Cinco reformas muy comunes para las que debes pedir permiso a la comunidad de vecinos

Los propietarios de una vivienda que se encuentra dentro de una comunidad no siempre tienen plena libertad para realizar reformas en su hogar. Aunque el piso no sea de alquiler, existen determinadas modificaciones que, debido a su impacto en el edificio o en las zonas comunes, requieren su consentimiento por parte de tres quintas partes de los residentes.

Los trabajos que se realicen dentro del inmueble y que no afecten a terceros, como la renovación de baños, el cambio de suelo o la modificación de la distribución interna de habitaciones, están exentos de esta aprobación, tal y como indica el artículo 7 de la Ley de Propiedad Horizontal. Sin embargo, hay cinco obras muy habituales que obligan a contar con el visto bueno.

Aquellos que quieran cerrar la terraza, deberán comunicarlo a la comunidad de vecinos. El motivo es que este tipo de reforma afecta directamente a la fachada del edificio y, por lo tanto, puede alterar la estética. Esto también se aplica a los balcones, independientemente de si el cerramiento es parcial o total.

Cabe destacar que para acometer esta transformación exterior también hay que pedir un permiso al ayuntamiento. Además, como explica Fotocasa, en caso de cerrar el espacio ilegalmente, podrían denunciarte por infracción urbanística, ya que se está incrementando la superficie construida de tu vivienda.

El consentimiento de los vecinos también será imprescindible en el caso de querer colocar un toldo. Por lo general, la junta suele establecer una serie de normas sobre el color, el diseño y otros aspectos relacionados con su instalación. Estas directrices tienen el objetivo de mantener una armonía estética y evitar que las modificaciones individuales interfieran con la apariencia general del bloque. Por ello, en la mayoría de casos no se podrá salir de esta guía.

La instalación del aire acondicionado también está sometido a aprobación. El motivo es que, aunque el aparato con el que se obtiene la climatización se encuentre en el interior, el sistema tiene un dispositivo con salida al exterior para expulsar el aire. Si se coloca en la fachada, habrá que comunicarlo. Por el contrario, si se decide situar en la galería, no sería necesario, ya que no afecta a la apariencia de la finca.

Aquellos que quieran pintar alguna zona exterior también deberán someter a consenso su idea. A su vez, esta obra también exige una licencia de obra por parte del ayuntamiento. Tal y como indica Fotocasa, el consistorio exigirá que se presente el proyecto junto a los documentos gráficos que indiquen cuál es la superficie que se va a pintar.

En el caso de querer cambiar la puerta de entrada, por lo general, no se deberá pedir permiso. Sin embargo, si lo que se pretende es ampliar el tamaño de la puerta o cambiarla de sitio, sí será necesario su permiso. No obstante, se recomienda consultar los estatutos de la comunidad para comprobar qué aspectos están regulados y así poder asegurarse de que se cumplen todas las normativas.