El impacto entre los jóvenes del 'snus blanco', una forma de nicotina no regulada en España
Asociaciones y médicos advierten sobre esta sustancia, cuyo consumo aumenta en verano debido a los turistas
Marta A. Aznar
Lunes, 5 de agosto 2024, 20:16
El consumo de drogas entre jóvenes es un hábito común que aumenta en en periodos del año como el verano. Este es también el caso del snus, un producto de tabaco sin combustión, originario de Suecia y Noruega, que se consume colocándolo entre la encía y el labio superior. Esta droga a base de tabaco, agua y sal es altamente adictiva debido a su alto contenido en nicotina y está generando, en la actualidad, una gran dependencia entre los consumidores jóvenes influenciados por esta moda.
El origen del snus se remonta al origen del tabaco sin humo. El tabaco molido que comenzó a consumirse en europa durante el siglo XVI llegó a países nórdicos como Suecia a través de la aristocracia francesa y, desde el rapé, –el polvo a base de hojas de tabaco secas que se consumía por la nariz– evolucionó a lo que es hoy, diferenciándose de este último por su forma de consumo y la fermentación de su compuesto principal: el tabaco.
En la actualidad, esta droga en bolsitas está prohibida en la Unión Europea, excepcionando sus países de origen, –Suecia y Noruega–, donde su uso es tan común que ha llegado a erradicar casi por completo el hábito de fumar. Sin embargo, el consumo del 'snus blanco', compuesto por nicotina sintética, no está regulado en España, por lo que distintas asociaciones y médicos advierten sobre sus peligros y exigen su prohibición.
Con la llegada del verano, algunos turistas nórdicos están introduciendo el snus en España, pues los visitantes son incapaces de deshacerse de hábitos tan arraigados. Así, este fenómeno contribuye a la creciente popularidad de la droga entre los turistas durante la temporada estival, comenzando a trascender las fronteras geográficas en los comportamientos de consumo de la población.
Sin embargo, el uso frecuente del snus puede tener significativas repercusiones para la juventud. Al tratarse de un producto sin humo que se coloca discretamente debajo del labio, su consumo resulta más sencillo en comparación con los cigarrillos tradicionales, pudiendo incluso ser utilizado en espacios cerrados, lo que incrementa su atractivo entre adolescentes y jóvenes adultos. Además, su sabor, que suele ser neutro o en ocasiones mentolado, facilita su aceptación social y puede acelerar la dependencia a la nicotina.
Adicción entre jóvenes y otras consecuencias negativas
En muchos casos, el consumo de snus entre jóvenes está motivado por la búsqueda de aprobación social y la necesidad de pertenencia a un grupo. Desde la clínica Salud en Mente, su directora y psicóloga especializada en psicología infantil, Conchita Sisí, asegura que esta conducta se ve reforzada por la percepción de que formar parte de la moda del snus facilita esa aceptación en ciertos círculos sociales, donde la presión del entorno juega un papel significativo: «El deseo de ser parte de un colectivo y de adaptarse a las normas y comportamientos del grupo contribuye a la adopción de este hábito» afirma Sisí.
Por ello, la población joven es más susceptible a desarrollar una adicción rápida debido a la forma discreta de consumo y a su alta concentración de nicotina, lo que podría derivar en un incremento de problemas a causa de este estimulante orgánico altamente adictivo, incluidos trastornos de ansiedad y problemas cardiovasculares.
Con el snus, el proceso de dependencia puede ser más acelerado que en el caso del tabaco tradicional. En primer lugar, la alta concentración de nicotina permite una absorción más rápida a través de las mucosas bucales, lo que conlleva una respuesta inmediata del sistema de recompensa en el cerebro. Así, el estimulante actúa sobre los receptores de acetilcolina, liberando dopamina y creando una sensación de placer y bienestar, lo que incrementa la probabilidad de que el consumidor vuelva a hacer uso de la droga una segunda vez.
Sin embargo, aunque durante el primer consumo muchas personas también experimentan síntomas inmediatos como mareos, náuseas y visión borrosa por su potente efecto, los factores mencionados anteriormente acaban promoviendo un desarrollo rápido de la dependencia, ya que el cerebro se adapta a la presencia constante de nicotina y comienza a requerir dosis regulares para evitar los síntomas de abstinencia o la ansiedad.