El error que cometen los padres que dan a sus hijos zumos industriales y patatas fritas

Somos lo que comemos no es tan solo un dicho. El primer paso para cuidarnos y tener una vida sana empieza por lo que comemos. Una dieta equilibrada y una vida activa físicamente son los pilares de una buena salud.

También hay que reconocer que mantener este estilo de vida requiere esfuerzo y dedicación por nuestra parte. Es fácil descuidarse de vez en cuando y tener un día de excesos, por eso es importante cuidarse el resto del año.

En el caso de los niños es especialmente importante cuidar su alimentación porque todavía están en desarrollo y un desequilibrio en su dieta puede derivar en problemas de obesidad, problemas cardiovasculares e incluso diabetes.

«Lo peor que puede comer un niño es un zumo industrial y patatas fritas», afirma Pablo Pérez Martínez, especialista en Medicina Interna del Hospital Reina Sofía de Córdoba, durante una entrevista con el diario ABC sobre el ensayo clinico que lleva a cabo en el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) con el que quiere probar la eficacia de la dieta mediterranea ante las pérdidas de memoria de los mayores.

«No conocemos los nutrientes ocultos de los alimentos. Asumimos que lo que compramos en el supermercado son alimentos sanos», comenta el experto. «Asumimos que es sano porque es un zumo, cuando esconde azúcares y sales muy dañinas». También debemos evitar en la dieta de los niños patatas fritas y snacks de bolsa, de acuerdo a Pablo Pérez, están repletos de grasas trans, sales y azúcares perjudiciales para los más pequeños de la casa. «Es de las peores costumbres que podemos inculcar a nuestros niños», afirma.