La COP30 decepciona y acaba sin acordar medidas contundentes contra los combustibles fósiles
Tras una noche de intensas negociaciones en Belém, los países aplazan a 2026 las decisiones clave pero pactan reforzar la financiación
La Cumbre del Clima que se ha celebrado este año en el estado brasileño de Belém ha tenido un final decepcionante para los estados partidarios de que se hiciese una mención clara al fin de los combustibles fósiles, causantes directos -según la Ciencia- del calentamiento global y el cambio climático.
El texto final, acordado sin pocas quejas por algunas faltas de rigor en el formato del procedimiento, no contemplaba ninguna hoja de ruta para abrazar la transición energética hacia un modelo limpio.
A pesar de que éste fue el objetivo inicial que se fijó la presidencia brasileña del encuentro internacional, y de que éste se prorrogó un día más de lo previsto por la negativa de varias decenas de estados a rubricar el acuerdo final sin una mención expresa a esta meta, finalmente la COP30 se clausuró ayer con un texto descafeinado que no avanza en los compromisos climáticos.
«No es un paso atrás, al menos», valoró en cambio la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, que participó en las negociaciones. Eso sí, reconoció: «No estamos contentos». Las críticas al desempeño de esta cumbre amazónica no han faltado, especialmente por parte de países latinoamericanos, Colombia y Panamá entre ellos.
También desde la sociedad civil, representada por las oenegés, el encuentro ha calificado como «el más opaco» que recuerdan, como han señalado desde Ecologistas en Acción. Greenpeace, por su parte, concluyó que lo sucedido «no está a la altura de la urgencia que reclama la ciencia».
«La declaración final no incluye una hoja de ruta, que estuvo sobre la mesa, para la eliminación de los combustibles fósiles ni un plan concreto para detener la deforestación, ni pasos significativos en la financiación climática. Las divisiones geopolíticas han vuelto a poner de manifiesto la desconexión de algunos gobiernos con la realidad de las personas que están sufriendo los impactos de la crisis climática en todo el mundo», reclaman desde la citada organización ecologista.
Ni ambición ni senda
Voces del mundo científico, algunas recogidas por SMC, coinciden en el diagnóstico. Es el caso de Daniela Schmidt, catedrática de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol (Reino Unido), quien valora que esta COP «no ha cambiado esta senda, no ha aumentado la velocidad ni la ambición». Y añade: «Actualmente nos encontramos en una senda de calentamiento con consecuencias devastadoras para muchas regiones, pueblos, economías y ecosistemas. El cambio climático no se detendrá porque no reconozcamos lo que hay que hacer».
Tras la aprobación del texto final, presentado este año bajo el nombre de Muritao, el presidente de la COP30, André Correa do Lago, reconoció que las negociaciones habían sido difíciles. «Sabemos que algunos tenían mayores ambiciones en algunos de los temas en cuestión», dijo. Así, la Cumbre de Brasil, que da el relevo a Australia en la presidencia ya Turquía la sede, ha servido para escenificar la profunda división que existe entre los gobiernos de cara a afrontar la crisis climática. En esta ocasión, el tanto se lo anotan los 'petroestados', auspiciados por una gran potencia como Estados Unidos, que ni siquiera ha enviado una delegación oficial este año.
El único punto positivo que ha sido destacado por todos los participantes fue el compromiso de triplicar la financiación para los países en desarrollo que necesitan afrontar ya el clima extremo.