Media de grillos, ¿oído cocina?

PARALELO 37 ·

Ya probé en el Amazonas el mojojoy y no he podido olvidar el asqueroso aceite en mi boca

Miércoles, 23 de marzo 2022, 01:03

Permítanme un respiro y un poco de frivolidad entre tanto bombardeo y tormentas de arena que anuncian el fin del mundo, que intuyo cerca, pero ... si a usted se le revuelven las tripas solo con leer que todo lo que vuela, nada, se arrastra o camina es apto para ser ingerido, según reza un proverbio chino, por favor abandóneme en esta línea, no es mi intención aguarle la fiesta. Estas 444 palabras van dirigidas a todos los que se atreverían con una brocheta de saltamontes marinados, unas termitas voladoras al vapor o una crema de espárragos con grillos salteados y bien crujientes.

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En enero de 2018 la Unión Europea incluyó a los insectos en la categoría de 'Nuevos Alimentos' y al año siguiente autorizó para el consumo humano dos especies de grillos, dos de langostas, la mosca soldado negra, la abeja doméstica, el escarabajo del estiércol y el gusano de la harina que de insecto poco tiene. Entonces yo vivía en Colombia y ni me enteré de la noticia, tampoco que los de Carrefour se atrevieron a comercializar algunos de estos bichos cocinados con ajo y finas hierbas, cebolla ahumada, salsa barbacoa y demás exquisiteces. Éxito no tuvieron y doy fe porque hace poco los busqué en uno de estos supermercados y ni rastro de ellos. A los españoles nos va el jamón y no los grillos, teniendo en cuenta, además, que una caja de 14 gramos de estos seres alados se vendía a 7 euros, unos 500 euros el kilo. Joder, ni un pata negra.

Insectos comen más de 2.000 millones de personas en el 80% de los países y no dudo de que su consumo contribuye positivamente al medio ambiente, la salud y los medios de vida al generar más proteínas sin impactar en el entorno, reducir el consumo de agua y el uso de antibióticos del sistema productivo. También soy de las que piensa que la dieta humana es demasiado aburrida, pues comemos solo un escaso número de los siete millones de especies animales que habitan el planeta, pero mientras no sea necesario seguiré con mis lentejas; además ya probé en el Amazonas el mojojoy y no he podido olvidar el asqueroso aceite que se derramó en mi boca cuando por fin conseguí romper con los dientes el correoso cuerpecillo de esta larva de escarabajo considerada como superalimento para combatir el hambre en el mundo. Las hormigas culonas se dejan comer con su sabor a maní, los chapulines mexicanos enchilados con sal y limón no me disgustan, pero para el aperitivo prefiero una ensaladilla que jamás volveré a llamar rusa, un platico de hueva con almendras o unas aceitunas chupadedos.

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