Contemporáneos
La única 'culpa' de los llamados 'menas' es haber nacido en otro sitio
Cuando le hallaron un tumor cancerígeno, percibió de veras la naturaleza efímera de la vida. Cuando se lo extirparon y le programaron sesiones de quimioterapia, ... dispuso de seis meses para reflexionar sobre el significado de la existencia, de la suya y de la de sus contemporáneos. 'Sic transit gloria mundi', que dice la famosa locución latina, convertida en tópico literario para expresar lo caduco que son los éxitos y los laureles –si los hubiere– la paradoja de que lo único permanente es el constante cambio que experimentamos durante nuestra existencia.
Los 'chutes' de fármacos en vena le llevaban directamente al sillón reclinable en el que se recuperaba del cansancio y la debilidad, a veces acompañados por vómitos y una cierta depresión, de la que aún no se ha rehecho por 'culpa' de las noticias que propagan las distintas desigualdades y maldades con las que nos toca convivir y que, obsesionados con la productividad y el hedonismo, tantas veces olvidamos la provisionalidad y fugacidad de la vida.
Desde su impotencia, la reflexión se detuvo en la actualidad de los llamados 'menas', los cuales tienen poco que ver con la mena de las explotaciones mineras, sino que responden un acrónimo de 'menores extranjeros no acompañados', es decir a niños y adolescentes, contemporáneos nuestros, que llegan a España sin la tutoría de ningún adulto. Un problema de gran envergadura ante el que se discuten soluciones enfrentadas y por el que los más derechosos amenazan con romper los pactos de gobierno que tienen con los también derechosos, pero menos. Unos, otros, los de más allá y los de más acá esgrimen argumentos varios sobre los que, por su complejidad, evitó pronunciarse.
No pudo eludir, sin embargo, que el pensamiento se instalara en la realidad que viven los 'menas' motivo de discusión. Se repitió que son niños y adolescentes que se juegan la vida –y a veces la pierden– huyendo de la pobreza máxima en la que han crecido; niños y adolescentes que ya sienten el desarraigo y la soledad; niños y adolescentes que se enfrentan a múltiples violaciones de sus derechos; niños y adolescentes faltos de cariño y con muchas dificultades para acceder a la fundamental educación; niños y adolescentes cuya culpa es haber nacido en otro sitio y que, a pesar de las barreras, no se rinden.
Que cada cual actúe en conciencia.
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