CUANDO LOS PEORES LLEGAN A LA POLÍTICA
Pienso que a Paquito le hubiera dado igual que el Auditorio Parque Torres llevase su nombre. A él le importaba La Mar de Músicas, Cartagena y la música, el resto era superfluo. Se movía por un irreductible amor a la cultura y al trabajo bien hecho y es por ello que el gran escaparate de Cartagena en el mundo es el festival que puso en pie junto a José Luis Cegarra y con un equipo que reúne a los más cualificados para conseguir que a Cartagena venga lo mejor y para ello contó con el apoyo de todos los alcaldes desde hace veinticinco años menos José López, jefe del partido ultralocalista Movimiento Ciudadano.
Hace un año Carolina y yo publicábamos un artículo en este periódico pidiendo que el auditorio llevase su nombre, el PP registró la petición y el PSOE compartió la voluntad como hizo Ciudadanos. Hasta Vox la apoyó. Hoy leo que Movimiento Ciudadano se ha opuesto y Unidas Podemos «necesita estudiarlo para fijar su posición». Deben de estar buscando en Wikipedia quién fue Paquito, así está el nivel en la mayor decepción política que ha tenido España en décadas, el partido que intentó capitalizar el descontento para acabar provocando en sus seguidores un descontento aún mayor. En Wikipedia encontrarán que fue Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2018 y Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma en 2019.
Lo de López no es incompetencia, como en Unidas Podemos, es algo más profundo, personal, cainita como el rencor. López ama a Cartagena como a él mismo, ese es el problema, porque él es pequeño, muy pequeño, y para compensar su mínima estatura grita y gesticula mucho, mientras Cartagena es enorme, solemne, universal, y habla a la historia con la serenidad de quien está por encima de los siglos. Mucha ciudad para tan poco político.
Ni quiero ni puedo hablar en nombre del festival pero por lo que respecta a Carolina y a mí no queremos los votos de Movimiento Ciudadano para que el auditorio lleve el nombre de Paco. Cartagena debe decidir si lo hace, nosotros creemos que sería lo justo. Para acabar imagino a Paquito viendo desde algún lugar esta situación con esa sonrisa, socarrona y clara suya, la sonrisa de los más grandes, de los que pasan a la historia.
Otros, pequeñitos y gritones, solo pasan a la geografía.
