mal encarada» por la respuesta de la trabajadora al pedirle que no se dirija con los citados apelativos. «Empezó a discutir conmigo con un tono elevado y grosero», asegura.

Lo que no menciona el cliente es cómo empezó ese intercambio. El propietario salió al paso de la queja y respondió que, tras revisar las cámaras, entiende que pueda preferir que la camarera se dirigiera al cliente de otra forma. Por ello, replica que bastaría con apuntarlo de forma educada.

El propietario, en cambio, entiende que el problema va más alla: «Si una dependienta española le habla así, ¿también le molestaría? Es por dar la orden a todas las chicas y chicos que trabajan con nosotros, ya que no me gustaría que volviera a contestar a una chica que está trabajando y sirviendo «'que se vaya a su puto país'», responde, dejando en evidencia la carga racista de la crítica y el inicio de la discusión.

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