Refundación
Demasiado perro ·
El PP debería hacer un congreso, no de proclamación de un candidato como el de Sevilla, sino programático y políticoNo, no digo que el PP tenga que vender la sede de Génova y cambiar de siglas como a punto estuvo de ocurrir en tiempos ... de Teo y Casi, pero sí que creo imprescindible que deberían hacer un congreso, no de proclamación de un candidato como el de Sevilla, sino programático y político. Un congreso clave con una buena ponencia política, seria, sesuda, analítica, dialogada y realista que marque el devenir de los populares en los próximos quince años. El PP nacional se encuentra en una encrucijada clave y de la senda que decidan tomar depende su futuro como partido de centroderecha europeo, social, u otra cosa peor. Ya ocurrió con Manuel Fraga, luego con Aznar y ahora, Feijóo, casi amortizado, debería dejar esa herencia al PP, la aclaración de dos preguntas que deberían hacerse: ¿qué somos? Y ¿a dónde vamos?
Soplar y sorber. Cuando era crío y quería beneficiarme de cosas contradictorias y, por tanto, imposibles, mi madre me decía algo que me daba mucha rabia: «Nene, no se puede soplar y sorber». Y eso es lo que ha intentado Feijóo en esta última campaña: convencer al votante socialdemócrata de que abominaba de los pactos con los ultras a la vez que su partido pactaba con ellos en comunidades autónomas y ayuntamientos. Fíjense que las indefiniciones en política son malas, y si das bandazos, el votante te rehúye.
Y es que, como decimos, el PP tiene ante sí dos caminos: o se lanza a los pactos con Vox o, públicamente, se deshace de ellos y pone una línea roja con los ultras para conquistar el centro. Y de eso depende su futuro.
Para muestra, las generales. Feijóo tenía la Moncloa al alcance de la mano y la ha perdido por tipos como Mazón o José Ángel Alfonso, el Mazón murciano, que se lanzaron en brazos de los ultras pareciendo más de Vox que del PP. Desde Felipe González no he conocido un elemento tan motivador del voto de la izquierda como las barbaridades de Vox, y Feijóo lo ha pagado caro. En la vida hay listos y tontos, y hay gente en el PP que lo ha entendido, léase, Juanma Moreno, que lo explicó en su parlamento hace unas semanas. Pero hay otros que, pese al batacazo electoral, creen que el PP debería abrazarse a los ultras, error garrafal, que les alejará de gobernar en el futuro. No es grave equivocarte sino persistir en el error. El PP tiene que decidir ya, quiera o no, cuál de sus dos almas se impone: la moderna, la europea, o la de los trasnochados que quieren seguir la senda de los pactos con ultras. La segunda depara al día hasta dos y tres noticias escandalosas de índole nacional que no hacen sino reforzar el voto progresista por el miedo a la vuelta de los franquistas.
El boxeador sonado. He escuchado a algún analista decir que cuando habla con gente de la cúpula del PP estos están aún en la noche del 23-J. Esperaban gobernar solos o, a lo peor, con los ultras, y no esperaban quedar fuera del Gobierno. Cuando te ocurre algo así es mejor quedarte quieto que andar dando bandazos, que es lo que están haciendo. Van a una investidura fallida con un mes muy largo por delante. Dicen que la investidura es «para que Feijóo presente su programa». Vamos a ver, hemos tenido dos elecciones seguidas, el 28-M y el 23-J, ¿no ha tenido tiempo en dos campañas? Claro, si te pasas el tiempo hablando en negativo: derogar el 'sanchismo', ETA y otras zarandajas, se te olvida hacer una campaña propositiva.
Lo de Murcia. Y todas estas cosas, la debilidad de Feijóo principalmente, nos llevan a la situación actual: me dicen que el PP está intentando forzar nuevas generales y tienen claro que para ganar en España quieren separarse de Vox, luego, en ese escenario pactar en Murcia no sería percibido por la sociedad como que se separan de los ultras. Todo por hacerse una foto en una investidura fallida. Antelo, que desde que le retiraran una nota de prensa, está fuera de la ecuación, contempla que se negocia desde Madrid. Otro detalle llamativo es que han retirado de Twitter el vídeo en que Alpañez se disparaba y pedía más de la mitad de las consejerías y aprobar a los consejeros del PP. Parece que Vox va a renunciar a sus máximos y el PP a lo de no meter a los 'Abascales'. Los dos tienen que salvar la cara de alguna manera. ¿O no?
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión