Francisco Lucas
Necesita volver a juntar las distintas facciones de lo que algunos llaman despectivamente aparato y no es otra cosa que la militancia organizada
Todas las mañanas ella repetía la misma liturgia. Trinidad Lechuga, mi abuela, sentada en el balcón que daba a la calle Mayor del El Raal, ... desenredaba, alisaba y trenzaba minuciosamente su cabello para recogérselo en un moño. Para que yo no me aburriera, mi abuela me iba describiendo el paisanaje que iba desfilando frente a mis ojos. Un día me dijo: «Ese señor es Manuel Lucas, un líder revolucionario. Aunque no es de los nuestros, es de fiar. Es un hombre honesto y leal a sus principios. ¡Ni ocho años de cárcel pudieron con él!». Como yo nunca entendí a los nuestros, con el tiempo me hice de los de Manuel Lucas. Todas las familias tienen una oveja negra.
53 años después de esta escena, el nieto de Manuel Lucas se presenta a las primarias del Partido Socialista de la Región de Murcia. Francisco Lucas recoge el legado de una familia donde, como en la novela de Luisa Carnés 'Tea Rooms' (Mujeres obreras), el feminismo y la conciencia de clase han estado presentes desde los años 30 del siglo pasado. Él tiene la voluntad de incorporar lo mejor del socialismo, uno de cuyos principales exponentes en los últimos tiempos ha sido Pepe Vélez: el esfuerzo continuo, incansable y persistente en la defensa de los intereses de las murcianas y los murcianos. Los proyectos de futuro deben crearse sobre la base de un pasado coherente: si logramos ver más lejos ha sido porque hemos subido a hombros de gigantes. Es de bien nacidos hacer un reconocimiento agradecido y entrañable a las personas que han abierto camino. Hoy más que nunca, todo mi reconocimiento a Pepe y a tantos otros que como él se han dejado la piel en la defensa de los intereses de la Región de Murcia.
Lucas es una persona joven, de tan solo 35 años, con fuertes convicciones políticas y que, tras una ancha trayectoria institucional en Murcia y Madrid (es el murciano con más peso político en Madrid), ha tenido el valor de concurrir a estas primarias para que el Partido Socialista vuelva a ser, a creer, a ganar. Demostrando así, como reza el poema 'Invictus' de Ernest Henley, que somos los amos de nuestro destino. Él sabe que el PSOE nació para ganar, para cuidar a la gente, para devolver las instituciones a los ciudadanos, para ensanchar la democracia y generar progreso y prosperidad compartida, riqueza sí, pero mejor distribuida, y parece muy dispuesto a trabajar sin tregua para conseguirlo. Por edad, capacidad y compromiso político, el futuro corre a su encuentro.
Francisco sabe que el poder desgasta, pero que su ausencia prolongada desgasta mucho más. Alguien tenía que liderar el futuro para volver al gobierno de las instituciones en nuestra Región y todo apunta a que le va a tocar a él abrir una nueva etapa para ganar la confianza de la mayoría de la ciudadanía murciana. Para su consecución, Lucas necesita volver a juntar las distintas facciones de lo que algunos llaman despectivamente aparato y no es otra cosa que la militancia organizada. ¿Alguien piensa que se pueden ganar las elecciones sin aparato? ¿Cómo? ¿Con el apoyo de la 7RM? ¿Con el apoyo del poder económico? ¿Con el apoyo de los que siempre han mandado y sus cebados amanuenses?
La foto de presentación de su candidatura deja claro que Lucas encabeza un relevo generacional que coge el testigo de quienes lo hemos intentado, pero no lo hemos conseguido. Una candidatura integradora y plural donde es evidente su voluntad de sumar a todos aquellos que estén dispuestos a empujar por el cambio en el partido y en las instituciones. Sí, no sobra nadie. Y sumar el valor y capacidad de María González e Inmaculada Sánchez ha sido un acierto. Lucas, María e Inma han sido capaces de cerrar un acuerdo que a quien más beneficia es al conjunto del Partido Socialista. Como canta Arde Bogotá, «tiene que haber una salida...» y quizás la acabamos de encontrar: la unidad nos hará libres de nuestras pequeñas estrecheces.
En este contexto, y con la vista puesta en las próximas elecciones autonómicas y municipales, las primarias en el Partido Socialista de la Región de Murcia adquieren una especial relevancia. La ciencia política y, dicho sea de paso, el sentido común, nos enseñan que para que se produzca un cambio político, no suele bastar con el agotamiento del partido en el gobierno; también es necesaria una alternativa sólida. Tras una larga travesía del desierto, los socialistas tenemos una gran oportunidad para construir un proyecto político progresista, capaz de recuperar la confianza de una mayoría de ciudadanos: de recuperar el gen ganador del PSRM. No se crean que este es un asunto de exclusivo interés para los socialistas murcianos, la Región de Murcia necesita de una alternativa de gobierno creíble que, hoy por hoy, sólo pueden liderar los socialistas.
No sé qué pensaría mi abuela de todo esto, pero estoy seguro que el abuelo de Lucas estaría orgulloso de su nieto y de su capacidad de liderar un proyecto colectivo y transformador.
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