Pedro León arregla un mal arranque del Real Murcia en Sevilla

Lo que no se podía permitir el Real Murcia era una puesta en escena como la del Jesús Navas. Los primeros minutos del equipo grana en la ciudad deportiva del Sevilla fueron justo lo que no debe hacer un aspirante al ascenso, algo que en el equipo de Fran Fernández debe estar prohibido. Y es que el conjunto grana, arropado por más de cien seguidores en la grada, saltó dormido al césped, blando, sin energía y permitió que un joven Sevilla Atlético se pusiera por delante en el marcador sin hacer apenas nada. Y es que Mateo Mejía se aprovechó de un error de marca y posicionamiento conjunto de Antxón y Cadete para ganar metros en dirección al área visitante y batir con un disparo raso a un Gazzaniga que también pudo hacer más en el 1-0.

El Murcia recibía un torpedo a su línea de flotación y solo encontraba a Loren Burón sobre el campo, el único visitante proactivo de los primeros minutos, un término que utilizó el técnico grana en la previa del choque inaugural de la liga para definir qué equipo quería ver en esta liga. Además, el filial hispalense seguía teniendo más el balón y no se adivinaba una reacción grana, más bien lo contrario. Incluso Manu Bueno se probó desde lejos pero esta vez sí atajó con seguridad el portero grana. El Real Murcia estaba, contra todo pronóstico, desubicado, tocado, sin soluciones a la espera de que algo hiciera cambiar el rumbo de un choque que pintaba mal.

Al cuarto de hora, la única buena noticia para el Murcia fue la amarilla que vio Collado por una dura e involuntaria falta sobre David Vicente, que sí respondía por la derecha. Una falta que, además, volvió a cambiar el choque después de que la botara Pedro León y Darío Benavides derribara a Alberto González dentro del área. La pena máxima, clara, fue ejecutada de forma brillante por el muleño, que pegó el disparo al palo izquierdo de la portería de Alberto. Al menos el choque le daba una nueva oportunidad a un Murcia que tenía que volver a empezar tras un arranque para olvidar. El capitán grana fue valiente y más después del fallo en el último penalti que tiró la pasada campaña frente al Castellón que alejó a su equipo definitivamente del 'playoff'.

Los minutos posteriores al empate fueron granas, pero el Sevilla Atlético se vino arriba aprovechándose de algunas imprecisiones de la defensa murciana, sobre todo por el lado izquierdo. Pero cuando peor estaba el Real Murcia, justo en los segundos posteriores a una acción dentro del área grana que el colegiado pudo decretar como penalti, Pedro León se sacó una gran acción individual de la chistera para hacer el 1-2. El muleño tiró de sangre fría y a falta de velocidad sentó con la cadera a un defensor y engañó al portero para con un golpe suave alejar el balón en la red sevillista. El partido viraba radicalmente, aunque el Murcia todavía debía sufrir mucho.

Antxón mostró su fortaleza en el juego aéreo con un cabezazo en el minuto 34 que se fue desviado de la portería sevillista. El partido estaba demasiado caliente y el público local, que llenaba la grada principal del Jesús Navas, presionaba al árbitro y pedía penalti en cada acción cercana al área de Gazzaniga, que mejoró con el paso de los minutos. El Murcia estaba en riesgo pero consiguió anestesiar el choque gracias a un Loren Burón que provocó las amarillas de Mejía y Ramón Martínez, y también a futbolistas como Yriarte y David Vicente, de los mejores del Murcia en la primera parte junto a Pedro León, que a falta de la capacidad física de un veinteañero tiró de implicación y compromiso para ayudar a su equipo. Eso sí, el Murcia necesitaba cambios para la segunda parte y antes de arrancar sentó a Rojas, gris y con amarilla, y sacó a Juan Carlos Real.

La declaración de intenciones fue clara en el arranque de la segunda mitad: tener más el balón para sufrir menos. Y el Murcia lo consiguió en los primeros minutos ya que el filial del Sevilla no se acercó a la portería de Gazzaniga. Además, con Real jugando dejando detalles de calidad en la mediapunta y Pedro León en la derecha, el equipo de Fran Fernández fue más fiable y seguro. De hecho, el partido estaba para que el equipo grana lo sentenciara, aunque era de esperar un último arreón del equipo de Jesús Galván, cargado de futuros futbolistas de Primera y Segunda.

A los 66 minutos Fran Fernández sentó a Pedro León y sacó a Pedro Benito, lo que hizo jugar al Murcia con dos delanteros pese a que el gaditano comenzó escorado en la banda. El equipo grana, que no tenía prisa, necesitaba algo más, como lo que sucedió antes del 70. Y es que Pedro Benito, en una muestra de su capacidad de lucha, peleó hasta robarle un balón a Hormigo, lo que obligó al defensa sevillista a derribarlo cuando el atacante grana encaraba la meta local. Incluso la falta, que dejó al filial sevillista con diez, fue botada por el propio Benito y acabó con una mano de Sow que acabó en el segundo penalti a favor de los granas. La carambola podía ser redonda.

Lo peor fue que Carrillo lo tiró por encima del larguero y el error espoleó a los locales, que rápidamente se fueron para arriba, a pesar de contar con un futbolista menos. De hecho, Gazzaniga tuvo que salvar al Murcia con una gran parada a disparo de Sierra y que casi fue el colofón a un duelo que, a falta de engrasar la maquinaria, sirve al Murcia para llenar el depósito de la ilusión de sus aficionados.