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Ana Julia podría haber matado a su hija: las pruebas que tiene la Guardia Civil

Ana Julia podría haber matado a su hija: las pruebas que tiene la Guardia Civil

La niña tenía cuatro años cuando supuestamente cayó por la ventana en un episodio de sonambulismo, según contó en su momento la asesina confesa del pequeño Gabriel

LA VERDAD

Martes, 25 de septiembre 2018, 12:44

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La Guardia Civil sospecha que el pequeño Gabriel no fue la primera víctima mortal de Ana Julia Quezada. La Benemérita ha elaborado un informe en el sospecha que Ridelca, su propia hija, pudo haber fallecido a manos de su madre en el año 1995, según una información de 'El Periódico'.

Los hechos se remontan a las Navidades de 1995, cuando la niña, de cuatro años, llegó a España a pasar las fiestas con su madre, que la había dejado a cargo de su abuela desde que nació dado que Ana Julia se había desplazado a Burgos para trabajar en un club de prostitución entre otros empleos. Unos meses después de que llegara la niña, falleció en un presunto accidente al precipitarse por una ventana. Ana Julia Quezada explicó que la pequeña había sufrido un episodio de sonambulismo cuando dormía y que todo fue un accidente desafortunado. El caso quedó archivado al no encontrarse indicios de criminalidad.

Sin embargo, y ahora, tras ser detenida y acusada por el asesinato de Gabriel Cruz, la Guardia Civil ha elaborado otro informe sospechando de la muerte de la niña al considerar «la dificultad de que una niña de solo cuatro años en estado de sonambulismo, que nunca había padecido, se precipitara desde un edificio».

Muchas sospechas sobre el caso

Según 'El Periódico', la Guardia Civil considera «extraño» el supuesto accidente que sufrió Ridelca, pues para precipitarse por la ventana tendría que haberse subido a una mesa, abrir una ventana interna y otra externa, lo que «requiere de cierta maña y fuerza». Ana Julia Quezada se encontraba en la casa cuando todo ocurrió y el padre no estaba porque tenía turno de noche en el trabajo. El propio hombre confesó tras el caso de Gabriel que su hija no había sufrido nunca un episodio de sonambulismo y que solo días después de la muerte Ana Julia le dijo que en otra ocasión había visto a la niña hacer algo parecido.

No pudo declarar

Tal y como cuentan las fuentes conocedoras del caso, la asesina confesa de Gabriel no pudo declarar sobre la muerte de su propia hija porque sufría una «situación de estrés traumática» que se lo impedía. Los investigadores consideran que el día en el que se encontró la camiseta de Gabriel que ella misma colocó para despistar a la Policía intentó emular esta misma situación diciendo que estaba sedada y herida por haber intentado recuperar la prenda.

«En una versión decía que la ventana de la casa estaba abierta, en otra decía que estaba cerrada… Nos resultó raro, pero el juez dijo que había sido un accidente y así se quedó», dijo en su momento una persona cercana a Ana Julia sobre el caso de la muerte de su hija.

Enfermedades sin explicación

La Guardia Civil cuenta también en su informe con el testimonio del que fuera marido de Ana Julia, que contó tras el asesinato de Gabriel que él mismo había sufrido «enfermedades repentinas sin sentido aparente» mientras estuvo con ella. Llegó a estar ingresado y desde entonces no ha sufrido nada parecido, por lo que sospechó siempre de que Ana Julia Quezada podía estar detrás de todo lo que le pasaba.

La Guardia Civil, según la información a la que ha tenido el periódico citado, había buscado, además, información en Internet que había guardado en 'favoritos' sobre las 'Diez plantas venenosas más mortales del mundo'.

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