La casa de Miguel Hernández acapara la mitad de las visitas a los museos de Orihuela
En 2023, el hogar del poeta y su familia recibió más del doble de turistas que su competidor directo: el colegio Santo Domingo
Que Orihuela le debe lo indecible a Miguel Hernández está fuera de dudas. Su rostro y legado en verso son los mejores embajadores de la ciudad hasta el punto de que centenares de personas se desplazan de todos los rincones de España a visitar la capital de la Vega Baja solo para conocer como era la humilde morada de la familia de aquel niño cabrero y devino en poeta del pueblo. Así al menos lo reflejan de forma muy contundente los registros de visitas de los museos municipales recogidos por la empresa pública Orihuela Cultural. La casa-museo arrasa y, además, con muchísima diferencia. Solo ella aglutinó el año pasado la mitad de los turistas que recibieron en conjunto los ocho museos municipales.
37.136 personas, más o menos la misma población que Santa Pola, tuvieron la suerte de husmear en la cocina, la habitación, los establos y el huerto donde habita la famosa higuera que tanto inspiró a Hernández en sus poemas. Un registro que se queda bastante por delante de su competidor directo: el colegio Santo Domingo. La sede de la histórica Universidad de Orihuela, las bóvedas de su iglesia y sus majestuosos patios –por los que también correteó de niño el poeta– atrajeron a 13.797 visitantes, o lo que es lo mismo, casi un tercio que la casa-museo. Y eso que quedan a unos pasos de distancia un sitio del otro.
Al actual colegio diocesano le sigue de cerca el Museo de la Muralla, que con 9.231 personas atendidas cierra el podio de los museos municipales más visitados en 2023. Ya muy por debajo quedarían el Museo de la Semana Santa (5.982 visitantes), el Museo de la Reconquista (4.782) y la casa natal de Miguel Hernández, muy poco conocida y que apenas atendió a 587 personas. A esta última instalación, sita en la calle San Juan, cabría disculparle que estuvo tres meses cerrada (febrero, mayo y julio). Así mismo sucedió también con el Museo del Belén, en el Sepulcro, que solo estuvo abierto de enero a mayo y registró 112 visitantes.
Caso aparte es el Museo Arqueológico Comarcal. Antaño una sala de exposiciones muy viva, el también conocido como Museo San Juan de Dios solo estuvo abierto el año pasado tres meses, entre marzo y mayo. Aun así, recibió 2.300 visitantes. Todo y que lo único que se podía visitar era La Diablesa, y desde el mismo vestíbulo. Los restos prehistóricos, antiguos y medievales no estaban a la vista.
El símbolo de su cierre definitivo fue el traslado, justo antes del cambio de gobierno, de la talla de Nicolás de Bussy al zaguán del Ayuntamiento. La que era la casa de esta singular representación diabólica y, en el pasado, capilla y Sala de Hombres del antiguo hospital, urge una rehabilitación. El concejal de Patrimonio, Matías Ruiz, ha prometido incluir una partida para ello en los Presupuestos de 2024, todavía pendientes de aprobar.
Diversidad de rutas
El gerente de Orihuela Cultural, Ramón Gabín, destaca, pese a la disparidad de visitas entre museos, que los datos de llegadas de turistas crecen. «Vemos un aumento de las visitas. En 2022 pasaron por los museos cerca de 52.000 personas y el año pasado crecieron y superaron las 73.000». Una tendencia que «en los dos meses que llevamos de andadura este 2024 sigue siendo al alza».
El gerente, que entró a regir la sociedad municipal de la mano de Vox el verano pasado, manifiesta que «se ha instaurado un proyecto de mejora en la organización y el funcionamiento del servicio». Así también Gabín apunta como uno de los próximos retos a abordar la diversificación de las rutas turísticas y la implementación de medidas que mejoren la experiencia de aquellos visitantes con discapacidad de acuerdo a recién redactado Plan Director de Turismo Accesible.