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La rampa

Sopa de letras

Como el caldito de la abuela, una historia inteligente y amable reconforta el mal cuerpo que dejan los telediarios

Viernes, 29 de diciembre 2023, 00:05

Así que pase el domingo, el próximo, digo, nuestras calles amanecerán vacías y silenciosas. Si acaso puede que veas a un grupito, cuello de pajarita ... y andar renqueante, derrotado vestigio de una noche trepidante de alegría por decreto, burbujas y brindis con desconocidos, fanfarria, confeti y trompetita. Y seguro que recordaré la segunda y última vez que me apunté a una Nochevieja con cena y cotillón: al poco de las campanadas, uno de los asistentes confundió mi espalda con el lomo de un caballo alazán y allá que se montó, al grito de «Mi padre tiene un barco me cachis en la mar». Mozart redivivo.

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