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Aguilar de Campoo, pueblo palentino de aroma a galleta y brillante arquitectura

Aguilar de Campoo, pueblo palentino de aroma a galleta y brillante arquitectura

Este territorio castellanoleonés alberga importantes ejemplos de arte románico y forma parte del Camino de Santiago

ÁLVARO ROMERO

Miércoles, 17 de abril 2019, 11:19

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El bonito municipio de Aguilar de Campoo encuentra su sitio en el noreste de la provincia de Palencia, concretamente en la comarca de Montaña Palentina. Considerado como uno de los más bellos de la zona, fue declarado Conjunto Histórico- Artístico, entre otras razones por albergar multitud de valiosos ejemplos de arquitectura y patrimonio.

El río Pisuerga baña la localidad acariciando el casco urbano y dejando a su paso bonitos paisajes. Pero, si algún factor destaca entre su bello entorno ese es el embalse de Aguilar, un enclave singular donde divertirse al aire libre, en plena naturaleza, practicando deportes acuáticos, disfrutando de un baño o recorriendo los alrededores, a pie, a caballo o en bicicleta. Los amantes de la fotografía encontrarán allí el lugar perfecto para pasar horas y horas disparando con sus cámaras. Regala atardeceres mágicos.

La villa se caracteriza por su habitual aroma a galletas. En los años 60 Aguilar de Campoo llegó a contar con cinco fábricas de galletas ganándose el apodo de «el pueblo de las galletas». La industria agroalimentaria es parte importante de su economía, junto con un sector turístico pujante que apuesta por potenciar el territorio, el patrimonio natural y cultural del mismo.

Territorio románico

La provincia palentina es una de las grandes desconocidas por parte de los turistas, sin embargo aquellos que deciden visitarla y conocerla a fondo quedan prendados de su belleza y singularidad. Destaca por albergar importantes ejemplos de arte románico, pues acoge una de las mayores concentraciones de monumentos de este estilo de toda Europa. La localidad de Aguilar de Campoo es de las más importantes en este aspecto.

La arquitectura religiosa recuerda tiempos pasados y la importancia que tuvo en estas tierras la vida monacal. Entre ellos merece la pena destacar el monasterio de Santa María la Real, edificio románico construido entre los siglos XII y XIII. Durante la Edad Media se convirtió en uno de los principales focos artísticos y culturales de la zona.

Otros ejemplos a tener en cuenta son la colegiata de San Miguel, declarada Monumento Histórico- Artístico; la iglesia de Santa Cecilia, de estilo románico y levantada en el siglo XII; el monasterio de Santa Clara, aún ocupado y donde se elabora exquisita repostería y la iglesia de San Andrés, también románica.

Arquitectura popular

Aguilar de Campoo protege y cuida infinidad de plazas y edificios civiles de arquitectura popular castellana. Cuenta además con más de 100 escudos y blasones repartidos en fachadas de palacios y casonas.

En el centro de la villa y como eje de la misma surge la Plaza de España, muy cerca del cauce del río. De carácter porticado allí se sitúan la ya mencionada colegiata de San Miguel y el espectacular palacio de los Marqueses de Aguilar o de los Manrique, de estilo barroco del siglo XVI. Destaca su fachada de cantería adornada con el escudo de los Marqueses.

Más palacios importantes, dignos de ser visitados son el de Villalbos- Solorzano, de bonita fachada y patio clásico y la puerta de los Marqueses de Villatorre, de estilo renacentista burgalés. Se puede completar la ruta de edificios civiles visitando la Casa escudo Zorrilla, la Casa de los VII Linajes, la de los Velarde o el Puente Mayor, construido para salvar el cauce del Pisuerga.

Siempre alerta

Diferentes momentos históricos y periodos de conflictos hacían que la población siempre estuviera alerta para repeler posibles ataques e invasiones enemigas. Para ellos se construyeron diferentes fortalezas levantadas en robusta piedra que traslada al visitante al corazón de la Edad Media castellanoleonesa.

El castillo de Aguilar, declarado Conjunto Histórico- Artístico, se sitúa en lo alto de un peñasco a casi 1.000 metros de altura. Empezó su construcción el siglo XII, época de la cual se conservan algunos restos, aunque la mayor parte de los muros que hoy siguen en pie son del XIV y XV. Desde allí se puede disfrutar de espectaculares vistas tanto del entorno como del casco urbano.

La muralla protegía el contorno del centro antiguo, se levantó en el siglo XII y discurría en parte paralela al cauce del río. De las siete puertas que tenía originalmente se conservan seis. Puerta de Reinosa, del Paseo Real, de la Tobalina, del Hospital, del Paseo de la Cascajera y de San Roque.

Para saciar el hambre

En Aguilar de Campoo y sus alrededor se come bien y abundante. Allí se puede disfrutar de la carne de ternera de la Montaña Palentina, así como lechazos que se preparan en hornos de leña, según la receta tradicional de cocineros de la zona. En toda la villa y alrededores es típica la matanza del cerdo siendo habitual encontrar en las cartas de sus restaurantes varios platos dedicados a este producto.

Todo ello sin olvidar la cuidada repostería artesanal. Se elaboran manjares como leche frita, galletas de Aguilar o pastas y hojaldres artesanos de varios obradores de la villa.

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