El difícil camino hacia La Moncloa
Algunos todavía dudan de que la victoria del PP y Vox vaya a producirse en el futuro
En 2027, Pedro Sánchez llevará nueve años en La Moncloa. En cualquier democracia, esto es ya mucho tiempo. No es bueno eternizarse en el poder, ... ni para la sociedad ni para los dirigentes, que no siempre resisten las tentaciones autoritarias. Además, han sido años muy difíciles: una pandemia, una guerra en las fronteras de la Unión Europea, varias catástrofes naturales; y los separatistas, y unos indultos discutibles, y una amnistía impresentable. Si a todo ello le añadimos la fragmentación parlamentaria y las coaliciones de Gobierno, primero con Podemos, y luego con Sumar, se comprenderá el desgaste enorme que ha sufrido Pedro Sánchez y su partido, y las reducidas expectativas electorales que le auguran los sondeos de opinión.
Parece, pues, que ha llegado la hora de la alternancia. Muchos españoles pensamos que este país necesita un Gobierno de derechas, que le vendría bien a España, pero también al propio PSOE, que podría retirarse a sus cuarteles de invierno, lamer sus heridas, y reflexionar profundamente sobre su ideología y su estrategia política.
De todas formas, y aunque parezca claro que unas próximas elecciones generales las ganarían las derechas, tenemos que decir, entre paréntesis, que algunos todavía dudan de que la victoria del PP y Vox vaya a producirse en el futuro. Dicen que falta mucho tiempo para la convocatoria de las urnas, que puede haber sorpresas, como ocurrió el 23 de julio del 2023, y que, pese a todo el desgaste sufrido, todavía cabe la posibilidad de que Pedro Sánchez, aun perdiendo las elecciones, sea capaz otra vez de configurar una mayoría parlamentaria para la investidura. La esperanza es lo último que se pierde. Pero, en mi opinión, se trata de una ilusión absolutamente voluntarista y totalmente injustificada, aunque sea legítima, y aunque haya que respetarla. Las derechas, por tanto, van a ganar las próximas elecciones generales. La suma de escaños del PP y de Vox en el Congreso de los Diputados dará una mayoría absoluta, o al menos suficiente, para formar Gobierno. Pero Feijóo es un hombre con experiencia. Sabe que no le espera un camino de rosas. Es consciente de que hay algunas incógnitas aún por despejar, y que son, precisamente, las que señalan las dificultades para llegar a La Moncloa.
1.- La primera incógnita es determinar cuándo se va a producir la alternancia. O sea, ¿habrá elecciones anticipadas, o serán cuando toquen en 2027?
Pedro Sánchez está intentando pactar unos Presupuestos Generales. Un Gobierno que no logra aprobar sus Presupuestos Generales, en una elemental lógica democrática, debería disolver Las Cortes. Pero Pedro Sánchez ya ha anunciado que no va a ser así; que piensa seguir gobernando sin que haya Presupuestos nuevos, aunque sea con los Presupuestos viejos otra vez prorrogados. E intenta justificar esta anomalía democrática con la excusa de gestionar los fondos europeos que nos van a venir.
Pero, en el fondo, la verdad es que ninguna fuerza política de las que apoyan al Gobierno quiere que se disuelvan Las Cortes, vistas las previsiones de las actuales encuestas. ¿Qué sería de Podemos, de Sumar, del PNV o de Junts, con un Gobierno del PP-Vox?
Hasta hace un mes, se decía que al PP le convendrían unas elecciones generales cuanto antes. Sin embargo, ahora, con el subidón de Vox en las encuestas, no es tan seguro que Feijóo tenga prisa. Parece que sólo Vox saldría beneficiado con un adelanto electoral. Y también relativamente, pues, de seguir las cosas así, Vox, sin hacer nada, ve como día a día le va comiendo el terreno al PP. Así que es lógico que no tenga prisa.
2.- La segunda dificultad para llegar a La Moncloa es determinar qué derecha ganará. No sería lo mismo un Gobierno del PP-Vox que un Gobierno de Vox-PP. ¿Será Abascal el vicepresidente de Feijóo? ¿O Feijóo el vicepresidente de Abascal? Si el PP sigue equivocándose en su estrategia de radicalización y crispación, no sería ningún disparate pensar que el próximo presidente del Gobierno va a ser Abascal.
3.- La tercera dificultad consiste en determinar si el PP sabrá conservar en las urnas el voto moderado del centro derecha. En mi opinión, de seguir asumiendo como propios los mensajes más radicales de Vox, el PP no ganará votos por la derecha y los perderá por el centro.
4.- Y la cuarta dificultad para que Feijóo llegue a La Moncloa consiste en que logre el político gallego seguir siendo el líder del PP. Porque hoy día sigue siendo formalmente el líder, pero la referencia es Díaz Ayuso, que va por libre y contradice continuamente a Feijóo en temas de hondo calado electoral. De ser un referente a ser el líder, hay sólo un paso. Y este paso está a punto de darlo Isabel Díaz Ayuso. Entonces, quien llegaría a La Moncloa no sería Feijóo, sino Ayuso, y Miguel Ángel Rodríguez, y otra vez Aznar. Muchos en el PP, y otros desde fuera del partido, aplaudirían entusiasmados este cambio de liderazgo. En mi opinión, sin embargo, sería un tremendo error, que, a la larga, terminaríamos pagando todos.
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