1923-2023. Cien años de cultura
Lo que ocurre entre los años 20 y hoy es el principio y final de un gran siglo en términos creativos y esta generación no se entendería sin el histórico momento de entonces
La primera sección de 'La Edad de Plata en Murcia. Cien años del Suplemento Literario de LA VERDAD' comienza con dos caracolas de las que ... se usaban en la huerta para avisar de las riadas y termina con un teléfono de los años 30. Son el principio y el final de un tiempo en que Murcia quiso ser una gran ciudad a través de la cultura. Para que esto ocurriera tuvo que darse la generación excepcional de Pedro Flores, Planes, Juan Guerrero Ruiz, Bonafé José Ballester, Sobejano, Garay, Clemente Cantos, Gaya, Garrigós... No hablamos solo de arte o literatura y la presencia de dos nombres tan importantes como José Crespo y José Nieto en el cine abre la mirada hacia territorios creativos derivados de la industria del pimentón o la exportación hortofrutícola, que generaron un momento muy alto en las artes gráficas. La cartelería y el trabajo que suponían periódicos y revistas propició que nombres como Gil y Vicario o Garay introdujesen fórmulas modernas en aquella Murcia que olvidaba las caracolas y veía llegar los teléfonos.
Todo empieza con LA VERDAD, que impulsó el Suplemento Literario y apoyó a dos jóvenes promotores, Guerrero y Ballester, en sus proyectos, y dio visibilidad a lo que aquella generación emprendió, sentando las bases de una Murcia moderna, una urbe soñada en la que el conocimiento de las vanguardias abriese caminos que no dejasen en la cuneta la esencia tradicional de una tierra culturalmente poderosa.
Llevo tiempo escribiendo sobre la actual escena como la más importante desde aquella de los años 20 y en este contexto es conveniente valorar que entre una y otra hay un mundo, de hecho están Isidoro Valcárcel Medina (que pasó por el taller de Garrigós) y Alfonso Albacete (que estudió con Bonafé), los dos artistas murcianos que, junto a Planes, más han influido en el arte español. Dentro de este siglo se dan nombres esenciales. Pienso en Gómez Cano, Ballester, Párraga y Molina Sánchez; y momentos creativos tan excitantes como los 80: Cacho, Antonio Ballester, Haro, Charris, Tomy Ceballos... No está de más repasar la impresionante nómina de fotógrafos: Chema Conesa, Pepe Franco, Enrique Martínez Bueso, Tito Bernal, Patxi Gomariz, Díaz Burgos, Moisés Ruiz Cantero, Guillermo Carrión, Marcial Guillén, Nacho García Tornel, Paco Salinas, Ángel Fernández Saura, Paco Nadal... En cine empezaríamos con un gigante, Paco Rabal; seguiríamos por Charo Baeza, Margarita lozano, Chumilla Carbajosa o el gran Alfonso Sánchez Martínez, uno de los grandes críticos españoles, y acabaríamos con otro gigante, Ginés García Millán. Perdámonos en la literatura con Miguel Espinosa, Pérez-Reverte, Castillo Puche... Este es terreno para mi querido y respetado Francisco Javier Díez de Revenga pero, en cualquier caso, este artículo es una trampa mortal, no tiene fin.
Vamos a la escena última. Tracemos una idea amplia de generación pensando que la de los años 20 incluye personas nacidas a lo largo de década y media. Siendo muy sintéticos, hay que partir de que lo que ocurre entre los años 20 y hoy es el principio y el final de un siglo excelente en términos creativos y que la actual generación no se entendería sin el histórico momento creativo de entonces. Nunca la música murciana ha tenido un impacto tan notable como hoy. Desde M Clan y con el precedente de Farmacia de Guardia, hemos visto el triunfo nacional de Second, Klaus and Kinsky y Neuman como introducción a la presencia constante de Viva Suecia y Arde Bogotá en festivales y carteleras o de Crudo Pimento, Marcelo Criminal, Alondra Bentley, etc., componiendo una escena con la que pocas regiones pueden competir. En cine la nómina es también histórica: Marta Nieto, Roque Baños, Eva Llorach, Jaime Lorente, Antón Valén, Pepa Aniorte... dios mío, cuánta gente valiosa me dejo por falta de espacio. Directores: Alfonso Albacete, Carlos Sáiz, Eva Libertad y Nuria Muñoz Ortín, Elías León Siminiani (ya he perdido la cuenta de los Goyas murcianos) o ese exquisito documentalista y artista que es Salvi Vivancos. En literatura escribo esto mientras Netflix saca 'Lobisón' sobre el libro de Ginés Sánchez y se lo leo a mi querido José Daniel Espejo, uno de mis poetas favoritos. Solo por nombrar escritores, unos pocos escritores actuales: Moyano, Jerónimo Tristante, Sánchez Aguilar, Miguel Ángel Hernández o Cristina Morano. Si vamos al arte, Sonia Navarro acaba de ganar el premio BMW, el más prestigioso de pintura del país, y forma parte de una generación que habita con comodidad las programaciones de los grandes museos, ARCO y las galerías de arte: Miguel Fructuoso, Mar Sáez, FOD, Carlos Pardo, Sergio Porlán, María Carbonell, Pividal, Fito Conesa, Sicre, Nico Munuera, Balanza, Ana Martínez... Carolina y yo, modestamente, hemos buscado ser plataforma desde T20, como en su día creamos una revista para la generación, 'CAVECANEM'.
Mirar desde aquí lo que el Suplemento Literario inició exige pensar en el papel de LA VERDAD. Ninguno de los nombres de este artículo es ajeno a este periódico, que ha sido siempre soporte de ideas y lanzadera de carreras, y ahí está Ababol para corroborarlo cada sábado. Este artículo tiene varios fines: el primero, homenajear a la generación del Suplemento; el segundo, evidenciar la potencia creativa de la Región a lo largo de estos cien años; el tercero, recordar la evidencia de que el nivel artístico, literario y cinematográfico de la Región nunca había sido tan alto como hoy, y el tercero, dar las gracias a LA VERDAD el ser el periódico de la cultura. Hay futuro.
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