Rosario de Velasco (Madrid, 1904-Barcelona, 1991). El Museo del Realismo Español Contemporáneo (MUREC) exhibe 109 obras entre lienzos, ilustraciones y dibujos —muchos de ellos conservados en colecciones privadas y familiares durante casi un siglo— que permiten redescubrir a una figura clave del realismo español. Toya Viudes
La Vereda del Capitán

Más respeto para Rosario de Velasco

Esta creadora de ambientes bucólicos ilustró los primeros libros de María Teresa León

Sábado, 23 de agosto 2025, 00:05

Llegados a este punto, pocos quedan ya que no hayan escuchado a Toya Viudes hablar de una mujer injustamente olvidada: Rosario de Velasco (1904-1991). ... No es porque fuera su tía abuela, y eso es un motivo muy poderoso para que le duela el desprecio, sino porque de un tiempo a esta parte no hay inconveniente [algo bueno ha sucedido] en que De Velasco sea aceptada y reivindicada, como es de justicia, como magnífica pintora con una carrera labrada en la primera mitad del siglo XX con exquisita aplicación. Hasta el 12 de octubre hay más de un centenar de obras (lienzos, ilustraciones, dibujos) de esta artista relacionada con la Generación del 27 que se exponen en el sorprendente Museo del Realismo Español Contemporáneo (Murec) de Almería, y antes hubo otras oportunidades en el Museo de Bellas Artes de Valencia y en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.

Publicidad

Sea como fuere, lo cierto es que cualquiera que se acerque a esta mujer va a quedar gratamente impresionado. Pues sabrá que con 23 años ilustró los 'Cuentos para soñar' de María Teresa León. Esas obras, por cierto, publicadas por Hijos de Santiago Rodríguez en Burgos en 1928, aparecieron el año pasado intactas y envueltas en papel de periódico. Ambas volverán a colaborar tres años después en 'La Bella del mal amor' (1930), historias, nos cuenta la comisaria, sobre mujeres («malcasadas o malmaridadas») de lo hondo de Castilla y León.

Hay más ejemplos como ilustradora, o «dibujanta», de Rosario de Velasco: 'Cuentos a mis nietos', de Carme Karr i Alfonsetti, donde insiste en el bucolismo de sus personajes y en los detalles vegetales; 'Mi libro ideal', destinado a niños argentinos y españoles; 'Princesas del martirio', de Concha Espina, homenaje a mujeres mártires de la guerra civil española, «tres enfermeras voluntarias de la Cruz Roja de Astorga que, en octubre de 1936, acudieron al puerto asturiano de Somiedo a prestar asistencia a heridos y enfermos del bando nacional, y cayeron prisioneras y fueron fusiladas»; o 'Dafnis y Cloe', novela griega cuya versión publicó Gustavo Gili en 1940; los dibujos para esta obra no fueron incluidos finalmente, pero se conservaron y se pueden ver ahora en Almería.

Hay más aportaciones de Rosario de Velasco que aparecen en 'Blanco y Negro', 'La Esfera', 'ABC'... incluso en libros de Eugenio D'Ors y Elisabeth Mulder. Pintó lienzos maravillosos, de gran tamaño, como 'Las lavanderas' y 'Las cuatro estaciones'; y murales en el santuario de Nuestra Señora de las Nieves de Las Machorras, en Burgos, que están en camino de ser restaurados. Decir que fue una creadora «menor» ya no tiene ninguna credibilidad. Un poco de respeto.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad