El Nido: «Decimos las cosas sin rodeos»

–'La constancia', su último trabajo, ha supuesto una clara evolución para la banda a nivel tanto musical como mediático. ¿Sienten que este álbum ha supuesto un antes y un después?

–Este disco siempre ha tenido una entidad muy especial para nosotros. Después de las alegrías que nos dio el anterior 'Refugios a cielo abierto', quisimos tener un álbum del que sentirnos muy orgullosos y con el que, a la vez, pudiésemos disfrutar al máximo. Estamos muy contentos de ver que en la corta vida que tiene el disco ya se están produciendo ambas cosas. Además, los directos están siendo increíbles.

–Me encanta el título del disco porque creo que refleja también una de las piezas fundamentales dentro de su trayectoria.

–Quisimos plasmar en el título del álbum la forma en la que sentimos que nos encontramos ahora mismo como banda. 'La constancia' nace alrededor de dos años intensísimos de gira con el primer disco, el cual llevamos por ciento cincuenta escenarios. Es un álbum que muestra el universo de experiencias y sensaciones que hemos tenido. Muchas tienen que ver con la manera en la que percibimos el mundo que nos rodea y sobre el modo en el que nos entendemos entre nosotros en esta etapa.

–¿Ha variado el significado que le dan a la palabra con el paso de los años desde que comenzaron su carrera hasta hoy?

–Igual no ha cambiado, pero sí que ha variado mucho nuestra manera de escribir letras, desde luego. Sentimos que en 'La constancia' necesitábamos ser más literales. Decimos las cosas sin rodeos. Ha sido un proceso muy liberador.

–El disco subraya de una forma muy hermosa la importancia de la empatía.

–Sentimos que hay una deriva demasiado notable en la sociedad, en el modo en el que nos vemos los unos a los otros, especialmente entre las gentes que pensamos diferente, y que tiene que ver mucho con el separarnos y enfrentarnos. No lo entendemos. No queremos perder la esperanza y creemos que la manera de mantenerla es recalcar cada vez más y más fuerte el mensaje contrario: todo lo que nos une es infinitamente más importante y humano que lo que nos divide. Siempre.

–La tradición, el folclore y la raíz son tres pilares básicos dentro de El Nido, pero nunca los muestran desde la añoranza.

–Queremos poner en valor que la música tradicional vive hoy en día. No hace falta buscar demasiado para ver que hay mucha gente de todas las edades que sigue cultivando, cuidando y creando desde ahí. Nos inspira mucho. Es una fuente de conocimiento inagotable de lo que somos y del significado que tiene la música para nosotros como seres humanos.

–¿Compartirla con el público es lo que convierte realmente a una canción en una obra atemporal?

–La esencia de la música tradicional es tan humana que tiene una capacidad tremenda de hacer himnos. Es una experiencia bellísima cantar una composición tuya a coro con gente a quien también le ha llegado.

Además del citado concierto de El Nido, la decimoquinta edición del Cartagena Folk ofrecerá múltiples conciertos, actividades y talleres de títeres y danza con los que completará un fin de semana destinado a conquistar tanto a los fieles de la tradición como a quienes se acerquen por primera vez hasta el parque de la Rambla con curiosidad y ganas de pasarlo bien. En lo que respecta al apartado musical, esta tarde, a las 20.45, la banda de gaitas y percusión local Celtícue arrancará una jornada que contará también con las actuaciones del dúo vallisoletano Delameseta (22.30). El sábado, a las 12.30 y 13.00, turno para, respectivamente, Kabayla Zingary y Albardín, repitiendo los primeros a las 20.45. Posteriormente, a las 21.15, hora de Luar Na Lubre, veterana e ilustre banda que presentará su trabajo más reciente, 'XX - Encrucillada', tras recibir el premio Cartagena Folk 2025. Por último, el DJ y productor palentino Castora Herz pondrá el broche final al evento a las 22.30 con un espectáculo que lleva la música tradicional hacia los pasajes sonoros del electrofolk ibérico.