Gases de efecto trasvasista
El cerco al regadío junto al Mar Menor es un resultado colateral de la Cumbre del Clima
Uno de los efectos colaterales, y muy palpables, de la reciente Cumbre del Clima de Madrid ha sido el cierre del Trasvase Tajo-Segura para ... el regadío del Levante, con el objetivo de que no siga contaminando el Mar Menor, si nos atenemos al relato oficial. La COP25 terminó con un balance agridulce, con la botella medio llena y medio vacía, por cuanto no alcanzó los objetivos deseados en pos de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de las cuotas para la descarbonización. No obstante, en lo que atañe al Mar Menor, el Ministerio para la Transición Ecológica, anfitrión de esta cita mundial, se ha ido para arriba, como se suele decir, y ha cortado de cuajo el acueducto para regar debido a su impacto en la laguna, extendiendo el veto a toda la cuenca del Segura. Quizás por aquello de que 'por donde pasa, moja'.
Sin embargo, el asunto es más prosaico, ya que el Ministerio sabe, o alguien se lo ha explicado, que la ley no permite discriminar una zona regable del Trasvase. O se manda agua del Tajo para todas las áreas de cultivo asignadas (y allá se repartan lo que toque) o para ninguna. De ahí que el cierre del tablacho afecte a todos, con las consecuencias que acarrea, amén del enfado de los alcaldes.
El Mar Menor ha tenido al final su cuota de protagonismo en la Cumbre del Clima, sobre todo a las 48 horas de la clausura. Haciendo un símil con los grandes desafíos del planeta, el Ministerio se ha marcado el objetivo de reducir los gases de efecto trasvasista (los regadíos) sobre la laguna salada.
El Mar Menor está pidiendo a gritos medidas urgentes que frenen la entrada de contaminantes, principalmente de la actividad agrícola; y existe un abanico de actuaciones, algunas rápidas, (drenaje del Albujón, descarga del acuífero, el decreto que limita los regadíos...) No obstante, con los efluvios de la Cumbre del Clima, u obedeciendo algún mandato cimero, el Ministerio no ha esperado más y ha metido el bisturí sin contemplaciones. Preservar el ecosistema es lo primero, pero no ayuda el silencio del Gobierno central y su falta de explicaciones. El Trasvase ha pagado ahora el pato. ¿Es la solución que cree el Ministerio, o el inicio de otras medidas más duras?
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