¿A quién acabará votando Txapote?
Coincidir en ideas con los que ejercen la violencia no te convierte en una persona violenta
Oyendo el otro día de nuevo esa frase de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, dirigida al presidente del Gobierno, Pedro ... Sánchez, «que te vote Txapote», tuve un pensamiento rápido y fue pensar que al final este sanguinario etarra, Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote, la va a votar a ella por hacerle publicidad y por mantener una memoria como si ETA hubiera triunfado, cuando fue derrotada gracias a la fuerzas de orden público, a la clase política y a toda la sociedad, y cuando Francia decidió que tenía que colaborar en la lucha antiterrorista.
Años de gran dolor y que aún lo mantienen las víctimas, no solo de ETA, del Grapo, del GAL y de actuaciones que cometieron algunos miembros de las fuerzas armadas. La violencia solo engendra violencia. El dolor se mantiene, nunca hay que olvidar, como no hay que olvidar a los represaliados del bando que sea en la guerra civil española como consecuencia de un golpe de Estado fracasado, como de las víctimas provocadas por el franquismo tras su triunfo. La violencia, venga de donde venga, hay que condenarla, porque cuando justificamos una violencia, de alguna manera estamos justificando todas las violencias.
ETA fue derrotada hace más de diez años y tenemos que sentir alivio, porque ¡qué alegría que un concejal del PP o del PSOE puedan pasear por las calles sin escolta para evitar que alguien le pegue un tiro en la nuca, o que puedan patrullar las fuerzas de orden público y militares sin miedo a un coche bomba!
Los gobiernos del PP y del PSOE negociaron con ETA, acercaron presos cuando la banda asesinaba y hasta José María Aznar llamó a ETA «movimiento vasco de liberación nacional», y todos pedían que se acabara este grupo sanguinario y que solo quedara la política, que las ideas debían expresarse en palabras y proyectos y no en armas.
Hay una estrategia perversa de identificar ideas con violencia. Como Bildu defiende un referéndum para la independencia, entonces se identifica con ETA, que era la lucha armada por la independencia. Pongo ejemplos para contrarrestar este posicionamiento, que es más una estrategia que un convencimiento, pero que funciona y funciona en un número importante de jóvenes. Hay gente y partidos que defienden la uniformidad de España entendida como la desaparición de las comunidades autónomas y esta idea coincide con el franquismo que supuso miles de muertos. Entonces, ¿se pueden identificar y considerarlos asesinos? Otro ejemplo doloroso fue que parte de la Iglesia vasca apoyó a ETA. Creen en Dios, al igual que otros creemos, entonces ¿también nos pueden considerar asesinos? Coincidir en ideas con los que ejercen la violencia no te convierte en una persona violenta ni en terrorista. Alguien puede decir que en Bildu hay un sector que justifica a ETA y llevan razón, lo mismo que en la derecha y la extrema derecha hay un sector que justifica el franquismo.
Hay dos partidos independentistas, Bildu y ERC, que han apoyado con sus votos medidas sociales que benefician a millones de españoles y españolas, como la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), las pensiones, la reforma laboral y un largo etc. En cambio, hay partidos que se autodenominan patrióticos y van en contra de todas las medidas sociales, en contra de la subida de los salarios, de las pensiones, del trabajo estable... O sea, los independentistas apoyando el bienestar y la prosperidad del conjunto de españoles y españolas y los patriotas defendiendo las condiciones de miseria para el conjunto de españoles y españolas. Lo que hay que reconocer es que han ganado el relato porque con el solo argumento de que apoyan independentistas y proetarras y que la libertad se identifica con tomarse una cerveza tienen un gran apoyo electoral, incluso, de sectores que se han visto beneficiados por esas medidas sociales. Les funciona el relato.
Quiero manifestar que no soy independentista, no más fronteras, me gusta más ser ciudadano del mundo, y tampoco soy independentista madrileño, porque España no es Madrid. No quiero el nacionalismo madrileño, que desde una sala de cien metros cuadrados en Madrid nos digan al resto de la ciudadanía lo que tenemos que ser y podemos hacer.
Termino el artículo reafirmando que ETA desapareció, que aún queda mucho dolor y recojo la expresión, en relación a «Sánchez, que te vote Txapote», de la presidenta de víctimas del terrorismo (Covite), Consuelo Ordóñez: «Las víctimas merecemos ser tratadas con respeto, banalizar con un 'hashtag' al asesino de tantos inocentes, entre ellos de mi hermano Gregorio Ordóñez, demuestra su falta de principios y lo poco que le importamos. ¡Así no, señora Díaz Ayuso!».
Personalmente, lo reafirmo.
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