Cómo detectar y tratar la adicción a las compras

¿El adicto a las compras nace o se hace? Pues según algunos expertos psicólogos, las dos cosas. Por una parte hay que tener en cuenta que existe cierta vulnerabilidad cerebral para las adicciones, pero al mismo tiempo se requiere una interacción con dicha adicción, por lo que el empezar y mantener esa problemática tiene un gran componente comportamental, cognitivo y emocional. Esto significa que tanto el entorno familiar como social, además de la manera de gestionar las emociones, son elementos que marcan si una persona es más o menos propensa a ser adicta a gastar comprando. Presta atención estos días y ten cuidado, pues las ofertas de Black Friday son una oportunidad para caer en estos problemas.

Cualquier persona que compra algo que le gusta, siente una sensación placentera, una recompensa, que lleva implícito un componente que nos alivia y refuerza la conducta. En ocasiones, si el usuario recurre a las compras cuando se encuentra mal y necesita un empujón, esa acción puede llevarle a desarrollar la adicción. Cuando va cogiendo fuerza, el deseo urgente de hacer algo que reporta un beneficio se irá incrementando si la persona está expuesta al estímulo. De ahí que en una familia donde los recursos sean limitados se tenderá menos a aliviar las emociones gastando, ya sea en objetos, ropa, alimentos o cualquier cosa que satisfaga las emociones. Cuando se da el caso contrario, y no hay problemas de dinero en el entorno familiar, ese freno no existe y facilita la compra adictiva.

En ambos caso este tipo de adicción puede generar dificultades financieras, llegando a utilizar préstamos u otro tipo de financiaciones para conseguirlo. Estos problemas económicos se han visto incrementados con la llegada de la compra a través de internet, con todo tipo de facilidades. Los nuevos sistemas de pago instantáneo entre particulares, el llamado Bizum, entre otros, facilitan la adicción por su facilidad, rapidez y accesibilidad.

El perfil más proclive a padecer el problema es el de los adolescentes, según grupo de edad, y mujeres, en cuanto al sexo. Lo más característico a la vez que peligroso es que en muchas ocasiones, los usuarios ni siquiera son conscientes de que sufren esta adicción hasta que se ha convertido en un obstáculo importante en su vida. Para detectarlo, hay algunas señales a las que se debe estar atento:

- La persona invierte mucho tiempo en realizar sus compras.

- Cada vez necesita comprar más y en mayor cantidad para aliviar el impulso.

- Se percibe un cierto descontrol en el individuo mientras realiza las compras.

- Cuando se ve privado de realizarlas, denota malestar o enfado.

Si observas estos síntomas en alguien de tu entorno o en ti mismo, lo más recomendable es pedir ayuda. Una vez que se ha tomado conciencia de la adicción se necesita apoyo y motivación para salir adelante. En este punto resulta vital dejarse tratar por un experto en adicciones, que no sólo ayudará a comprender cómo funciona la adicción sino también a manejar las herramientas para luchar contra ella.

El primer paso es el control de la adicción mediante los canales donde se desarrolla la misma: internet, tarjetas de crédito y dinero en metálico. A la vez, se va a trabajando desde la parte de los pensamientos, y emociones, así como entrenando herramientas alternativas para hacer frente a los diferentes impulsos.

Cuando la persona se encuentra preparada, es el momento de trabajar la exposición al objeto de deseo o la compra, con prevención de respuesta. El objetivo es que aprenda y tome conciencia de que es capaz de enfrenarse al objeto de la adicción sin tener el impulsos de ejecutarlo, y si lo tiene, que sepa tolerarlo sin realizar la compra.

• Temas
• Black Friday