Sostenibilidad, clave para hacer Región
Agricultura, agroindustria y activismo ecologista son dos caras de la misma moneda. Lejos de ser antagónicos, somos mucho más que compatibles
La tercera edición de los Premios a la Sostenibilidad organizados por este periódico ha permitido dar visibilidad a proyectos que nacen en el seno de ... empresas, entidades y colectivos diversos que comparten un mismo compromiso y actitud por trabajar por un futuro mejor, por un cambio de paradigma y por aportar a ese esfuerzo colectivo de la sociedad y la empresa para construir una Región de Murcia mejor, más amable, más habitable y con más esperanza.
El papel de los medios de comunicación, en lo que incluso puede ser considerada una nueva labor de evangelización medioambiental, resulta especialmente relevante, sobre todo en el actual escenario de hiperinflación informativa. Poner el foco periodístico en el medio ambiente es una decisión arriesgada pero responsable, ya que contribuye a formar opiniones y descubrir el trabajo tenaz y altruista de colectivos premiados como Madres por el clima o la Asociación Futuro de la Educación de la Región de Murcia, que, aunque algunos puedan pensar que nadan contracorriente, en realidad son un ejemplo de que con pocos recursos, pero mucha ilusión, es posible contribuir a mejorar nuestro futuro. Estos premios permiten sensibilizar, explicar y poner de manifiesto que en realidad no tenemos elección y que debemos ser ágiles para avanzar en este camino. Sin duda, cuando estos premios no sean necesarios ni sean noticia, tendremos la prueba de que hemos transitado correctamente ese recorrido.
En nuestro caso, recibimos el premio a la Biodiversidad, un reconocimiento que además recibimos en Murcia, nuestra casa, lo que nos permite por fin ser un poco profetas en nuestra tierra. También nos ha hecho mucha ilusión porque supone el reconocimiento de un trabajo de dos años con la asociación ecologista ANSE para proteger, estudiar y conocer mejor al murciélago ratonero patudo, una especie en peligro máximo de extinción, al mismo nivel que el oso pardo, que vive en una zona de producción de limón donde se ha desarrollado una perfecta armonía y simbiosis entre murciélagos y limoneros. La naturaleza es sabia y ella sola busca el equilibrio perfecto.
Lo que los modernos 'coach,' gurús y consultores de las empresas llaman estrategia 'win-win' o colaborativa no es algo complejo o revolucionario. Solo hay que poner los pies en la tierra, nunca mejor dicho, y observar y dejar hacer a la madre naturaleza. En un mundo complejo, incierto, rápido, donde nos falta tiempo para todo, y donde todo es efímero, quizás tenemos delante de nuestros ojos una oportunidad de hacer las cosas de otra manera. Solo tenemos que parar, observar la naturaleza, escucharla y sacar conclusiones. Tenemos que desaprender para poder volver a aprender.
La sostenibilidad medioambiental y la apuesta por el cuidado de la biodiversidad están ya en la agenda de la UE. Si queremos triunfar en el plano económico y social en el siglo XXI, Europa tiene que ser capaz de dar una respuesta al desafío ecológico. Este es el objetivo del Pacto Verde Europeo o Green Deal. España es líder mundial en limón, y nuestra responsabilidad es ejercer ese liderazgo apostando por estas líneas de trabajo, anticipándonos a las obligaciones legales, dinamizando el sector, generando valor en el campo y para los consumidores. El mundo ha cambiado, y para adaptarnos a los cambios hay que actuar de forma distinta. La nueva forma de producir y crear valor en toda la cadena de suministro de limón, zumo y aceite esencial bajo los nuevos criterios sostenibles no entra en contradicción con la nueva economía. Es más, representa una oportunidad económica para los agricultores, exportadores e industrias que sepan aportar nuevas respuestas ofreciendo a los consumidores productos que les permiten comer mejor, tener mejor salud y en definitiva vivir mejor. Se trata de producir mejor para contribuir con nuestro grano de arena a una mejor sociedad.
Agricultura, agroindustria y activismo ecologista son dos caras de la misma moneda. Lejos de ser antagónicos, somos mucho más que compatibles. Nuestra experiencia con ANSE nos dice que podemos caminar juntos, aprender el uno del otro, generar sinergias. Sin duda el roce hace el cariño porque juntos sumamos, y uno más uno es igual a tres.
A nuestros políticos, solo un mensaje. Que no se dejen llevar por los cantos de sirenas, porque otro modelo sin duda alguna es posible. Que no se dejen arrastrar por el gatopardismo que ejercen aquellos que quieren que todo cambie para que todo siga igual. Para ello es imprescindible que piensen con luces largas, en un ejercicio responsable de la acción política pensando en el bienestar de las próximas generaciones, y no tanto en las luces cortas de las próximas elecciones. Como dijo Kafka, «a partir de cierto punto no hay retorno, ese es el punto que hay que alcanzar». Vayamos con decisión y traspasemos sin temor ese punto de no retorno, porque frente a la oscuridad podemos encontrar más luz en el futuro.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión