El adiós de Pepe Vélez
Las cuatro esquinas ·
El portavoz del Grupo Socialista y ex secretario general dejará su escaño en la Asamblea a finales de mes y se incorporará al Hospital del Mar MenorRenuncia. Pepe Vélez se va. Lo tiene decidido. No es oficial, pero como si lo fuera. Lo ha asegurado a su círculo más cercano. ... A finales de mes, posiblemente el 31 de marzo, el calasparreño dirá adiós a la política activa, de momento, presentando su renuncia a la portavocía de su grupo y a su acta de diputado regional. Y su próximo destino también parece decidido, según sus más allegados: solicitará su plaza como administrativo superior en el Hospital del Mar Menor donde tiene destino laboral. Vélez pone fin a una etapa al frente del psrm donde no ha podido reeditar sus éxitos electorales en Calasparra, su pueblo, donde coleccionó mayoría absolutas tras suceder a Jesús Navarro en la alcaldía. El entorno de Vélez desmiente que su intención sea la de ocupar escaño de senador autonómico, como se ha llegado a especular recientemente. El todavía portavoz socialista en el hemiciclo regional prefiere acabar de resolver el intríngulis judicial que tiene por delante con el caso de la plaza de toros de Calasparra entre los años 2017 y 2019, cuando Vélez era alcalde de su pueblo. Se le acusa de prevaricación y malversación, pero Vélez está convencido de que demostrará su inocencia «porque un error administrativo sin ningún calado ni repercusión, que además fue subsanado, tiene el recorrido que tiene. Y porque ningún gasto que no redundase en beneficio del municipio fue sufragado por el Ayuntamiento, por lo que todo estuvo y está justificado». Dicho de otra manera para que me entiendas, Vélez está convencido de que el dictamen judicial le será favorable. Pero mientras llega, el juicio oral no deja de ser un nubarrón en su horizonte político. Un nubarrón y un obstáculo.
Mensaje. Vélez mantiene una relación muy estrecha con Santos Cerdán, el mandamás que Pedro Sánchez puso en Ferraz. Mantiene afectos en la cúpula socialista. De hecho, mi enano infiltrado, ese pequeño tribulete que en todas partes se mete, ha podido confirmar que el propio Sánchez le puso un mensaje personal y cariñoso, minutos antes de iniciarse su intervención en el Congreso Regional del pasado domingo en Cartagena. El secretario general del PSOE le agradecía su trabajo al frente del partido. El presidente del Gobierno le reconocía su defensa de la Región de Murcia en Madrid. Y el amigo le recordaba su apuesta personal acogiéndole en su propia casa en los momentos más difíciles. Todavía, como muestra un botón, recordarás aquel mitin en el que Pepe Vélez llamó «faraona» a Susana Díaz en plenas primarias a la secretaría general. Sánchez tiene claro que Vélez es 'uno de los nuestros'. Y así se lo ha dejado, se lo deja, claro en cualquier ocasión. También el pasado domingo.
Aparcado. Para hacértelo fácil, en cualquier otro tiempo y circunstancia, Pepe Vélez, fuera del hemiciclo regional, sería candidato serio y seguro a cualquier alto cargo del organigrama institucional, es decir, una dirección genera , una secretaría de Estado o un alto cargo en una de las numerosas empresas públicas o semipúblicas. Incluso me asegura mi pequeño confidente que su nombre se ha llegado a barajar para la renovación de patronos del Consejo de La Caixa que se va a realizar en breve y en la que Santos Cerdán tiene mucho que decir, al pairo de los últimos acontecimientos. Pero todos los indicios apuntan a que ese futuro político va a quedar aparcado hasta que se resuelva el juicio que hay de por medio. Incluso Vélez, que no ha pedido nada ni lo piensa hacer, prefiere que sea así. No hay que darle cuartos al pregonero.
Tiempo. Pepe Vélez despierta por igual filias y fobias. Críticos y adeptos. El principio del fracaso es creer que puedes convencer a todo el mundo. Tú fíjate que habiendo tenido al partido en un puño, prietas las filas, marcando el paso al unísono, hay quien le acusa de no haber sabido alcanzar una verdadera integración del partido. Alguna histórica socialista me lo definía recientemente como el 'pequeño Napoleón'. Sin embargo, el calasparreño rechaza esas acusaciones asegurando que siempre ha trabajado por la unión del partido. En cualquier caso, tras el 55-45 de las ultimas primarias, ese trabajo de integración corresponde a Paco Lucas, un hombre en el que «creo ciegamente porque lo veo capaz de conseguir que el psrm vuelva a recuperar el Gobierno de la Región tantos años después», comentaba a un grupo de contertulios tras el cónclave socialista del pasado fin de semana.
En definitiva, Pepe Vélez se va. No es un adiós definitivo, sino un hasta luego. A la vista de sus asideros en Madrid no se puede descartar su retorno cuando pase el temporal y se le aclare el horizonte. Ahora tocan otros tiempos. En el hospital. En su Calasparra. Tiempo para su trabajo, su familia y sus aficiones. Tiempos para sus corridas de toros porque se puede ser taurino y socialista. Tiempo para su Virgen de la Esperanza, porque se puede ser cristiano y socialista. Tiempo para sus conciertos de AC/DC. Porque se puede ser rockero y socialista. A este Pepe Vélez siempre lo ves venir de frente. Y ya sabes lo que decían nuestras abuelas: «De las aguas mansas me libre Dios, que de las corrientes me libro yo».
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