Cuatro consejos para que el termo eléctrico te dure más tiempo y ahorrar en la factura de la luz

Dependiendo del tipo de vivienda y el consumo que hagas del agua caliente es más recomendable tener un termo eléctrico o un calentador de gas. En el caso de que dispongas de un termo eléctrico o te hayas decidido por instalar este aparato en casa, no es necesario que lo revises con tanta frecuencia. Esta es una de las ventajas frente al calentador. Aun así, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda que sean revisados cada dos años por parte de un técnico profesional.

Su instalación es más barata y si tienes contratada una tarifa regulada podrás programar su consumo a las horas más baratas. Aunque si el termo eléctrico es antiguo y no cuenta con esta opción, puedes utilizar este truco que te ayudará a gastar menos de luz.

Si tienes pensado comprar un aparato nuevo, la OCU indica que es crucial elegir bien la capacidad. Por su funcionamiento, en los termos eléctricos que no calientan el agua al instante, debes buscar un modelo de capacidad suficiente para adaptarse a las necesidades de tu hogar, tanto por la cantidad de agua como por los hábitos de consumo. Por eso, recomiendan que selecciones un aparato que no solo cubra la demanda diaria por persona, sino que tenga cierta holgura para poder afrontar días de exceso de demanda. Para ayudarte en tu compra puedes tomar como referencia el dato sobre el consumo medio en España: suele ser de aproximadamente 35 litros al día por persona entre la ducha, el uso del lavabo y lo que se gasta en fregar los platos.

Por tanto, la estimación que hace la organización sobre la capacidad mínima que debe tener el termo es la siguiente:

- 50 litros si vives solo.

- 80 si sois dos personas.

- 100 litros si sois tres personas.

- 150 si sois cuatro personas.

- 200 si sois 5 personas.

Aunque si en casa soléis tomar las duchas a la misma hora, o estimas que a alguna hora del día hay un consumo alto y simultáneo de agua caliente, es aconsejable que la capacidad del termo sea algo mayor que la que se indica en la tabla.

Por otro lado, también es importante que cuando vayas a comprar un termo eléctrico elijas el tipo de resistencia adecuada. Si es blindada va sumergida directamente en el agua, por lo que la transmisión de calor es directa y más rápida. La desventaja de las resistencias blindadas es que son más vulnerables al desgaste debido a la cal del agua y, además, para sustituirlas en caso de avería es necesario vaciar la cuba. Los termos eléctricos con este tipo de resistencia suelen recomendarse para zonas con agua blanda.

Los termos con resistencias eléctricas envainadas son más aconsejables para las áreas con agua dura porque va alojada en un cilindro y, por tanto, no está en contacto directo con el agua. Se desgasta menos y es más fácil de cambiar, pero el agua tarda más en calentarse. También debes tener en cuenta que cuanta más potencia tenga la resistencia más rápido se calentará el agua.

Después de instalar un termo eléctrico, además de necesitar una revisión cada dos años, puedes aplicar los siguientes consejos de la OCU para que te dure más tiempo y ahorrar en la factura de la luz.

- Para mantener en buen estado el aparato y no gastar más de lo necesario es aconsejable que desconectes el termo en periodos donde no lo vayas a utilizar, por ejemplo, cuando te vayas de viaje. Reducirás el consumo y también el deterioro del aparato.

- Sustituye el ánodo periódicamente, pues esta pieza previene la corrosión de los metales en contacto con el agua. La dureza del agua y la acumulación de cal puede hacer que deje de funcionar correctamente, poniendo en peligro al equipo. Es una pieza que se puede sustituir con facilidad y se recomienda cambiarla al menos cada dos años.

- Resetea el termostato: en ocasiones, el termostato se desajusta y conviene resetearlo para asegurarse de que calcula bien la temperatura.

-Presta atención a las resistencias. La cal se puede depositar en ellas y reducir la eficiencia del termo drásticamente. Si esto ocurre, avisa al técnico.

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