Agua saludable
Como compendio de agua curativa y amor al prójimo, el relato bíblico de la piscina probática es un acertado resumen
El agua, siempre el agua esencial para la vida en el planeta con sus ciclos reiterados, estables en una concepción armónica de la naturaleza, tanto ... como imprescindible para las funciones fisiológicas del cuerpo humano. Compuesto en tres de sus cuartas partes por este elemento, sus ingresos balanceados por las pérdidas reguladas por el sensible mecanismo de la sensación de sed; menoscabado en edades extremas de la vida, vigilantes cuando es forzoso aportar una apropiada ingesta. Esos ciclos del agua y su disponibilidad según condicionantes geográficos procuran este recurso para los distintos cometidos de la vida con mayúsculas en toda la naturaleza, sometida a las exigencias climáticas oscilantes entre sequías e inundaciones. Al tiempo del imperativo de asegurar su abastecimiento para el desarrollo social y económico de los asentamientos humanos, establecidos en el devenir histórico en entornos próximos a manantiales, fuentes, ríos, oasis. Precisados a asegurar bien de incalculable valor que asegure necesidades elementales, ingestión al beberla y pérdidas por la orina, el sudor o exhalando con la respiración vapor de agua. En unas necesidades que han estimulado el ingenio humano a procurarse suministros de agua potable por medio de fuentes, pozos, aljibes, o conducciones acuáticas como acueductos, acequias, y canales.
La memoria cultural destaca la importancia de las manufacturas para su transporte en los hallazgos en todas las civilizaciones de artefactos, ánforas, vasijas, botijos una vez alejados los asentamientos humanos de las fuentes de aprovisionamiento. Esa agua ahora tan de actualidad por los deletéreos efectos de las recientes riadas, con un escenario dantesco de destrucción, caos y muerte. Consecuente con su acendrado valor, asimismo el agua siempre ha ocupado un lugar preeminente en el imaginario simbólico al considerar entornos en los que brota o discurre como lugares sagrados, de peregrinación, culto y respeto en distintas mitologías. Ejemplificado su significado alegórico en nuestra cultura con abluciones e inmersiones y el ritual de celebrar la iniciación a la vida con agua bendita de la pila bautismal y, el ceremonial de la despedida funeral con la aspersión, hisopo mediante.
El agua omnipresente resulta esencial para la salud humana, no solo para el funcionamiento de la estructura del cuerpo, empleada con intención curativa en diferentes modalidades. En una terapéutica física que ha evolucionado con la historia de la Medicina con el uso interno con aguas de tipo minero medicinal para la bebida, como en baños, masajes, los baños en tinas, bañeras, albercas o piscinas fríos y calientes, por aspersión o chorros de presión, incluso en inhalación para suavizar las vías aéreas pulmonares. Caben resaltar los resultados sobre problemas de la piel como del aparato locomotor, testados sus beneficios favorables en algunas enfermedades reumáticas prevalentes, con la singular ayuda complementaria que las curas acuáticas, en diversos ambientes, deparan en entornos tranquilos y apacibles para la estabilidad del ánimo. Lugares amenos en un variopinto panel de indicaciones. Sobre aspectos relativos a las curas termales se ha celebrado en el Balneario de Archena un Congreso Internacional en el que se han abordado, además de sus indicaciones salutíferas, cuestiones relativas al particular entorno de la balneoterapia y sus aspectos sociales y económicos, al considerar una salud integral que comporta no solo el bienestar físico, sino la sociabilidad y la integración económica de las comunidades. En este sentido, goza nuestra comunidad autónoma de una destacada oferta de termalismo en diferentes modalidades y enclaves con una tradición milenaria, desde, al menos la época romana. Como lo demuestran excavaciones como ejemplo de agua y salud recogida en una lápida conmemorativa en el citado balneario de Archena con una inscripción latina en la que se hacen votos 'por la salud de Nucia'. A lo largo de los siglos, una dedicación al cuidado del cuerpo mediante inmersiones acuáticas como de esparcimiento alrededor de manantiales de aguas minero medicinales o termales, a salvo de prisas y diligencias sin cuento para descanso del espíritu en una salud que comprenda aspectos integrales, con intervenciones no solo de medicamentos. Como compendio de agua curativa y amor al prójimo, el relato bíblico de la piscina probática es un acertado resumen. Una alberca alrededor de la cual se arremolinaban tullidos, enfermos, dementes, esperando la fugaz aparición del ángel que, de tanto, en tanto rozaba con sus alas la superficie acuosa tras lo cual, el primero que se zambullía, sanaba. Un solitario paralítico que esperaba durante décadas para introducirse –siempre adelantado por sus compañeros– recibió la mano amiga de Jesús, que al introducirle curó sus males. Una lección de apoyo en los momentos actuales en los que el agua ha sido traicionera, pero que han recibido como contrapartida una solidaridad desprendida, que anhelemos no caiga en el olvido, pasado el interés informativo.
Goza nuestra comunidad de una destacada oferta de termalismo con una tradición milenaria
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