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Una pareja de visitantes contempla varias de las esculturas expuestas en el Museo Arqueológico de Murcia, ayer. :: vicente vicéns / agmBusto del emperador Adriano realizado en mármol blanco y procedente de Los Torrejones. A. DURÁN
El esplendor de las villas romanas

El esplendor de las villas romanas

Más de un centenar de piezas procedentes de distintos enclaves de la Región componen la exposición que el Museo Arqueológico de Murcia dedica a estos asentamientos rurales

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Viernes, 24 de mayo 2019, 23:32

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Nada más poner un pie en la segunda planta del Museo Arqueológico de Murcia (MAM) el visitante se encuentra con una de las piezas de reciente hallazgo más destacadas del patrimonio regional. Sobresalen su belleza, 'esculpida' en mármol blanco, y su excelente estado de conservación, a pesar de acumular más de dieciocho siglos de historia.

Es el busto del emperador Adriano encontrado a finales de 2014 en el yacimiento romano de Los Torrejones, en Yecla, y forma parte de la colección dedicada al periodo de Romanización del Museo Arqueológico Cayetano de Mergelina de esta localidad (MaYe), donde permanece habitualmente. No obstante, desde el pasado marzo se puede contemplar en Murcia dentro de la exposición 'Villae. Vida y producción rural en el Sureste de Hispania' del MAM.

'Villae' MURCIA

  • Dónde Museo Arqueológico de Murcia (MAM).

  • Cuándo: Hasta el 2 de junio. Visitas guiadas miércoles, viernes y sábados a las 18.30 horas.

  • Reservas en la web www.museosregiondemurcia.es o en el teléfono 968 23 46 02.

La magna escultura de Adriano es una de las 125 piezas que recoge esta muestra, dedicada al conjunto de villas romanas excavadas en la Región, de donde procede el grueso del material expuesto, complementado con algunas piezas de colecciones particulares. Entre estas últimas, figura otro busto del emperador Adriano (76 d. C.-138 d. C.) encargado de cerrar, en este caso, la exposición -es la última pieza del recorrido-, y de anunciar la misma en su cartelería.

La muestra, que cuenta con el comisariado de José Miguel Noguera, Luis de Miquel y Salvador Martínez, es una invitación a conocer cómo vivían los moradores de estas villas, cómo se estructuraban sus edificios y, sobre todo, cuál fue su papel en el desarrollo de ciudades como Cartago Nova.

Numerosos enclaves

La muestra exhibe piezas procedentes de Los Cantos, en Bullas; el Camino del Pedregal, en Jumilla; Rihuete, en Mazarrón; Fuente de La Teja, en Caravaca de la Cruz; Paturro, en Portmán; y Los Torrejones, en Yecla; entre otros muchos enclaves, a los que pone en contexto el audiovisual 'Villae. La huella romana en el mundo rural', realizado por la Fundación Integra y con el que se instruye al visitante sobre qué es una villa romana y para qué servían.

Tal y como recoge el tríptico de la exposición, «no es posible comprender las urbes sin el aporte productivo del campo, y este no se puede entender sin las instituciones cívicas que lo articulan desde la ciudad». Las villas se erigieron como las grandes despensas de los núcleos urbanos más poblados. Situadas en tierras fértiles, tenían como principal actividad económica la producción de alimentos. Prueba de ello es, por ejemplo, la almazara excavada en el yacimiento de los Villaricos, en Mula, considerada por los expertos como la «más grande» de la antigua provincia hispana. El enclave cuenta, además, con una bodega de gran tamaño, indicios ambos de que la villa muleña destinaba gran parte de sus recursos a la producción de aceite y vino. También la minería ocupó un lugar predominante en algunas villas, todas muy próximas a vías de comunicación que facilitaban el comercio y la exportación de sus productos.

Organizada en siete secciones, la muestra explica «las formas de poblamiento rural y la explotación del medio en el sureste hispano; el concepto de villa y su distribución a partir del siglo I d. C. en la actual Región; la casa del propietario y su familia; la vida cotidiana del hogar; la explotación y manufacturación de productos; los cementerios rurales asociados a las villas; y los procesos que marcaron el fin de este modelo de hábitat y explotación del territorio en torno a los siglos V-VI d. C».

Con este fin, a lo largo del recorrido se pueden contemplar todo tipo de cerámicas, monedas, ánforas, esculturas, capiteles, objetos de ornamentación, instrumentos de pesca de la época, teselas y piezas singulares como la Venus localizada en Los Cantos, y la cabeza femenina de mármol y blanco hallada también en Los Torrejones, en la misma campaña en la que fue encontrado el busto de Adriano, entre otras.

'Villae. Vida y producción rural en el Sureste de España' finaliza el próximo 2 de junio. Se puede visitar con guía los miércoles, viernes y sábados a las 18.30 horas previa reserva; y por libre, de martes a viernes de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas; sábados, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas; y domingos y festivos, de 11.00 a 14.00 horas.

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