Una azafata desvela qué ocurre si alguien fallece en un vuelo

Cada trabajo tiene sus secretos. Ya sea en el sector de la construcción, transporte u hostelería hay cuestiones que solamente conocen aquellos que pertenecen a ese mundo, que suscitan el interés del resto de la sociedad y que al conocerse desatan la sorpresa de muchos.

Entre todas las incógnitas, las que más llaman la atención son las que tienen que ver con las aerolíneas. En numerosas ocasiones las azafatas han compartido aquellas experiencias que han tenido a bordo de un avión. Por ejemplo, una auxiliar de vuelo contó las malas costumbres de la gente durante un viaje o por qué no deberías tomar café o té en los trayectos en este medio de transporte.

Y estas no son las únicas revelaciones que se han conocido. Una azafata ha desvelado qué ocurre si alguno de los pasajeros muere durante el viaje. @nora.imon ha compartido en su cuenta de Tik Tok cómo gestionó su compañía el fallecimiento de una de las personas que viajaba en el avión en el que ella se encontraba trabajando.

Esta tripulante de cabina resalta que lo que explica en este vídeo «no es una verdad universal», ya que puede ser que cada aerolínea tenga un protocolo diferente. Antes de contar cuál fue el procedimiento que ella tuvo que seguir ha desmentido algunas de los mitos que existen alrededor de estas situaciones.

«He leído algunas cosas que me han explotado la cabeza», reconoce. Una de las suposiciones más comunes es que el cadáver es trasladado al 'crew rest', la zona donde la tripulación descansa. Según Nora, esta opción no es viable. «No son habitaciones como las de un hotel, son camas muy pequeñas con accesos a través de trampillas por lo que sería una locura trasladar por ahí a una persona inconsciente. Además, en nuestro avión no había».

También están los que creen que el cuerpo se lleva a aviónica. «Esta es la parte de debajo de donde van los pilotos y están todos los ordenadores para controlar el avión. Ahí no puedes meter nada y menos a bordo, imagina que tocas algo. Sería imposible». También desecha la idea de que la persona sea transportada hasta la bodega.

Lo cierto es que la respuesta es más sencilla de lo que se puede llegar a creer. Según revela, la mejor opción es no mover el cadáver, por varios motivos. Uno de ellos es por «discreción»: «Imaginad que ese avión tiene 50 filas y el pasajero se ha muerto en la 42, evidentemente la gente se va a enterar pero quizás la de la fila 1 o de la cabina 1 no. Por lo tanto es totalmente innecesario hacer correr la voz de que hay un muerto a bordo y crear pánico. También por si el fallecido viajaba acompañado por un familiar».

Otra de las razones es el 'rigor mortis'. Este es un estado en el que entra el cuerpo después de la muerte y que contrae todos los músculos. «Si llevas a una persona a un baño o a cualquier otro sitio sería imposible sacarlo». Tampoco es una opción dejarlo en otras estancias como un pasillo «porque para el despegue y el aterrizaje tiene que estar asegurado», señala.

Por ello, el procedimiento más habitual es dejar el cuerpo justo en el asiento y cubrirlo con una manta o con almohadas para que «parezca que está durmiendo». Además también dependerá de «si viajas solo o con algún familiar. Además, para que en caso de que haya turbulencias o en el despegue y aterrizaje el cuerpo no venza, también se sujeta el cuerpo con algún cinturón para impedir los movimientos».

«No suele pasar mucho, pero si lo hace hay que hacer algo, por esa persona, por la familia y por el resto de pasajeros. Cuanto más normal y discretamente se hagan las cosas mejor para todos».

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