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Un libro luminoso para tiempos oscuros

Carlos del Amor imagina las conversaciones, los procesos y lo sucedido en torno a las obras de arte de su vida con una solvencia técnica impecable

Sábado, 31 de octubre 2020, 01:08

Se avecinan días extraños. Más extraños aún de lo que estamos viviendo. Ya nos habíamos acostumbrado a caminar sin darnos cuenta de que todo el mundo lleva una mascarilla por la calle. En este tiempo que empezó ayer con este nuevo no-confinamiento, el tránsito por la vida deberá ser firme, intentando no dudar para hacer menos inestable todo, ya que todo es insoportablemente inestable. En ese caminar harán falta los amores, los hijos, los amigos, la familia y todo lo que hace que nuestro mundo sea, al menos, tolerable. Entre esos amigos estarán los libros. Sin ellos todo será peor, pero no valen todos los libros. Cuando la vida es tan corta, cuando podemos morir por algo que ni siquiera hemos llegado a entender, no hay que leer libros malos.

Yo os voy a proponer 'Emocionarte. La doble vida de los cuadros', de Carlos del Amor.

Hay miles de libros de historia del arte, millones de catálogos, y menos de la mitad son legibles. Las razones son varias. La primera es que el contenido sea malo. Murcia es especialista, por ejemplo, en editar lo que en el Madrid de los años 90 se llamaba 'Catálogo tipo Murcia', es decir, un librazo de dos kilos con tapa dura a todo color para celebrar a un artista pésimo de colorinchis imposibles. Otra posibilidad de fracaso es un buen contenido ejecutado por un escritor insoportable. Es el caso de casi todos los historiadores del arte y especialistas en estética del país: algunos saben mucho pero casi todos escriben malamente. Luego el buen escritor que se atreve a escribir de arte. Recuerdo un prólogo de Vargas Llosa para una edición especial de la colección del Prado que estuvo a punto de hacerme odiar el arte para siempre y volver a la prótesis dental. Aún me pregunto por qué no lo hice. El arte no está al alcance del que no hace el esfuerzo de entender lo que el arte dice. Para hablar de arte hay que saber de arte y para eso hay que amarlo.

No es un manual, gracias a Dios, ni una novela, gracias a Zeus, ni un poema, gracias a Tutatis; es otra cosa

Carlos es uno de los que amamos el arte y uno de los tipos que más ha hecho por la difusión de la cultura. Desde sus espacios en TVE ha lanzado piezas siempre excelentes sobre temas que él mismo ha buscado. Lleva dos décadas transitando la cultura y es uno de los nuestros. Además está en la tele, algo que no se repite en este país. Somos muchos en los periódicos, también en las radios, pero en la tele no hay un especialista en cultura del calibre de Carlos. Para que esto ocurra hay que amar la cultura de una manera que va mucho más allá de la lectura funcionarial de textos para piezas de 30 segundos en un telediario de madrugada. Hay que ocupar la pantalla, llenarla de imágenes y de voz, pero sobre todo de un contenido inteligente que todos entendamos, para que podamos amar lo que el narrador nos cuenta.

Carlos ha ganado el premio Espasa con 'Emocionarte. La doble vida de los cuadros', y eso es un argumento para leerlo aunque no seamos especialistas, de hecho pocos especialistas en arte podrían escribir un libro tan redondo en el que se construyen historias imaginarias sobre hechos, obras y momentos. Carlos imagina las conversaciones, los procesos y lo sucedido en torno a las obras de arte de su vida con una solvencia técnica impecable. En cada obra hay una documentación exhaustiva y acertada, pero más allá de eso sabe cómo contarlo con la brillantez del gran narrador que es. Carlos vive para contar cosas.

Su manera de entender el arte es como su manera de entender la vida, yendo más allá, buscando una razón de ser para las cosas porque si no el mundo se le vendría encima. Padece ese mal exquisito que es la curiosidad y, cuando llega ARCO, lo vemos recorriendo pasillos sin la cámara. Mira, lee, apunta y entonces graba unas piezas que cuentan lo que realmente pasa, sin aspavientos ni teatro.

Es oportuno este último término porque los relatos de 'Emocionarte' recuerdan en muchos momentos a las conversaciones que se producen en las obras de teatro de Pirandello. Esa escenificación de lo que ocurrió, de lo que pudo ocurrir o de lo que el autor hubiera deseado que ocurriese cambian, súbitamente, el registro y entonces escuchas la voz del narrador, que es él, llevándote al plano de la historia del arte con sus datos y su contabilidad del tiempo perdido.

Este es un maravilloso libro para pasar los días que se acercan, tal y como decía, porque está lleno de luz, de descubrimientos, de una lectura intensa y emocionada del arte. No es un manual, gracias a Dios, ni una novela, gracias a Zeus, ni un poema, gracias a Tutatis; es otra cosa, es una colección de cuentos que son la historia como ocurrió o como pudo ocurrir. Nunca en mi vida he hecho una crítica de arte y mucho menos literaria ni la haré, y no he pretendido que este artículo fuese una. Estas líneas torpes son un intento de hacer algo bueno por ti, lector.

Hazme caso, lee este libro.

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