Propósitos para el nuevo año
No caemos en la cuenta de que cada año puede ser el último y de que cada día, como escribía Gómez de la Serna, podría ser el aniversario de nuestra muerte
Ahora que estamos al principio de todo, incluso de un invierno que no ha llegado todavía y al que tampoco se le espera, miro desde ... la última atalaya de estos últimos instantes del desastroso, amenazante y torvo 2022, atravesado todo él por una guerra que todavía puede, si quiere, y digámoslo en voz baja para que no se entere nadie, acabar con el planeta entero. Ahora que estamos a principios de un tiempo largo al que llamamos año, digo que he sido habitualmente tan optimista y tan moñas que me lo he creído todo y he pensado siempre en el buen año nuevo recién inaugurado. Nunca le eché malicia al periodo que comenzaba y no recelé de lo que venía como si necesitara creer en la alegría del futuro; así que mis propósitos, si albergué algunos, porque de puro vago ni los tengo en cuenta muchas veces, fueron siempre positivos, tal vez porque soy hijo de esa ideología moderna a la que venimos llamando progresismo desde el renacimiento casi, porque creemos en que todo irá mejor cada día si no sucede ningún contratiempo y detestamos la ley de Murphy, la religión de los malpensados y aguafiestas, porque hay gente 'pa to', que decía El Guerra, porque de todo hay en la viña del Señor, que decía el otro. Y, mientras tanto, unos pocos creemos en que el ser humano alcanzará nuevas y más dignas metas y la Tierra seguirá siendo un lugar seguro para nuestros hijos y para nuestros nietos, y, con un poco de suerte, aquel será lo que Dios quiera terminará siendo lo que nosotros, los hombres, decidamos con nuestra voluntad y nuestra inteligencia.
No tengo ni idea de lo que será de nosotros en este nuevo 2023, pero tampoco tengo miedo, quizás porque no me hallo tan apegado a la vida y al tiempo para que la incertidumbre me provoque terror. No tenemos más remedio que vivir los días y los meses con el júbilo de los que deben disfrutar de su tiempo en la vida, y, mientras lo hacemos, iremos corrigiendo nuestros errores en la medida en que nos percatemos, pero sin obsesionarnos, porque tampoco somos conscientes de que sean tantos y tan graves. Pasamos por esa vida que está ahí y no caemos en la cuenta de que cada año puede ser el último año y de que cada día, como escribía Gómez de la Serna, podría ser el aniversario de nuestra muerte. Pero, mientras tanto, y ojo a ese mientras tanto, estamos aquí y no nos iremos a ninguna parte, digan lo que digan, y, aunque sea principios de algo, no vaticinaremos nuestro programa de vida porque no sabemos lo que va a pasar, y si me apuran, ni siquiera queremos saberlo. Vivir al día es la auténtica aventura de la existencia, creer con el coronel de García Márquez que un día vendrá necesariamente la carta que esperamos hace tantos años, que nos darán la razón en alguna parte y con ella, un pedazo del pastel del mundo, que se acabará lo malo y no volveremos a tener miedo nunca más, pues la vida nos trae y nos lleva pero siempre manda ella. Y es que preocuparse no sirve de nada, seguiremos trabajando porque no hay más remedio, escribiremos cada día a ser posible porque nos maldijeron hace mucho tiempo y de eso no se cura uno. Nos costará mucho trabajo llegar a fin de mes con este sueldo que nunca es el que merecemos, querremos a los nuestros todos los días, a nuestros amigos y a nuestros hijos, y amaremos cuanto ellas puedan tener de hospitalario, como escribía Machado, pero seguiremos al lado de la mujer de nuestra vida, de esa que nos ha regalado el destino y con la que pretendemos acabar nuestros días. Porque no solo es la mujer que elegimos para vivir, también es la mujer a la que le cogeremos la mano en el último instante mientras nos cierra los párpados con un beso.
Así que todo irá mejor este 2023, ya nos han subido el sueldo, el invierno aparecerá un día de estos, nuestros hijos acabarán el primer cuatrimestre en la universidad y seguiremos sacando el perro todos los días sin olvidarnos de recoger los excrementos de la calle.
Unos pocos creemos que alcanzaremos nuevas y más dignas metas y la Tierra seguirá siendo un lugar seguro
¡Feliz año!
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión