Los 3 productos que tienes en casa y dejan las joyas de oro como nuevas

Quizás tengas joyas de oro en casa que ya no usas por su aspecto sucio y su tono oscuro, nada bonito para lucirlas. Pero no necesitas productos especiales o acudir a un establecimiento especializado para limpiar este tipo de material tan valioso. Solo necesitas tres productos para dejar tu accesorios favoritos como nuevos y te sigan acompañando en tus mejores momentos.

Y es que las joyas no solo poseen, dependiendo por supuesto del tipo de oro, un valor económico, sino que para muchos esconden un importante significado sentimental, que se acaba convirtiendo en un amuleto. Tanto si se trata de la herencia de tu abuela o un regalo de alguien importante como si es una alhaja que simplemente te gusta o te da buena suerte debes saber que su limpieza no supone ni mucho menos dejarse dinero. Si dispones en tu cocina de bicarbonato, vinagre y jabón puedes ponerte manos a la obra para que tus joyas recuperen su aspecto original.

Las propiedades del bicarbonato lo convierte en un producto imprescindible en casa. Sirve para quitar las manchas en la ropa blanca, lavar sartenes, el horno o el microondas, y para aliviar el dolor estomacal. Tan versátil que te ayudará también a dejar tus joyas de oro con un aspecto reluciente. Para ello, cubre un recipiente de vidrio con papel de aluminio y pon encima las alhajas. Después, cúbrelas por completo con el bicarbonato. Por otro lado, pon agua a calentar hasta que hierva. En este momento, echa el agua en las joyas y cuando pasen 5 minutos frota con un cepillo de cerdas suaves. Una vez que elimines la suciedad enjuágalas con agua fría y sécalas con un paño.

Este producto culinario es muy eficaz, pero más aún combinado con el bicarbonato. Si optas por esta opción, incluye dos cucharaditas de agua por cada tres de bicarbonato y mezcla hasta crear una consistencia como la de una pasta de dientes. Con un algodón esparce la mezcla en las joyas. A continuación, echa el vinagre blanco. Cuando pasen 5 minutos enjuágalas con agua templada y sécalas con un paño.

Para limpiar el oro puedes usar el jabón que empleas para lavar la vajilla de casa, o hacerlo con un jabón neutro. Primero, echa agua templada hasta llenar un recipiente. Después, añade un poco de jabón y mezcla bien. Ahora, mete las joyas durante 15 minutos como máximo. En caso de que esto no sea suficiente para quitar toda la suciedad, frota cuidadosamente con un cepillo de dientes de cerdas suaves. A través de movimientos circulares conseguirás eliminar el color oscuro por completo. Por último, sumerge de nuevo las joyas en agua caliente y sécalas con un trapo.

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