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Yacente y Caridad sentencian la Pasión en una tarde desapacible en Murcia
Las últimas cofradías que realizan estación de penitencia lograron salir mientras se convocaban las vigilias pascuales
Fue una tarde desapacible pero, al menos no llovió sobre la ciudad de Murcia. De esta forma pudo salir a las calle la procesión del ... Rosario en sus Misterios Dolorosos, la segunda propuesta nazarena para la Semana Santa de la Cofradía de la Caridad y que procesiona una imponente talla de Ramón Cuenca.
La institución, que viste túnicas de color negro, volvió a inundar de recogimiento y fervor el corazón de la urbe mientras la tarde daba sus última bocanadas. En ese preciso instante, en la iglesia museo de San Juan se ultimaban los detalles para la celebración de la última estación de penitencia de esta Semana Mayor.
Es el cortejo de San Juan, que discurre ataviado de blanco luto hebreo, una espléndida propuesta de fervor y seriedad. Ya nadie recibirá en la ciudad caramelos, que esta procesión del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Luz en su Soledad, la última propuesta de penitencia a las puertas de la Vigilia pascual. De hecho, fue este sábado día de trasiego en todas las parroquias murcianas preparando las vigilias pascuales que darán paso, ya esta mañana la última procesión de la Semana Mayor: la que parte con el Resucitado de Santa Eulalia.
La tarde del Sábado de Gloria, cuando aún no es completa, el desfile del Yacente propone un Cristo de Diego de Ayala, sobre un lecho de flores, ya rendido a su destino, al que portan nazarenos con capuz completo, cubierta la cara en señal de penitencia y respeto, que saben conducir el bello paso por algunas de las esquinas más nazarenas.
Cuando el Yacente retorne a su iglesia museo, cuando las puertas se cierren y el último nazareno regrese a su hogar, estos días de Pasión habrán concluido. Queda ya para el recuerdo la tristeza en las tres cofradías (Perdón, Salud y Rescate) que no lograron sacar sus pasos y que tendrán que esperar todo un largo año para hacerlo. Sin contar a la Esperanza, que tuvo que suspender su procesión.
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