Torrevieja ya estudia crear un cuarto centro educativo en prefabricadas ante la avalancha de alumnado
El alcalde propone a la Conselleria de Educación firmar un convenio para que el Ayuntamiento financie la construcción en ladrillo de los nuevos centros educativos que se necesitan
Lo de Torrevieja y la llegada de alumnos a sus colegios en masa parece ser una tendencia ascendente que no tiene previsto llegar a su fin. Al menos no en el corto plazo. Este curso se constituía en barracones el nuevo colegio número 15 en aulas prefabricadas. Con la mitad del presente curso escolar agotado, ahora Generalitat y Ayuntamiento ya se preparan ante una eventual fundación de un nuevo colegio número 16 en septiembre de 2025. Un centro en módulos provisionales que se ubicará, si finalmente es necesario, en la parcela que albergó en precario durante 17 años al colegio Amanecer, en la urbanización Mar Azul. Así lo han revelado este jueves el alcalde, Eduardo Dolón, y el secretario autonómico de Educación, Daniel McEvoy.
De formarse ese colegio número 16 sería el cuarto centro educativo de Torrevieja levantado en barracones junto al 14 y el 15 y el futuro instituto número 6. Ninguno de los tres tiene todavía siquiera un nombre. Las prefabricadas del colegio número 14 se encuentran en la avenida de los Nenúfares, junto al albergue de animales y el depósito municipal de vehículos. Una calle que se ha convertido en la 'avenida de las prefabricadas', pues, a continuación, se encuentran los alumnos de la sección delegada del instituto Torrevigía (futuro IES número 6) y el colegio número 15, situado en los barracones que, hasta este pasado septiembre, usaban provisionalmente los alumnos del colegio Inmaculada. Un centro que, pese a su reciente creación, cuenta ya con más de 400 alumnos, según reseñó el concejal de Educación, Ricardo Recuero.
La situación comenzó a descontrolarse especialmente a partir de la guerra de Ucrania. Torrevieja hasta entonces había contado con un único centro en barracones, el Amanecer, pero con la guerra al este de Europa el alumnado, impulsado por la llegada de familias ucranianas, empezó a crecer exponencialmente. Sin embargo, esta situación, lejos de frenarse, en los curso siguientes ha continuado 'in crescendo'. De este modo, estos nuevos centros levantados 'in extremis' han ido asumiendo a un alumnado mayoritariamente extranjero, cuyas familias se mueven mucho -igual que entran, salen al poco tiempo- y que, en muchos casos, presentan desconocimiento del idioma y/o necesidades educativas especiales.
Así, prefabricada tras prefabricada, la Generalitat, ya desde la pasada legislatura, ha ido parcheando la carencia de infraestructuras educativas en Torrevieja. Ahora, el actual Gobierno valenciano no tiene previsto en el corto plazo levantar colegios en ladrillo después de que la Generalitat inaugurara, ya en el actual mandato, dos centros educativos que fueron financiados e impulsados por el anterior Consell del Botánico en el marco del ahora cuestionado Plan Edificant: la construcción del colegio Amanecer en ladrillo y el derribo y reconstrucción del colegio Inmaculada.
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El Ayuntamiento da un paso al frente
Eduardo Dolón y el secretario autonómico, con tal de dar salida a medio plazo a esta delicada situación que mantiene la educación en Torrevieja contra las cuerdas, han dado cuenta este jueves del comienzo de las negociaciones para suscribir un convenio de colaboración entre Consistorio y Conselleria de Educación. Los términos son todavía difusos y no están 100% definidos, pero el alma y esencia del mismo es que el Ayuntamiento se haga con una cesión de las competencias autonómicas, no sólo en materia de contratación -como es el caso del Plan Edificant-, sino también de financiación. O lo que es lo mismo, que el Consistorio costee de primeras y de su bolsillo la edificación de los nuevos centros con el compromiso de que, en un futuro, Valencia abone el coste de los trabajos al Ayuntamiento. Un intercambio de favores que la experiencia indica que suele demorarse mucho más en el tiempo de lo deseado por las administraciones locales.
El Ayuntamiento, por su parte, tiene ya desde hace años adjudicadas las parcelas necesarias para los centros que ahora deben construirse de nueva planta. El número 14 tendrá su hueco en la urbanización Villa Amalia, en una parcela que, en un inicio, se iba a destinar al colegio Amanecer, pero que luego se descartó por su supuesta inundabilidad. Algo que, recordó a este diario el propio alcalde, «de repente dejó de ser un problema», dijo en un claro reproche al Botánico. El futuro IES número 6, por su parte, está previsto que se construya en ladrillo en la calle Manzanilla, en Los Altos, junto al colegio Romualdo Ballester.
Y más allá de los nuevos centros a edificar, también hay otras inversiones igualmente reclamadas por los actuales centros en funcionamiento. Entre las actuaciones que estaban contempladas dentro del Plan Edificant y no se ejecutaron, estaban, por ejemplo, la rehabilitación integral del IES Las Lagunas. Una actuación para la que el secretario McEvoy adelantó que se cederán las competencias al Ayuntamiento.
Obras en cola
Asimismo, otra cuestión pendiente es la del colegio Cuba. Para el segundo centro más antiguo de la ciudad -el pasado 2022 cumplía 50 años- se determinó por parte de Conselleria su derribo y reconstrucción integral en una actuación similar a la recién terminada en el colegio Inmaculada. Para esto el Ayuntamiento apenas cuenta con una primera memoria valorada en 9 millones de euros. Bastante más de lo que costó la construcción del colegio Amanecer (6 millones de euros)
La actuación que parece más avanzada es la del colegio Virgen del Carmen, cuya intervención principal es la retirada del amianto de las cubiertas. Una obra que ya fue delegada por el Consell en el Ayuntamiento, el cual recién acaba de adjudicar la redacción del proyecto. Ahora falta esperar a que la empresa adjudicataria concluya dicho trabajo y que, después, el Ayuntamiento, previo permiso de Valencia, pueda sacar a licitar la ejecución de las obras.
A esperar el centro de FP
Así todo, Torrevieja promete convertirse en uno de los principales quebraderos de cabeza para los responsables de la Conselleria de Educación, ya bastante atareados con solventar el desastre que la riada en Valencia ha causado en los colegios de las zonas devastadas. Algo que, por otra parte, deja muy lejano en el horizonte ver cumplido el sueño de que Torrevieja albergue un centro integrado de Formación Provisional.
El secretario McEvoy reconocía este jueves que la ciudad lo necesita, pero no se la jugó a la hora de ponerle fecha. La parcela, en este caso, está prevista en la nueva macrourbanización de La Hoya, pero, de momento, en Valencia tienen suficiente con poner en marcha en septiembre del año que viene ese centro integrado en Orihuela. Una decisión que ha levantado gran polvareda en la comunidad educativa oriolana, ya que se hace mediante un traslado de los alumnos de ESO y Bachiller del IES El Palmeral a unos nuevos barracones a instalar en el IES Gabriel Miró. Nada de levantar nuevos edificios.
El secretario autonómico, este jueves, a preguntas de LA VERDAD, no supo concretar ni la inversión que se requerirá para transformar El Palmeral en centro integrado, ni si este ahora podrá asumir de cara al nuevo curso nuevos ciclos formativos más allá de los que ya acoge actualmente y de asumir los módulos de formación que se cursan a día de hoy en el Gabriel Miró.