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Virus y medio ambiente

HOJA DE CALENDARIO ·

PEDRO VILLALAR

Lunes, 27 de abril 2020, 02:42

Algunos analistas –Enrique Dans entre ellos– han señalado con escepticismo el luminoso espectáculo del medio ambiente limpio que ha dejado el coronavirus como secuela. El confinamiento, el parón del tráfico en las ciudades, la interrupción casi general del transporte han reducido la contaminación de las urbes a mínimos históricos. Es difícil no percatarse de la atmósfera incontaminada que sustituye a las 'boinas' de carbonilla que habitualmente nublan el cielo de las ciudades e infectan nuestros pulmones.

El escepticismo es porque la mayoría de estos observadores que señalan el fenómeno reconocen que el género humano es lo bastante estúpido como para no interiorizar la experiencia, sacar conclusiones y aprovechar la pandemia para resolver de paso el problema medioambiental, que no se solucionará sin un profundo e intenso cambio de hábitos. Muchos sospechamos que lo que la gente aguarda con fruición es recuperar la posibilidad de viajar sin tasa, de poner de nuevo en marcha sus rápidos y contaminantes automóviles, de llenar otra vez las urbes de muchedumbres festivas que parecen divertirse con el ruido, la congestión y el caos.

Dice Dans que la contaminación, tan aparentemente inofensiva, causa al año muchas más muertes que el coronavirus, por lo que es absurda tanta alarma en un caso y tanta indiferencia en otro. La estupidez debe ser una tara genética de la humanidad.

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