Jóvenes y política (I): los datos
Hay voluntad latente de participación: solo falta encender la chispa correcta
Más de la mitad de los chicos y las chicas de Argentina no se siente identificada con los partidos políticos. Al 30% de la población ... de América Latina le da igual vivir en democracia o no, mientras el gobierno solucione sus problemas, según recientes estudios. En torno a estos datos giraba la tertulia que mantenían Hugo, Guille, Juampi y Evangelina en la nueva cafetería de New Style, montada por los sucesores de Jacobo Chemes, inmigrante siriolibanés que emigró a la Argentina, como muchos, a principios del siglo XX y abrió una sastrería, que funciona desde 1909 en la misma esquina del centro de Santa Fe. Este grupo de jóvenes ha puesto en marcha una empresa, Dominó Consultores, especializada en encuestas, relevamientos de opinión y consultoría política.
Con gran preocupación, escuchamos a Juampi comentar que un informe realizado por Unicef y el Centro de Implementación de políticas públicas para la equidad y el crecimiento concluyó que el 52% de los jóvenes encuestados no se sentía representado por ningún partido político o candidato. El trabajo de campo del equipo de Dominó en Argentina consiste en, además de relevar, articular a aquellos referentes barriales o vecinales que realizan tareas comunitarias con programas de la provincia de Santa Fe para paliar los efectos de la desgarradora pobreza estructural que afecta al país. Ser testigos de estas tareas resultó muy inspirador para avanzar en la constitución de un consorcio compuesto por ocho países: España, Francia, Marruecos, Bulgaria, Finlandia, Portugal, Suiza y Bélgica, con el fin de accionar en contra del desencanto político en Europa y volver a enamorar a las juventudes de aquel sueño europeo que muchos aún seguimos teniendo.
Días después recibimos un correo de Consuelo y Lola, dos jóvenes especialistas en innovación y creatividad que pasan sus días en la consultora EuroVértice. Según nos informaban, en los últimos años, Europa ha presenciado un preocupante declive en la participación política y la confianza en las instituciones. Según el Estudio de Juventud 2025 de la Fundación Tui (Alemania), solo uno de cada dos jóvenes europeos considera las elecciones europeas realmente importantes, y solo uno de cada cinco cree que el Parlamento Europeo los representa verdaderamente. Las políticas populistas han tenido graves consecuencias en todo el mundo, y la UE lucha por hacer frente al creciente auge del populismo en todo el continente. Si bien los partidos extremistas no han llegado al poder mediante elecciones, su mensaje de miedo, exclusión y competencia ha ganado un amplio apoyo e incluso se ha incorporado a la política convencional. A medida que las sociedades se dividen políticamente más, con el auge del populismo, la menor participación democrática y el aumento de la desinformación, estos desafíos amenazan la esencia de los procesos democráticos y la participación ciudadana.
Estas tendencias de polarización derechista, nacionalista y populista, junto con el aislamiento y la desconexión de la juventud, se han observado en varios países europeos. Esto supone un desafío para los valores fundamentales de la UE y su capacidad para abordar los problemas globales, como se describe en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Solo el 6% de los jóvenes está satisfecho con el sistema político de su país, el 67% cree que se necesitan cambios radicales para ordenarlo, y un sorprendente 21% aceptaría un régimen autoritario «en determinadas circunstancias» (Estudio de Juventud 2025, Fundación Tui). El informe señala que el 71% de los jóvenes búlgaros perciben a la UE como dictatorial.
Según la Encuesta de Juventud 2024 del Parlamento Europeo, los valores más importantes para los jóvenes europeos son la protección de los derechos humanos, la democracia y la paz (45%), seguidos de la libertad de expresión y de pensamiento (41%). Además, el 34% de los jóvenes europeos se siente principalmente vinculado a su país e identidad nacional, y luego a su comunidad y región (23%). Más de un tercio de los jóvenes encuestados (37%) cree que el aumento de oportunidades para que los jóvenes de su país estudien, hagan voluntariado, trabajen y viajen al extranjero es una ventaja de ser miembro de la UE. Alrededor de tres de cada diez jóvenes (31%) piensan que una mejor cooperación entre su país y otros Estados miembros de la UE es un beneficio de ser miembro de la UE.
Frente a este escenario global de desencanto, desafección y búsqueda de nuevas formas de representación, el desafío no es menor: reconstruir los puentes entre la política y los jóvenes, no desde la nostalgia de lo que fue, sino desde la creatividad, la escucha activa y la innovación democrática. Las experiencias que compartimos, tanto en los barrios de Santa Fe como en las ciudades europeas, muestran que hay una voluntad latente de participación: solo falta encender la chispa correcta. Será tarea de esta generación –y de las que vienen– traducir ese malestar en organización, ese descreimiento en propuesta, y ese silencio en voz. Porque la democracia no se hereda: se construye. Y está en nuestras manos volver a hacerla vibrante, cercana y viva.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión