Bravo, el único superviviente en la sala de máquinas

Lo llamativo es que, precisamente, es en el centro del campo donde el Real Murcia ha hecho más variaciones de cara a la futura campaña. Algunos futbolistas de esta posición han salido voluntariamente, y otros no. Como Manolo y Juanra, que fueron los primeros en no contar para Algar y Adrián ya que no contaban con contrato en vigor.

El primero, a sus 34 años, defendió al equipo centenario en 22 partidos de Liga, 15 de ellos de titular, mientras que el segundo, a pesar de tener un papel secundario, fue importante para Adrián Hernández apareciendo en 17 partidos y haciendo dos goles. El de Bullas, que fue de más a menos, jugará en el Racing Murcia de Tercera, mientras que el de Algezares, que fue irregular, aún no ha fichado por ningún equipo.

Ni el entrenador ni el director deportivo grana hicieron fuerza para quedarse con alguno de los dos, tampoco con Alberto Rodríguez, que fue víctima de de un error de cálculo de la secretaría técnica grana. El jugador de Lorca, en vez de tener ficha del filial y poder jugar con el Imperial cuando no fuera convocado por Adrián, partió la temporada con ficha del primer equipo, una circunstancia que le impedía ponerse a las órdenes de Javi Motos y que dejó sus guarismos en apenas 151 minutos jugados en Liga.

Además de Armando, que alternó la posición de centrocampista con la de tercer central en una defensa de cinco muy utilizada por el entrenador de Churra, también está en la rampa de despegue Víctor Meseguer, que podría recalar en un club de Segunda División en las próximas semanas tras ser una de las grandes sensaciones del año.

Si se produce la marcha del centrocampista de Alguazas, el único que seguirá en la sala de máquinas grana respecto al año pasado será Juanm Bravo, que a pesar de no hacer tanto ruido mediático como Meseguer, fue más importante para el equipo por su equilibrio y se determinación.

Bravo, al que también han seguido varios equipos de superior categoría, se afianzó definitivamente en el equipo titular del Murcia jugando como pivote y no pegado a una banda, donde lo situaba Salmerón, y donde no se encuentra tan cómodo. Bravo jugó 25 partidos, haciendo incluso el tanto que eliminó al Racing de Santander en la Copa del Rey.

Será el único superviviente en un centro del campo que ha sufrido una gran reestructuración y que contará con Youness, Yeray González y Abenza, si finalmente se desvincula del Almería, como nuevos fichajes. Unos jugadores que tendrán el listón alto respecto al pasado, aunque cuentan con experiencia en una competición, la 2020-21, que será clave en la vida de los clubes y que marcará el futuro del club grana.

Como ya adelantó LAVERDAD la pasada semana, el acuerdo entre el Real Murcia y el Espanyol para el traspaso de Josema era total desde hace unos días, aunque no se hizo oficial hasta ayer, una vez que el futbolista murciano pasó el reconocimiento médico en la ciudad condal.

El primo de Pedro León, después de ser seguido por clubes como el Granada, el Celta, el Betis y el Alavés, entre otros, se ha comprometido para las tres próximas temporadas con el equipo periquito y, aunque inicialmente será jugador del filial de Segunda B, entrenará a las órdenes de Vicente Moreno en más de una ocasión. De hecho, podría acompañar al cuadro blanquiazul en la concentración de pretemporada que realizará en Marbella durante los próximos días.

Cabe recordar que el extremo muleño terminaba contrato el próximo 30 de junio de 2021 y que a cambio de dejarlo marchar un año antes, el club grana recibirá 50.000 euros más IVA (cerca de 60.000) y un 15% de un futuro traspaso desde el Espanyol a un tercer equipo. Además, los gestores granas consiguieron incluir entre las condiciones de la venta que si el futbolista jugaba en partido oficial con el primer equipo, tanto en Primera como en Segunda División, la entidad murciana recibiría más incentivos económicos.

«He tomado esta decisión porque creo que es positiva para mi progresión», aseguró Josema en su carta de despedida de los aficionados a través de sus redes sociales, en la que además de asegurar que siempre «respetó la decisión final del club» el pasado verano cuando no lo dejó salir al Betis, club que ofreció 100.000 euros. También quiso agradecer al murcianismo el calor mostrado y dijo sentirse «eternamente agradecido por el cariño que me habéis demostrado cada día».