Catorce años desde que arrancó un sueño que se convirtió en pesadilla
La Nueva Condomina fue concebida por Samper para llevar al Real Murcia a Europa, pero desde 2006 solo se asomó una vez a la Primera División
Ayer se cumplieron catorce años desde el estreno de la Nueva Condomina, ahora llamado Enrique Roca, recinto que ha presenciado más resbalones que tardes exitosas del Real Murcia. Un estadio que debía servir como punto de inflexión en la historia del club grana y que fue concebido como el escenario ideal para la transformación y despegue definitivo de la entidad centenaria.
De ser un equipo ascensor, con algunos periodos en Segunda B y hasta en Tercera, a consolidarse en Primera, ése era elobjetivo. Un recinto para 32.000 espectadores y con las comodidades de los mejores campos de España. Desde aparcamiento subterráneo a palcos VIP y otros lujos en un recinto preparado, incluso, para cuando el Real Murcia se convirtiera en un club europeo.
EL ESTADIO
-
Inauguración 11 de octubre de 2006. España-Argentina (2-1). El primer partido oficial del Real Murcia se disputó el 26 de noviembre de 2006 y le enfrentó al Real Valladolid (1-4).
-
15 temporadas de vida Una campaña en Primera (2007-08), seis en Segunda y ocho en Segunda B, incluyendo la actual.
-
Capacidad 31.175 espectadores, todos ellos sentados. Dispone de 163 localidades de Palco de Honor, 364 asientos VIP y 32 Palcos Privados, además de 572 plazas de aparcamiento subterráneo.
Pero lejos de despegar y asentarse en la élite, el Murcia ha ido decreciendo en prestigio hasta anclarse en la Segunda B, donde cumple su séptima temporada consecutiva, todo un récord negativo. El estadio era el ideal, pero la gestión del club no estuvo a la altura. Los Samper acumularon una deuda millonaria desde 2008 que llegó hasta los 50 millones.
Catorce años después de su inauguración del 11 de octubre de 2006, con un España-Argentina recordado por la grave lesión de Maxi Rodríguez y el pésimo estado del césped, el recinto ya no luce igual. Las zonas ajardinadas de los alrededores están descuidadas, igual que los accesos, los muros resquebrajados y los adoquines del estadio que da acceso a la tienda y entrada principal. También se nota el paso del tiempo en el interior, donde muchos de los sanitarios están deteriorados, igual que muchos de los asientos. No solo el tiempo es el culpable, también la penuria económica del club grana, que no tiene riñón para mantener esta instalación concebida para un equipo que iba a generar ingresos millonarios.
La cifra de 25.000 abonados del ejercicio 2007-08, el único del nuevo estadio en Primera, fue disminuyendo paulatinamente. De los 16.500 del año siguiente con Clemente, hasta los 8.678 del curso 2010-11, el estreno de la nueva casa grana en Segunda B.
Aunque el Murcia solo tardó un año en volver al fútbol profesional, el globo del nuevo estadio comenzó a desinflarse. La cifra de los 10.002 socios del curso 2010-11 fue bajando peligrosamente hasta llegar a los 7.820 del 2013-14, una temporada en la que, contra todo pronóstico, el Murcia de Velázquez rozó la Primera con la punta de los dedos, pero cayó en el 'playoff' ante un Córdoba que dejó muda a la afición grana.
Descenso administrativo
Tras el verano de 2014 y la guerra Samper-Tebas, el Murcia cayó en desgracia definitivamente. Como si de una maldición se tratara, el club grana ya no se ha acercado al fútbol profesional. El Hércules, ya en Segunda B, fue el siguiente en silenciar la casa grana en un decisivo partido de 'playoff', mientras que un año después le tocó el turno al Toledo de Onésimo. Esa campaña, la 2015-16, la Nueva Condomina registró su peor cifra de abonados con 5.127, la peor de la nueva era. Al año siguiente fue el Mestalla el que apeó al Murcia, también en la Nueva Condomina, del tren del ascenso a Segunda. Aunque lo peor han sido lo de los tres últimos años en los que el equipo grana ni siquiera ha jugado el 'playoff'.
La nueva casa del Murcia, la tercera del centenario club tras la Torre de la Marquesa y La Condomina, se le ha quedado tan grande que las últimas directivas incluso cerraron algún año la grada lateral para reducir gastos. Han sido catorce años (quince temporadas en total) con escasas alegrías y multitud de decepciones. Entre las primeras, el ascenso de Alcaraz, algunos buenos partidos en Primera como el empate ante el Real Madrid, la salvación del Murcia de Onésimo sobre la campana y los buenos partidos del año de Velázquez, pero poco más. La lista de batacazos sí es interminable, pero el club, con 33.000 accionistas repartidos por el mundo y más de 10.000 fieles en la Región, quiere romper el gafe y volver a ver el Enrique Roca lleno de ilusión.