Real Murcia-Mérida

Un tropezón irreparable en una cita clave

Pese a todos los errores, el Murcia se puso por delante gracias al empuje del público, pero metió la pata contra pronóstico cuando lo tenía todo de cara, con un gol a favor y con solo doce minutos para el final del choque. Fue un drama, pero también una muerte anunciada ya que todos los errores previos, los cometidos por el equipo grana desde el principio del curso, le pasaron factura este sábado. Y es que, con el potencial económico que el Murcia ha presentado esta campaña nunca debió llegar al final de temporada en una situación tan precaria, pendiendo de un hilo. Ahora el choque final frente al Atlético de Madrid B del próximo sábado ya no servirá para nada. Lo único bueno: que los gestores granas tendrán una semana más para tomar decisiones de cara al futuro.

La principal novedad en el once de Alfaro fue la presencia de Juanmi Carrión como extremo en el puesto de Loren, que se perdió el partido por sanción. La opción elegida por Alfaro parecía demasiado defensiva para un equipo que necesitaba ganar sí o sí, aunque el exjugador de Sabadell había demostrado en los últimos partidos que también podía aportar mucho al equipo grana en ataque. Además, en el banquillo se quedó Pedro León mientras que Carrillo recuperó la titularidad en detrimento de Amin, que volvió a ser suplente. Enfrente estaba un Mérida con los deberes hechos pero con ganas de reivindicarse en un escenario de Primera.

El Real Murcia intentó madurar el partido poco a poco frente a un Mérida que con un 4-2-3-1 que no emitía señales de peligro aparente. La única ocasión de los granas en los primeros compases llegó con un cabezazo desviado de Carrillo. Después el equipo grana fue el de muchas otras semanas en el Enrique Roca: mostraba intensidad pero solo era realmente peligroso cuando se acercaba a la meta rival por la banda derecha. A la circulación de balón del Murcia le faltaba velocidad y su juego se convertía en previsible. Los tres pivotes locales eran demasiado posicionales y su ataque se atascaba por el centro una y otra vez.

Lo mejor; la incertidumbre creada con los constantes saques de esquina del Murcia y las penetraciones por la derecha de Dani Vega, el mejor local de los primeros veinte minutos de partido. El equipo de Alfaro, pese a su necesidad, generaba pocas ocasiones de gol mientras que el Ceuta y el Recreativo, al mismo tiempo, ya ganaban sus partidos. Para colmo, una pérdida de Larrea propició una ocasión de gol de Sandoval que asustó a la afición del Murcia, que no paraba de animar.

El primer aviso serio de que el partido se podía complicar lo dio Beneit, que no hizo el 0-1 de milagro tras una gran jugada personal que terminó de encender las alarmas. Y mientras, en el equipo grana solo Dani Vega, también por la derecha, intentaba generar peligro, aunque no finalizaba las jugadas. Al menos en los últimos minutos el Murcia tiró dos veces a puerta, aunque los disparos de Carrillo y Juanmi Carrión se fueron muy por encima del larguero. Los granas necesitaban más en la segunda mitad para llevarse un partido vital para seguir soñando con el 'playoff'.

Pablo Alfaro quiso agitar a su equipo desde el vestuario, sin esperar más. Isi Gómez suplió a un Svidersky que no aportó nada en ataque, mientras que Pedro León relevó a Carrión, aunque la entrada del muleño supuso que Dani Vega, el hombre más peligroso del Murcia en la primera parte, tuviera que cambiar de banda. De hecho, con el movimiento el extremeño se diluyó y el Mérida comenzó a generar ocasiones de peligro y a mandar en el juego, incluso a base de saques de esquina. Isi Gómez perdió varios balones comprometidos y la grada comenzó a dudar de su equipo a la hora de partido.

El Ceuta seguía ganando con solvencia al Atlético de Madrid B y el Murcia necesitaba ganar para no despedirse del 'playoff' a una jornada del final. Alfaro metió a Amin, pero la siguiente jugada de peligro fue del Mérida. Concretamente, un contragolpe que Sandoval resolvió con un disparo que se fue rozando el palo. El Murcia estaba tocado, totalmente atascado, hasta que la afición grana decidió dar un paso adelante y sacar a su equipo del agujero. El Enrique Roca comenzó a rugir y asustó al Mérida.

La mejor ocasión grana de la segunda parte antes del gol llegó otra vez con Dani Vega como protagonista en un balón colgado al área que Carrillo remató a la media vuelta, aunque algo desviado. Fue la antesala del 1-0 ya que después de un disparo de Larrea flojo y centrado llegó la medida asistencia de Pedro León para que el propio Carrillo, esta vez con más precisión, colocara el balón en el fondo de la red con un gran cabezazo. La casa grana explotó con un tanto que permitía llegar al Real Murcia vivo hasta la última jornada de liga, con posibilidades de jugar el 'playoff'.

Pero el equipo grana, con ventaja en el marcador, se pegó un tiro en el pie. Sobre todo con la lesión de Carrillo y la entrada de Sabit, un pivote defensivo, que hizo que el equipo grana se metiera atrás. Pina tampoco estaba ya en el campo y el Murcia comenzó a sufrir más de la cuenta. Hasta que Mizzian, con un remate en el segundo palo que la defensa grana y Manu García nunca debió permitir, empató el encuentro. Sin duda que el cambio de Alfaro hizo que el equipo grana, lejos de buscar el segundo, se metiera atrás. Fue un mensaje equivocado del entrenador que debió apostar, quizás, por un futbolista más ofensivo para suplir al delantero del equipo.

No obstante y pese al golpe, el Murcia apretó hasta el final y tuvo varias ocasiones para hacer el 2-1, pero no acertó. Las dos más claras; un disparo desde la frontal de Sabit y una volea dentro del área de Baró, que se estrelló contra un defensor emeritense. El Murcia se embarulló y acabó de rodillas, en la lona, roto por el dolor y frustrado por la ocasión perdida.