Nosotros iniciamos las guerras
En un enterramiento alavés de hace 5.000 años hallan evidencias del conflicto armado más antiguo de Europa
A.A.C.
Jueves, 2 de noviembre 2023, 18:45
La violencia bélica que vemos en Ucrania y Gaza no nos resulta ajena. La conocemos desde hace 5.000 años al menos. Obviamente, la violencia ... es tan antigua como nuestra especie pero en Europa no había rastros de una verdadera guerra, de un conflicto armado, tan remoto en el tiempo como el hallado y documentado en la Rioja Alavesa. Lo sabemos por un nuevo análisis de más de 300 conjuntos de restos óseos que forman parte de un enterramiento colectivo descubierto en un abrigo natural. Se conoce con el nombre de San Juan ante Portam Latinam y fue hallado en 1985, a 2,7 kilómetros de Laguardia (Álava), cuando se realizaban trabajos de ampliación de un camino agrícola.
En un estudio publicado este jueves en la revista Scientific Reports, un equipo de investigadores de las Universidades de Valladolid, País Vasco y Cantabria, entre otros centros, describen el análisis de esos restos y determinan que tanto el número de personas heridas como el porcentaje desproporcionadamente alto de hombres afectados sugieren que las lesiones fueron el resultado de un período de conflicto violento, que podría haber durado al menos meses.
La investigadora Teresa Fernández-Crespo y sus colaboradores volvieron a examinar los restos óseos de 338 personas que fueron sepultadas en esa cueva poco profunda en busca de evidencias de lesiones curadas y no curadas. En ese mismo lugar, en sedimentos datados con radiocarbono en 5.000-5.400 años de antigüedad también se hallaron 52 puntas de flecha de pedernal. Investigaciones anteriores encontraron que 36 de ellas tenían daños menores asociados con el impacto en un objetivo.
Los autores de esta nueva investigación encontraron que el 23,1% de los individuos tenían lesiones esqueléticas, y el 10,1% tenía lesiones sin curar, sustancialmente más altas que las tasas de lesiones estimadas para ese momento (7-17% y 2-5%, respectivamente). También encontraron que el 74,1% de las lesiones no curadas y el 70% de las heridas curadas habían ocurrido en hombres adolescentes o adultos, una tasa significativamente más alta que en las mujeres. Una diferencia no observada en otros sitios europeos de mortalidad masiva del Neolítico.
La tasa general de lesiones, la mayor tasa de heridas entre los hombres y los daños observados previamente en las puntas de flecha sugieren que muchas de las personas en el lugar del entierro estuvieron expuestas a la violencia y pueden haber sido víctimas de esa guerra. Según los autores, la tasa relativamente alta de heridas curadas sugiere que el conflicto continuó durante varios meses. Las razones de ese conflicto armado no están claras, pero los autores especulan sobre varias causas posibles, incluida la tensión entre diferentes grupos culturales de la región durante el Neolítico tardío.
Los conflictos violentos durante el período Neolítico europeo (hace aproximadamente entre 9.000 y 4.000 años) siguen siendo poco comprendidos. Investigaciones anteriores han sugerido que consistían en incursiones cortas que duraban no más de unos pocos días y que involucraban a pequeños grupos de hasta 20 a 30 personas. Se suponía que las sociedades primitivas carecían de las capacidades logísticas para soportar conflictos armados más largos y de mayor escala, señalan los científicos españoles en la revista Scientific Report. Anteriormente se pensaba que el conflicto de este tipo más antiguo en Europa ocurrió durante la Edad del Bronce (hace aproximadamente entre 4.000 y 2.800 años).
La violencia colectiva a pequeña y mediana escala, bajo la forma de confrontaciones entre grupos vecinos, puede ser tan antigua como la propia humanidad. Sin embargo, los conflictos armados, organizados y a gran escala, parecen estar asociados a la emergencia de ciertas condiciones socioeconómicas vinculadas al origen de la agricultura y la ganaderías, que habrían permitido la aparición de grupos con una apreciable densidad de población, un grado ya considerable de sedentarismo y una creciente importancia de la propiedad sobre los recursos. Pese a la creciente aparición de evidencias de masacres y enterramientos masivos, son muy raros los enterramientos de la época neolítica que presentan restos de más de 30 ó 40 individuos con heridas sin sanar en sus esqueletos, lo que sugiere que la mayoría habrían tenido origen en episodios violentos a pequeña escala.
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