El Antequera, rival del Real Murcia, un equipo dominante que ha perdido la alegría en su fútbol

«Lo más importante es recuperar la alegría. En la primera vuelta estábamos cargados de ilusión y en ciertos momentos de la segunda el ganar se ha convertido más en una obligación. Eso hace que muchas veces te olvides de lo importante, que es disfrutar de lo que estás haciendo y jugar al fútbol», reconocía hace poco su entrenador Javi Medina. Venían de perder en casa ante el Yeclano Deportivo y tras esas palabras volvieron a caer ante la AD Mérida en su último encuentro como visitante. Seis de sus siete derrotas en la Liga han llegado en este 2025.

Si algo caracteriza a los blanquiverdes es cómo pretenden dominar los partidos con el balón. Sergi Guilló, su último verdugo, no dudaba al respecto: «Quizá es el equipo que más intenta jugar desde atrás, uno de los que más propone. Es bastante alegre, combina mucho. Juega con el portero, con muchas situaciones de tercer hombre... Tiene mucha gente con talento, sobre todo Chema Núñez y Luismi Gutiérrez. Son la guía del equipo».

Efectivamente, Chema y Luismi son capitales en el conjunto de Medina. Son dos de los tres jugadores que más veces han estado en el once inicial. El primero, interior, suma 33 titularidades y el segundo, 31. Además, Luismi, centrocampista o extremo, es el máximo goleador de los suyos con siete dianas. Ya ha cumplido 100 partidos con la entidad.

El Antequera se ha encontrado con un importante problema en la segunda parte del campeonato: los goles en contra. Es el segundo equipo del grupo más realizador (50), pero ha encajado hasta 46 tantos por los 29 del Ceuta, los 30 del Real Murcia o los 33 del Ibiza. De este modo, aunque en los últimos meses no ha reducido sus números en ataque, eso no está siendo suficiente. Terminó la primera vuelta con 27 goles marcados y 16 recibidos en 19 jornadas, una diferencia de +11. En 16 partidos de la segunda vuelta, suma 23 tantos a favor y hasta 30 en contra, un -7.

Las soluciones han pasado por matizar el sistema. El pasado fin de semana, ante el Sevilla Atlético, Javi Medina cambió el habitual 4-3-3 por un 4-2-3-1, con un doble pivote que sirviera de muro de contención. A pesar del 2-2, hubo satisfacción en la decisión desde el punto de vista defensivo. «La dinámica del equipo en los últimos dos partidos nos llevó a hacer correcciones. Hemos generado un poco más de equilibrio para evitar las transiciones que nos vienen dañando. Nos ha quitado un poco más de fluidez y de perfiles ofensivos que nos permitan llegar más al área», indicó al finalizar el choque Ignacio Goyenechea, segundo entrenador. Aspra, uno de los pivotes, se ganó una amarilla por parar un contragolpe, por ejemplo.

Cuarto clasificado, el primer puesto ya no es una opción. Pero el Antequera vendrá al Enrique Roca con el objetivo de no salirse del 'playoff' y de luchar por un ascenso al fútbol profesional tras el logrado en 2023 a Primera Federación. Sabe a lo que juega, pero ha perdido la alegría que le hizo volar. El Real Murcia tratará mañana de aprovecharlo.