Sobera y Pardo, en busca de la eterna madurez
El Batel acoge una comedia de Juan Luis Iborra que se ríe de la masculinidad en su estado más primitivo a través de dos hombres inmaduros que no saben vivir sin una mujer
Para ser testigo de una de las comedias del momento, solo tienes que acudir este domingo al Auditorio El Batel. El escenario se va a ... llenar de una inmadurez que desatará las risas y la amistad con un reperto brillante: Carlos Sobera y Ángel Pardo encabezan un elenco formado por Elisa Matilla, Lara Dibildos, Silvia Vacas y Arianna Aragón. La ocasión es 'Inmaduros', una obra dirigida por Juan Luis Iborra, guionista y director de renombre en numerosas películas, seres y teatro, así como ganador de premios como un Goya a mejor guion.
Inmaduros
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Cuándo Domingo, a las 20 horas.
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Dónde Auditorio El Batel, Cartagena.
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Cuánto Entradas: 18, 22 y 26 euros.
Con la producción de Pentación Espectáculos, la historia escrita por Juan Vera y Daniel Cúparo da vida a Alfi y Fideo, dos amigos de toda la vida que, en realidad, no pueden ser más diferentes. Alfi es un publicista, separado y con un hijo al que apenas ve, que rehuye de cualquier compromiso afectivo. Fideo, en cambio, es un psiquiatra muy conservador en sus costumbres y afectos, casado hace más de 25 años con su primera novia. Una noche, poco después de separarse de su mujer, Fideo va a ver a Alfi en busca de consuelo. Para ayudarle, obviamente a su manera, arma un plan para presentarle mujeres que lo alejen de la melancolía y la depresión; plan que Fideo acepta a regañadientes.
Juan Luis Iborra, ganador de un Goya a mejor guion, se pone al frente de la dirección de la obra
De este modo, cuatro mujeres reales y una virtual, a través de sus particulares percepciones de la vida y el amor, les van a hacer descubrir el lugar central que las mujeres y el mundo femenino han tenido en sus vidas. Se crea así una comedia «un retrato vodevilesco sobre la masculinidad en su estado más primitivo», en palabras de su director, que vuelve a la comedia con este proyecto. «Son dos hombres inmaduros que no saben vivir sin una mujer a la que poder piropear, seducir e incluso exhibir como si fuera un trofeo», describe. El choque llega cuando conocen a cuatro mujeres distintas que no encajan en ese mundo de hombres. «Ellas con sus personalidades les plantan cara llevando la obra a situaciones propias de la alta comedia, del teatro del absurdo y del vodevil».
«Las cuatro mujeres llevan la obra a situaciones propias de la alta comedia y el teatro del absurdo»
Además de divertir y hacer reír, la obra cumple con la misión de interpelar al espectador y hacerle pensar en las nuevas y variadas formas de relacionarnos. Sobera y Pardo se ponen en la piel de dos personas tan diferentes como Alfi y Fideo, dando lugar a una comedia ágil y reflexiva solo posible gracias a su química y versatilidad en escena. Ellos representan una inmadurez que puede estar a la orden del día, aunque la suya es algo diferente: una inmadurez de dos hombres que han pasado los 50 y que, por esas vueltas de la vida, se verán sorprendidos por fuera de lo imaginable y descubrirán, al final de todo, la verdadera fuerza de la amistad y el crecimiento personal.
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