Borrar

Mudanzas

LA ISLA ·

Jueves, 7 de julio 2022, 00:47

Comenta

Uno arranca siempre una mudanza con cierto ánimo inaugural, medio alborozado, y la acaba 'ajobachado', una palabra que aprendí de García Márquez, y preguntándose si ... de verdad era necesaria. Hoy, por suerte, estoy al final del proceso. Acabo de finiquitar el traslado, que me ha servido para descubrir tres cosas: una, había sido demasiado optimista con la mudanza –no repitas las cosas que en su día te salieron bien porque en el recuerdo tiendes a idealizarlas– y todo me llevó más tiempo, más sobresaltos y más vaivenes que nunca antes; dos, el papeleo es insufrible, no sé qué pasa en los bancos, pero cada vez están más de uñas, sí, la amabilidad de sucursal es filiforme, adelgaza por momentos (al menos, en la mía); y tres, alquilar algo si tienes un perro es, más que un alquiler, una odisea por una razón sencilla: casi ningún propietario lo admite.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Mudanzas